miércoles, 6 de marzo de 2013

TU VALES: “Ve siempre hacia delante con actitud positiva”



“El peor de los males que le puede suceder al hombre es que llegue a pensar mal de si mismo” Goethe

Introducción

Comenzaremos el artículo hablando de la identidad personal, es decir, que idea tenemos sobre cómo somos y como nos ven los otros. Esta se forma en base a la experiencia de nuestras vidas. Empieza a surgir en la infancia y se construye a lo largo de la vida. En esta construcción, a veces, buscamos modelos, reales o imaginarios, con los cuales nos identificamos. Los padres o adultos cercanos son los primeros modelos que tienen los niños.

Es en la adolescencia cuando una persona empieza a elaborar un concepto de sí misma, a tener sus propias creencias y valores, desarrollar su propia identidad independiente de la de sus padres.

Cada uno de nosotras/os tendremos una identidad propia de acuerdo a nuestro sexo, al lugar de donde nacimos, a nuestra raza, a la clase social, a la edad que tenemos. Las relaciones con otras personas serán importantes en la construcción de nuestra identidad, la sociedad nos da modelos aunque no siempre son correctos.

¿Cómo es mi relación con los demás?

“Las personas somos como actores que actúan para los demás, pero actúan de forma muy diferente cuando están en el escenario que cuando lo hacen entre bastidores.”
Irving Goffman.


Casi todas las personas piensan de vez en cuando sobre la impresión que crean en los demás y no pocas veces viven casi obsesionadas con su apariencia. Por esto, se comportan de la forma que, a su entender, es la mejor para causar la impresión particular que desean en quienes las observan.

Exhibir nuestros aspectos atractivos ayuda a obtener la aprobación de los demás, lo que a su vez ampara o incrementa nuestra autovaloración. Por lo tanto, es razonable deducir que si queremos proteger nuestro concepto positivo de nosotros mismos tiene sentido que nos esforcemos en presentar una apariencia favorable.

La finalidad es dar la impresión que consideramos apropiada o beneficiosa en determinas circunstancias. En el fondo, lo que la mayoría buscamos es la aceptación y aprobación de los demás.

En cada ser humano vemos reflejada nuestra propia humanidad. Por eso se dice que los demás no nos dan ni nos quitan nada; son espejos que nos muestran lo que tenemos y lo que nos falta. La gente no nos ve tal y como somos, sino como la gente es.

Como dijo el filosofo Kant: “No vemos a los demás como son, sino como somos nosotros”.

No importa quienes seamos, qué decisiones tomemos o cómo nos comportemos. Hagamos lo que hagamos con nuestra vida, siempre tendremos admiradores, detractores y gente a quien resultaremos indiferentes. Pero entonces, si nuestras relaciones se sustentan sobre este juego de espejos y proyecciones, ¿Por qué fingimos? seguramente por nuestra falta de confianza y autoestima.

Y después de todo lo anterior es importante preguntarse si nos atrevemos a ser uno mismo, pues cuanto mejor nos conozcamos más nos facilitará tener una mejor relación con los demás y aumentar nuestra confianza.

Para ello plantearía una serie de preguntas en torno a la manera de relacionarse:

¿Qué muestras de tí a los demás?

¿Qué podrías preguntar a los que te conocen sobre lo que ven de tí?

¿Qué aspectos ocultos tuyos te gustaría revelar a los demás?

¿Qué te dicen tus sueños? ¿Los escribes?

 
Presentación del yo














“Soy solamente una persona: pero aún así soy alguien. No soy capaz de hacer todo, pero aún así soy capaz de hacer algo. No renunciaré a hacer lo poco que pueda.

HELEN KELLER

La autoestima permite que nos aceptemos tal como somos, que nos amemos a nosotros mismos y así podamos amar a los demás.

La autoestima se puede desarrollar a lo largo de toda la vida. Así que si todavía no empezaste o ves que tienes que cambiar algo, estás a tiempo.

Para poder ser y poder aportar a la vida todo lo que le puedas aportar, debes gozar de una excelente autoestima y la vemos cuando tenemos:

Confianza en uno mismo: está en el interior de las personas. Que ve uno ante una situación que se le presenta en ese momento. Que recursos tiene para hacerle frente.

La autoafirmación: hacerse respetar por los demás cuando planteamos algo de manera firme y con buenos modales. Aceptamos lo que nos dice nuestro sentido común y lo rechazamos igualmente.

El concepto de sí mismo: abarca tanto la imagen de sí mismo que tiene, mi yo ideal, es decir, cómo desearía ser.

Así podemos ver que las personas que se sienten bien consigo mismas, que tienen una buena autoestima, son capaces de enfrentarse y resolver los retos que la vida les plantea. Al contrario, los que tienen una autoestima baja suelen autolimitarse y fracasar.

Así podemos apreciar que:

Las personas con alta autoestima se caracterizan por:

• Superan sus problemas o dificultades personales.

• Afianzan su personalidad.

• Favorecen su creatividad.

• Son más independientes.

• Tienen más facilidad a la hora de tener relaciones interpersonales.

• Se sienten bien consigo mismo.

• Están al mando de su vida, no se dejan manipular

• Disfrutan con los desafíos que la vida les presenta.

• Son honestos y fieles a sus principios y valores, respetando siempre la verdad.

• Saben respetar las normas de convivencia.


Las personas con una baja autoestima se caracterizan por:

 Falta de credibilidad en sí mismos, inseguridad, buscan la seguridad de lo conocido.

• Atribuir a causas internas las dificultades, incrementando las justificaciones personales.

• Desciende el rendimiento.

• No se alcanza las metas propuestas.

• Falta de habilidades sociales adecuadas para resolver situaciones conflictivas, (personas sumisas o muy agresivas).

• Sentimiento de culpabilidad.

• Incremento de los temores y del rechazo social, y por tanto inhibición para participar activamente en las situaciones.


Y las recomendaciones para desarrollar una buena autoestima son:

• Aprender a perdonar; no guardar resentimiento.

• Ponte como objetivo el logro en vez de la perfección.

• Prueba cosas nuevas.

• Colabora en una labor social.

• Haz ejercicio.

• Dese permiso para hacer lo que quiera.

• Cierre asuntos inconclusos.

• Descubra sus talentos.

• Invierta tiempo en usted.

• No haga comparaciones perjudiciales. Elimine las comparaciones; estas no tienen objeto y conducen a sentirse mal.

• Agradezca y acepte los elogios; comunique que se ama a si mismo.

• No hable mal de usted mismo ante los demás.

• Finalice sus proyectos.

• Aprenda a controlar sus pensamientos. Recuerde que es dueño de ellos.

• Hable en positivo.

• Escriba una carta con las experiencias dolorosas que le hayan marcado. Hágalo varias veces hasta que se vacíe, hasta que sienta que no tiene nada que decir.

• Tenga presente que todas las personas son buenas por algo; así que descubra sus capacidades y potencialidades.

• Ayúdese de lectura enriquecedora.

• No utilice calificativos negativos o peyorativos cuando se refiera a si mismo y a los demás.

• Utilice frases constructivas como: la próxima vez lo haré mejor.

• Aprenda a perdonarse, o reconciliarse con usted mismo.

• Destierre de su cabeza frases como” yo no puedo”, “yo no sirvo”.

• Sepa que siempre hay tiempo para cambiar; solo basta desearlo. Obviamente hay casos que no se pueden cambiar de hoy para mañana, pero es menester ir dando un paso cada día.

• Deje de culparse y de quejarse por lo que fue y no pudo ser.

• Busque siempre superarse.

• No idealice a los demás.

• Evalúe las cualidades y los defectos.

• Cambie lo que no guste.

• No busque la aprobación de los demás.

• Tome las riendas de la propia vida.

• Afronte los problemas sin demora.

• No se exija demasiado.

• Acepte su propio cuerpo.

• Cuide su salud.

• Disfrute del presente.

Para terminar esta primera parte del artículo, me gustaría citar el trabajo del Dr. Nathaniel Branden, “Los seis Pilares de la autoestima”

Los seis Pilares de la Autoestima de Dr. Nathaniel Branden

vivir conscientemente:

“Dejar de huir de los hechos desagradables de nuestra vida. No podemos sentirnos competentes si negamos la realidad porque no nos guste”.

Aceptarse a uno mismo:

“Con las limitaciones que se poseen. Así veremos los errores como parte del crecimiento”.

Si no acepta que tiene el problema, ¿cómo pretende solucionarlo?, la autoestima empieza por respetar la realidad.

Aceptarse es abrazar nuestros pensamientos, sentimientos, emociones y acciones, experimentar con ellos, responsabilizarnos de ellos, sin evasión, negación y rechazo.

Responsabilizarse:

“De nuestras acciones para ser dueños de nosotros mismos y de nuestra vida”

Necesitamos experimentar un sentido de control sobre nuestra existencia. Esto requiere asumir la responsabilidad de nuestras acciones y del logro de nuestras metas y así podemos hacernos responsables de nuestra vida y nuestro bienestar.

Nadie nos rescatara de nuestros miedos íntimos de nuestro pasado. somos nosotros los que tenemos que hacer algo distinto.

La autoafirmación:

"Significa ser autentico y no disfrazarse para agradar”

La autoafirmación significa respetar mis deseos, necesidades y valores, así como buscar su forma de expresión adecuada en la realidad. Su opuesto es rendirse ante la imposibilidad, encerrarse en un subterráneo donde todo lo que uno es permanece escondido, dormido o frustrado, para evitar el enfrentamiento con alguien cuyos valores son diferentes a los míos. Ejercer la autoafirmación equivale a no disfrazar nuestra personalidad para agradar.

Vivir con propósito:

“Creando lo necesario para alcanzarlo”

A trabes de nuestros propósitos, de nuestra determinación, organizamos nuestro comportamiento y le damos un enfoque y una dirección. Vivir sin propósito significa vivir a merced del azar, del acontecimiento fortuito, del encuentro causal. Vivir con propósito, en cambio, es vivir de forma productiva, fijando nuestras metas y actuando para conseguirlas.

La integridad:

“Que me impide entrar en contradicción con mis valores”.

Cuando una brecha en la integridad hiere la autoestima, solo la práctica de la integridad puede sanarla. En el nivel más simple la integridad personal conlleva cuestiones como: ¿soy honesto y de confianza? ¿Cumplo lo que prometo? ¿Hago las cosas que digo que admiro y evito las que creo que son despreciables?


Después de leer ha Branden os propongo dos actividades, la primera una valoración y la segunda unas afirmaciones:

Hacer una valoración:

Reflexionar y preguntarme si me conozco, posteriormente ver si tengo un buen concepto de mi mismo es decir si tengo autocontrol, para manejar mis propios sentimientos y autonomía para tomar decisiones de forma independiente a la hora de resolver mis propios problemas en lugar de buscar a otros para que lo hagan. Hacer una evaluación para ver si me acepto y una vez aceptado me respeto con lo que puedo llegar a darme cuenta que tengo una buena y sana autoestima.

Afirmaciones:

Repite siempre las siguientes frases:

YO TENGO:

• Personas que me quieren.

• Ejemplos para seguir.

• Personas que me ayuden si estoy en peligro.

• Grandes cualidades.


YO SOY:

• Querido por otros.

• Feliz cuando hago algo bien.

• Respetuoso de mí y los demás.

• Responsable de mis actos.


YO PUEDO:

 • Decir que me dá miedo.


• Buscar soluciones a mis problemas.

• Encontrar a alguien que me ayude.

• Controlar mis actos y mis emociones.

• Expresar debidamente lo que pienso y lo que siento.

¿Qué pasa con nuestra autoestima cuando nos hacemos mayores?
 











 
Hay personas que niegan la vejez y arriban a esta etapa de la vida con una o varias patologías, con alguna discapacidad física, sintiéndose como alguien que ha perdido su valor, manifestando sentimientos de abandono, apatía, desesperanza hacia la vida, con fuertes dificultades en la regulación de la autoestima.

Cuando las personas mayores se conectan con sus pensamientos, sentimientos y emociones, colocan más el énfasis en la cantidad de experiencias negativas vividas, como por ejemplo: pérdida de salud, abandono del trabajo, muerte de familiares, amigos, deudas económicas, aislamiento, soledad, etc., que en las positivas.

Reflexión

Creencias limitadoras:

• Las cosas siempre me salen mal.

• No sirvo para nada.

• Los problemas me persiguen.

• Tengo muchos defectos.

• A mi edad es lógico que me sienta mal.

• No le agrado a la gente.

• No soporto que me critiquen.

• La gente es mala y hay que cuidarse de todos.

• Los problemas me persiguen.

• Yo soy así y no puedo cambiar.

• Siempre dejo que hagan por mí.

• Me desanimo y abandono ante las dificultades.

Creencias sanadoras:

• Respeto las diferencias de ideas.

• Disfruto de la vida.

• Mi fe es firme y crece cada día más.

• La vida es maravillosa.

• El pasado no dirige mi presente.

• Confío en mi misma/o.

• Soy una persona valiosa.

• Le agrado a la gente.

• Preocuparme no me ayuda.

• Perdonar es importante y liberador.

• Me acepto tal y como soy.

• Controlo mis emociones.

• Negocio con los demás.

• Hago frente al conflicto.

Según elijas más frases de un bloque u otro así vas a aceptar o no envejecer. Si eliges el primer bloque creencias limitadoras, no aceptas envejecer de manera positiva. En cambio si eliges las creencias sanadoras, serás parte de las personas mayores que aceptan la vejez viviéndola de manera positiva.

¿Qué eliges tú? ¿Qué camino prefieres? Si lo tienes claro ¡ponte en marcha! No te quedes esperando que venga alguien a poner en orden tu vida o tu mundo…no vendrá. Y no lo hará nadie porque es tu tarea y no la de otro. ¡Responsabilízate!

Si hay algo que sabemos con seguridad es que moriremos. Nadie sale vivo de esta vida. O sea que dejemos de fingir que somos eternos, que “ya habrá tiempo” más adelante, que podemos permitirnos el lujo de desperdiciar nuestra oportunidad de existir, o será demasiado tarde. La estrategia del avestruz que esconde la cabeza bajo el ala se basa en la creencia infantil de que “si no lo veo es que no existe”. Nada más contrario al principio de la realidad, “lo que es, es” propio de la madurez. Lo quieras o no, enfermarás igual, tendrás pérdidas, sufrirás, envejecerás, te sentirás solo y te enfrentarás no solo a la muerte de las personas que amas, sino también a tu muerte. Y dado que vas a cursar estas asignaturas vitales… ¿no crees que es más inteligente prepararte antes de que lleguen de improviso?

Somos un campo de posibilidades infinitas. Tenemos acceso a una fuente de creatividad enorme. Nuestra vida es un lienzo donde cada uno decidimos que pintar.

Lo principal es ser eficaz, o dicho de otro modo: debes encontrar la habilidad necesaria para enfrentarte a los desafíos a los que no solo te expone la vida, sino que tú has elegido también.

Para explicar el bienestar psicológico, Carol Ryff formula un modelo multidimensional del desarrollo personal donde especifica seis dimensiones:
autoaceptación, relaciones positivas con otras personas, autonomía, dominio del entorno, propósito en la vida, y crecimiento personal.

Autoaceptación: es uno de los criterios centrales del bienestar y se relaciona con experimentar una actitud positiva hacia sí mismo y hacia la vida pasada.

Relaciones positivas con otros: se define como la capacidad de mantener relaciones estrechas con otras personas, basadas en la confianza y empatía.

Autonomía: necesaria para poder mantener su propia individualidad y autonomía personal, relacionada con la autodeterminación; las personas con autonomía saben enfrentar de mejor manera la presión social.

Dominio del entorno: capacidad individual para crear o elegir ambientes favorables para satisfacer los deseos y necesidades propias.

Propósito en la vida: las personas necesitan marcarse metas, definir sus objetivos, que le permitan dotar a su vida de un cierto sentido.

Crecimiento personal: se relaciona con el desarrollo de las potencialidades, seguir creciendo como persona y llevar al máximo sus potencialidades.

El bienestar psicológico como construcción personal descansa en el desarrollo psicológico de cada individuo, el cual posee la capacidad para interactuar en forma armoniosa con su entorno.

A pesar de los impedimentos tanto físicos como psíquicos que sufren los mayores, se adaptan a todos estos nuevos cambios, replanteándose sus metas y desafíos, adaptándolas a sus nuevas capacidades sociales, psicológicas y físicas. Es por esta razón que muchos de ellos informan altos niveles de bienestar, pues sus metas ya no son las mismas de hace 10 años, lo que disminuye la frustración al fracaso cuando no se puede llegar a concretar las metas propuestas a esta edad.

Para la tercera edad la autoestima es clave, debido a que el mayor debe valorar sus habilidades y características, las cuales han sufrido cambios objetivos en comparación con años atrás. La dificultad radica principalmente en el contexto en el cual se realiza esta evaluación ya que el mayor se encuentra en una situación física, social y culturalmente menoscabada, motivo por el cual se sienten rechazados y perciben que la sociedad los valora negativamente, debido al mayor aprecio de los valores asociados a la belleza juvenil por parte de la sociedad y del menor aprecio a la experiencia y sabiduría, como valores propios de la ancianidad.

Para los adultos mayores la autoeficacia conlleva un significado mucho más allá de la superación de tareas del orden físico, su importancia se asocia al sentimiento de poder ser capaces de participar en la solución de conflictos que surgen en la vida cotidiana, aportando soluciones. Todo esto les permite crear estrategias de afrontamiento necesarias para hacer frente a las adversidades.

Debemos conseguir obtener del adulto mayor una alta autoestima, que le proporcione ganas de vivir, con un alto índice de responsabilidad de su autocuidado, que logre grados de independencia elevados, siendo personas mayores activas y participativas dentro de la sociedad. Se debe restar importancia a la cantidad, para favorecer la calidad de vida humana: aliviar síntomas, mejorar el índice de funcionalidad, conseguir mejores relaciones sociales, motivación, etc.

Los profesionales deben fortalecer todas aquellas acciones dirigidas a conseguir la autonomía e independencia del mayor.

Ejercicio

Del libro cuadernos de ejercicios para aumentar la autoestima de Rosette Poletti y Bárbara Dobbs recojo las siguientes afirmaciones. El ejercicio consiste en coger una frase para cada día y hacerla.

1. Hoy acepto lo que es.

2. Hoy perdono.

3. Hoy me libero de mis resistencias.

4. Hoy confío.

5. Hoy doy las gracias.

6. Hoy me libero de la duda.

7. Hoy confío en mí.

8. Hoy me abro a lo que venga.

9. Hoy digo que si.

10. Hoy no critico a nadie.

11. Hoy me libero de lo inútil.

12. Hoy me doy una nueva libertad.

13. Hoy me libero de una norma inútil.

14. Hoy acepto ser imperfecto.

15. Hoy doy sin esperar nada a cambio.

16. Hoy me concentro en el amor.

17. Hoy es un buen día para estar vivo.

18. Hoy es el único día que cuenta.

Reflexión:

Esta mañana, al abrir los ojos, lo primero que me dije fue: YO PUEDO.

Las afirmaciones son maneras de reforzar la motivación. Me gusta decir frases positivas, visualizarlas hace que me sienta bien, que este tranquilo para que lo que trabaje mi mente sea siempre en positivo.

Me gusta y me importa mi bienestar, me importo yo. Quiero crecer y para ello utilizar una serie de estrategias para desarrollar mi autoestima.

A veces, ante determinadas circunstancias, actuamos de una manera o de otra. Esa manera de actuar está condicionada por la identidad que nos construimos a lo largo de nuestra vida y por eso es importante que nos valoremos, eso si, en su justa medida, tanto en lo bueno o positivo como en lo malo o negativo. Cada etapa nos aporta experiencias y sentimientos que nos van a generar valía y miedos. Es a través del tiempo de esas experiencias de aceptación y de rechazo cuando empezamos a descubrir lo que valemos o dejamos de valer.

YO PUEDO, y en mi aprendizaje procuro no escapar ante un hecho desagradable al contrario procuro siempre encararme a él y hacerlo. Procuro adaptarme a todos los cambios y entre ellos uno de los que fui adquiriendo y disfrutando a lo largo de los años es que me gusta sentir y vivir todo lo que hago, todo tiene un propósito. El mío es el de formar, el de poner herramientas en manos de las personas que le puedan ayudar a mejorar su calidad de vida. Sé que a veces logro algunos de los objetivos que me marco y me siento bien, otras veces no llego a donde quiero y me siento mal. Cada vez las exigencias con las que nos encontramos son mayores; a veces el temor de no hacerlo bien hace que me sienta incomodo, pero en vez de caer en la tentación de la avestruz que esconde la cabeza bajo el ala y decir “si no lo veo es que no existe”. Voy luchando con el objetivo de alcanzar mi propósito. Paso a paso va trascurriendo mi vida eso si, con una enorme ilusión de HACER.

“no se vive celebrando triunfos, sino superando fracasos”

Algunos documentos relacionados con la autoestima

Documento de Virginia Satir: “Yo soy yo”


Más información sobre la autoestima:
 

Test de autoestima:



Videos:




BIBLIOGRAFIA:

FRANKL. Viktor: El hombre en busca de sentido (2011). ED. HERDER

POLETTI. Rosette y DOBBS Bárbara: Cuaderno de ejercicios para aumentar la autoestima. (2010). ED. Terapias Verdes

CHRISTOPHE. André y FRANCOIS Lelord: la Autoestima. (2000). ED Salvat.

CANANGLA. Merce y SOLER. Jaume: Corazón que siente, ojos que ven. (2010). ED Booket

ORTIZ ARRIAGADA. Juana y CASTRO SALAS, Manuel: Bienestar psicológico de los adultos mayores, su relación con la autoestima y la autoeficacia. (2009). ED. Ciencia y enfermería XV

VICENT BONET. José: Se amigo de ti mismo. (1997). ED. SALT Terrae

ROBBINS. Anthony: Controle su destino). ED. DEBOLSILLO

ROJAS MARCOS. Luis: La autoestima (2007). ED. Espasa Libros

PAUSCH. Randy: La ultima lección (2010). ED. DEBOLSILLO

FIELD. Lynda: 60 consejos para aumentar la autoestima ED. Diana