Reunión de miembros de humor aula
Funciones del humor
Nos dice Jesús
Damian en uno de sus artículos, que el sentido del humor aplicado a la educación desempeña una serie de
funciones de un incalculable valor pedagógico. Seguidamente realizaremos un
repaso por cada una de ellas.
1-
Motivadora
Mediante
esta función el sentido del humor consigue despertar en los educandos el
espíritu de búsqueda e interés por la materia. Las personas debidamente
despiertas descubren nuevos horizontes de aprendizaje. Aumenta el gusto por el
saber y la necesidad de comprender todo cuanto le rodea. Fomenta una actitud
positiva ante la tarea.
2-
Función
de camaradería y amistad
Ayuda
a establecer sanas y correctas interacciones entre los sujetos. Se fomenta la
unión y cooperación entre los miembros del grupo. Ayuda a compartir el tiempo
necesario para la realización de tareas. Posibilita un clima de cordialidad y
confianza. Refuerza y consolida los lazos de amistad.
3-
Función
de distensión
El
humor y la risa funcionan como válvula de escape ante situaciones imprevistas o
conflictivas. Ayuda a liberar la tensión acumulada. Ayuda a relajar la tensión
muscular. Es un alivio en los momentos de crisis o de conflicto. Ayuda a
desdramatizar las preocupaciones y vivirlas positivamente.
4-
Función
de diversión
Mediante
esta función se experimentan sensaciones de alegría y de estar contento. Se
goza en compañía de los otros. Se vivencia de reír juntos.
5-
Función
defensiva
En
ocasiones el humor se utiliza para defenderse de sus adversarios. Se consigue
reír uno de sus propias faltas o dificultades antes de que lo hagan los otros.
Por medio de esta función se consigue debilitar y contener los ataques
explícitos o entrevelados de los supuestos enemigos. Uno se muestra frágil y
sobre todo humano, lo que hace ganarse la aprobación y sobre todo afecto de sus
contarios.
6-
Función
intelectual
La
utilización del humor en la educación hace desarrollar el componente cognitivo
y racional de los sujetos.
Ayuda
a desterrar los pensamientos distorsionados. Favorece el análisis de las
situaciones teniendo en cuenta todos los elementos que la conforman. Ayuda a
establecer conexiones nuevas. Se potencia la imaginación como herramienta para
conseguir el deseado cambio de la sociedad.
7-
Función
pedagógica
Ante
la pedantería del método, el sentido del humor aplicado al campo educativo
consigue que se mejore y agilice los procesos de enseñanza y aprendizaje.
Asimismo ayuda a mejorar la relación entre los agentes protagonistas de la
educación. Dicho de otra manera más sencilla, por medio del sentido del humor
se enseña mejor y se aprende con mayor facilidad.
8-
Función
terapéutica
No
podemos obviar la función terapéutica del humor cuando hablamos de la educación
desde el punto de vista de la prevención terciaria o resocialización
terapéutica.
Justificación de
una enseñanza con humor
Jesús
Damián Fernández. Pedagogía del humor (en "El valor terapéutico del
humor", Desclée De Brouwer. Bilbao, 2002)
"Aplicar el sentido del humor
en la educación nos ayuda a superar las frustraciones, a relativizar los
fracasos, a sobrellevar los desencantos, a desterrar los momentos de apatía y
desánimo con el objetivo de establecer una buena comunicación con nosotros
mismos y con el entorno en donde realizamos nuestra labor educativa.
"Asimismo el sentido del humor empleado en el campo educativo nos proporciona nuevas perspectivas para analizar la realidad. Nos descubre divertidas formas de enfocar nuestro trabajo. Nos muestra nuevos métodos de intervención. Nos invita a estar más despiertos. Potencia nuestro ingenio y creatividad. Ayuda a construir y diseñar originales instrumentos y recursos educativos."
"Asimismo el sentido del humor empleado en el campo educativo nos proporciona nuevas perspectivas para analizar la realidad. Nos descubre divertidas formas de enfocar nuestro trabajo. Nos muestra nuevos métodos de intervención. Nos invita a estar más despiertos. Potencia nuestro ingenio y creatividad. Ayuda a construir y diseñar originales instrumentos y recursos educativos."
Por último aplicar el sentido del
humor como elemento didáctico motiva a los educandos para el aprendizaje. Los
predispone en una inmejorable actitud positiva. Posibilita un clima distendido
y agradable. Favorece la empatia del educador. Potencia la simpatía entre el
educador/educando. Facilita nuevas herramientas de trabajo. Ejercita creativas
destrezas y habilidades docentes.
Dimensión cognitiva
del humor
Los
estudios sobre el humor coinciden en que éste tiene una dimensión cognitiva:
permite o facilita el acceso al conocimiento.
- Por un lado, como dice Peter
Berger, la perspectiva humorística (la visión desde el humor) desvelaría
aspectos de la realidad que cuestionan los prejuicios o puntos de vista
subjetivos del observador.
- Por otro lado, esta perspectiva
permitiría captar aspectos de la realidad ocultos desde una visión
"seria", no humorística.
Tanto
la superación de la subjetividad como el descubrimiento de otras perspectivas
de la realidad tienen una importancia fundamental en el mundo educativo, ya que
son condiciones imprescindibles para cualquier aprendizaje creativo y
liberador. Con más razón, en el campo de la educación en valores.
Con este
objetivo, la incorporación de la dimensión cognitiva del humor se puede
plantear a través de dos vías: como propuesta de trabajo dentro de una materia
concreta (tomando como punto de partida y motivo de reflexión el chiste, el
gag, la película cómica, la música humorística, etc.), o como actitud general
(el sentido del humor) promovida por el educador en las relaciones del aula.
En relación a la
primera vía (en la que basamos las propuestas que presentamos), quizás nos
pueda servir de referencia y estímulo los chistes que los humoristas gráficos
publican en los medios de comunicación, al constatar como de hecho imparten (al
menos en ocasiones) una especie de "educación no formal" de la
sociedad, a veces con un alto grado de incidencia y efectividad. La segunda
vía, la importancia de la incorporación del sentido del humor a las actividades
cotidianas, la comentaremos más adelante.
"La falta de sentido del humor
es una desventaja cognoscitiva: excluye la posibilidad de determinadas
percepciones y puede que incluso impida el acceso a todo un ámbito de la
realidad."
Peter Berger. Kairós. Barcelona, 1999
Peter Berger. Kairós. Barcelona, 1999
Precauciones:
Teniendo
en cuenta el marco educativo en el que nos movemos, la descripción hecha
anteriormente de los modelos humorísticos adecuados a nuestros propósitos
habría que completarla con lo que podríamos llamar el principio de la
oportunidad o del "uso juicioso" del humor en el aula:
"El éxito de enseñar con humor
dependerá de qué tipo de humor se usa, si se hace bajo circunstancias
apropiadas, en el momento oportuno y de la manera pertinente".
Carlos Alemany y Raúl Cabestrero. "Desarrollo del humor: estudios e investigaciones" (en "El valor terapéutico del humor", Desclée De Brouwer. Bilbao, 2002)
Carlos Alemany y Raúl Cabestrero. "Desarrollo del humor: estudios e investigaciones" (en "El valor terapéutico del humor", Desclée De Brouwer. Bilbao, 2002)
En
este sentido, será adecuado además tener presente la reflexión que nos hacen
los mismos autores sobre algunos eventuales peligros del uso del humor. Una
reflexión que, adaptada libremente al entorno educativo (el texto original está
orientado a la relación entre terapeutas y pacientes), podría quedar así:
- Un educador inseguro
puede emplear el humor como defensa en lugar de como medio para transmitir
los valores y/o conocimientos oportunos.
- Eventualmente, esta
inseguridad puede llevar al educador, en un momento dado, a emplear la
sátira sobre alguno de los alumnos (con el peligro añadido de que el
alumno satirizado sea a su vez objeto de actitudes despreciativas o
agresivas por parte de otros alumnos o del grupo en general).
- El educador puede
priorizar la búsqueda de la propia popularidad sobre la transmisión de
valores o la exposición de la materia correspondiente, distorsionando los
auténticos objetivos y poniendo en peligro su consecución.
- Si no se emplea con
cuidado el humor, el educador puede transmitir la idea de que la materia
correspondiente no es algo importante, con lo que puede desviar la
atención de los alumnos de la verdadera finalidad de la actividad.
- Esta falta de cuidado también puede fomentar las salidas de tono y las payasadas por parte de los alumnos (sin ninguna relación con el sentido del humor que se pretende fomentar), dificultando por lo tanto el trabajo serio y en profundidad que se persigue.
Peter Berger, por su parte, nos advierte:
"La capacidad de ver las cosas
desde una perspectiva cómica no es necesariamente una cualidad moralmente
admirable. La aptitud para lo cómico puede emplearse para una serie de
objetivos moralmente reprobables. De hecho (...) el ingenio se puede ejercer
con malicia y puede ir asociado a una actitud de nihilismo moral."
Risa redentora. Kairós. Barcelona, 1999
Risa redentora. Kairós. Barcelona, 1999
En
definitiva: como sucede con todas las herramientas, dependerá de la habilidad y
la honestidad con que se utilice el humor que los resultados que se obtengan
sean más o menos positivos. Lo que está fuera de toda duda en cualquier caso es
que las posibilidades que ofrece el humor en el aula son muchas (como actitud
en general, y como material de trabajo en propuestas concretas). Las cautelas
expuestas no pretenden desincentivar su utilización, sino recomendar su uso
atento y responsable.
grupo humor aula 2007
El
humor en educación
Todo ha
cambiado enormemente
en los últimos años a nivel mundial. ”Estamos asistiendo a la irrupción de lo
precario, lo impreciso, lo informal en esta fortaleza del empleo de occidente.
.. La inseguridad se va
extendiendo y será endémica en capas medias aparentemente bien situadas...
pronto sólo uno de cada dos empleados tendrá un puesto de trabajo fijo a tiempo
completo”. Parece como una marea negra que se extiende por doquier.
Nosotros nos enfrentamos a nuevas
situaciones en el trabajo, queremos resolver los problemas como hace años. Y
las soluciones no funcionan. Los alumnos
son más difíciles hoy día. Ya hay muchachos que se enfrentan
abiertamente. A estos hechos se añaden actos de gamberrismo, pintadas en
pupitres o paredes, desapariciones de móviles, libros, compases o rotuladores,
que realmente le hacen a uno pensar que si una de las asignaturas de la carrera
hubiese sido “investigación policial”, uno estaría con más recursos ahora.
La autoridad y el respeto a los
profesores, que antes era normal, ahora los tienen que ganar a pulso clase a
clase. Los padres apoyaban
el trabajo del profesor. Ahora, con frecuencia hacen lo que sea para defender
siempre a sus hijos.
Todo
esto hace imprescindible que se produzca un cambio en la manera de educar de
los docentes. Un nuevo modelo de enseñanza que cada vez más se extiende en
múltiples empresas y trabajos es la enseñanza desde el sentido del humor.
Definición
Definir
lo que es el sentido del humor no es tarea fácil. Se trata de un concepto
que designa una actitud humana, un determinado talante ante la realidad en que
vivimos y, por tanto no es un simple fenómeno, un hecho que podamos aislar,
analizar y catalogar al lado de otros. Si se atiende a sus manifestaciones
externas de modo exclusivo o principal, puede llegarse a desvirtuar su naturaleza,
y no ser capaces de entender su profundo sentido: una persona con cosquillas
fáciles no es, obviamente, una persona con sentido del humor, aunque éste se
encuentre muy ligado a la risa y a la sonrisa; ni tampoco un espíritu burlón es
fruto del sentido del humor, sino más bien su degradación o empobrecimiento. El
sentido del humor se relaciona con rasgos tales como agudeza, finura, alegría,
oportunidad, serenidad, ecuanimidad y muchos otros. Pero intentar su
comprensión por medio de estos rasgos característicos
puede ocultar su naturaleza en una maraña analítica de factores y sus
relaciones. Por todo esto, en las líneas que siguen se intentará una
explicación del sentido del humor partiendo de la definición de distintas
personas.
Atendiendo
a la definición de Octavio Paz:
"Aprender a ser libres es aprender a sonreír". Se debe aprender a
poner de relieve la importancia del sentido del humor en la vida cotidiana.
Entendiendo por sentido del humor concretamente la capacidad de saber reírse de
uno mismo, de no tomarse demasiado en serio y, por lo tanto, la capacidad
también de aumentar nuestra empatía hacia los demás. El sentido del humor así
entendido es una buena herramienta (no la única, pero sí muy útil) para
conseguir nuestros propósitos: la construcción de un mundo más amable y más
justo, en el que los derechos de todos sean más respetados. Estamos convencidos
de su utilidad y de su alta rentabilidad: todos, alumnos y profesores, podemos
sin duda aprender a utilizarlo de forma saludable, sacándole un mayor partido.
Eduardo
Galeano afirma que "El derecho de soñar no figura entre los treinta
derechos humanos que las Naciones Unidas proclamaron a fines de 1948. Pero si
no fuera por él, y por las aguas que da de beber, los demás derechos se
morirían de sed". Él piensa que sin
sentido del humor, los derechos humanos quizás no se morirían de sed... pero
sin duda la tristeza los acecharía y, a lo mejor, se morirían de melancolía.
Ricardo Yepes Store define el
sentido del humor como: "El
sentido del humor es sentido del fin, y esto es, así mismo, esencial en
educación. El educador precisa, antes que nada, saber cuál es el fin de su
acción, porque sólo así sabe utilizar eficazmente los medios de que dispone, y
sabe incluso encontrar nuevos medios. Le es esencial al educador tener un
sentido profundo del fin para no caer en una trampa mortal que Buchíer llamaba
"adoración del método". Educar no es conocer bien los métodos
educativos, sino tener sentido del fin y poder, así, convertir los medios en
métodos educativos. La metodología educativa puede aconsejar una acción, pero
si la realidad aconseja otra, el educador prudentemente desatenderá la
metodología. Y lo hará con sentido del humor, con alegría; sabiéndose reír de
esa metodología que le era tan querida."
Por
último Germán Payo dice que su definición más adecuada de sentido del humor es
“el modo diferente de ver la realidad, que determina un modo de sentir y
actuar, o como decía Mingote el humor es darse cuenta de que todo es relativo.
La
pregunta que surge entonces es: ¿se puede desarrollar el sentido del humor? Hay
gente que parece que ha nacido con el ingenio puesto y reaccionan ante todo con
la maestría de un profesional de la comedia. Germán Payo dice que el modo de
ver, dirigido a nosotros mismos y a lo que nos sucede, puede entrenarse,
volverse más flexible, más creativo, más divertido y eso está al alcance de
todos, no sólo de los más graciosos, con un poco de entrenamiento. La razón es
que todos somos inteligencia y podemos usarla.
Esta afirmación es básica para
fundamentar el proyecto que desarrollaremos más adelante. Nuestro objetivo será
enseñar a los profesores de centros de educación primaria a impartir la
docencia desde el humor para evitar problemas como el estrés.
¿En qué consiste?
El
que tiene sentido del humor es un buscador incansable del ser real de las
personas en medio de las apariencias inmediatas que se traducen en el humor,
bueno o malo. Es un rastreador constante de la alegría, como primer efecto de
esa consideración de la bondad del ser personal.
Por eso, es un buscador de la risa y de la sonrisa. Pero no toda risa y toda
sonrisa le satisface, sino sólo aquélla que surge de la búsqueda de lo bueno en
medio de lo que parece malo. De ahí que la burla, el sarcasmo y -frecuentemente
la ironía no sean manifestaciones del sentido del humor, aunque te hagan reír o
sonreír; pues éstas, en efecto, no responden a esa búsqueda de la bondad
permanente en medio de los humores transitorios. Por el contrario, la burla y
el sarcasmo persiguen resaltar lo malo, lo defectuoso. Un ejemplo está en las
parodias o imitaciones personales: pueden hacerse con sentido burlesco,
acremente, exagerando los defectos y complaciéndose en ellos; pero también
pueden hacerse con sentido del humor, con dulzura, mostrando tanto los defectos
como las buenas cualidades, enseñando el humor de la persona parodiada, es
decir, dando ligereza a lo que resulta de suyo grave o solemne. La parodia
hecha con sentido burlesco invita al menosprecio; en cambio,
la parodia que proviene del sentido del humor propicia el cariño entrañable a
la persona parodiada. Por eso, se considera propio del humorista el que dirige
su sentido del humor hacia sí mismo en primer lugar.
Decía Hermann Nohí: un
niño es una cosa muy seria, pero, ¿quién puede tomárselo en serio solamente?
Para este autor, el sentido del humor es uno de los tres rasgos principales que
conforman el ser del educador.
Objetivos del humor en educación
Cualquier
manifestación humorística puede ser usada con intención educativa. Así, la
llamada Psicología positiva impulsa todo lo necesario para que el
cuerpo fortalezca la salud. Sus objetivos son:
- Potenciar una serie de
cualidades y recursos personales que desarrollen la salud mental.
- Prevenir los
trastornos.
- Fomentar la agilidad
mental.
- Ayudar a mantener la
constancia.
- Exaltar el entusiasmo
del docente.
- Fomentar el control de
los impulsos, el tesón.
- Ejercitar la intuición.
- Mejorar las habilidades
sociales.
- Ayudar a adquirir
una percepción adecuada de las
situaciones.
- Dominar el manejo de
las emociones.
- Aumentar la paciencia.
- Intensificar la
curiosidad y
- En definitiva mejorar el
sentido del humor.
Sin más, debemos recordar que la
educación no es una mera habilidad para hacer que las personas actúen a su
antojo y aprendan cuanto uno desee. La educación es también escuchar, elegir el
momento adecuado y permitir al alumno manifestarse espontáneamente, facilitando
su felicidad, la sociabilidad y el desarrollo de sus facultades emocionales. Y
para ello ¿Qué mejor instrumento que la risa?
BIBLIOGRAFÍA
-
Díaz
Martínez, José Ramón. Proyecto: “El sentido del humor, su repercusión en la
calidad de vida de adultos y mayores”.
-
Payo
Losa, Germán “Taller: Prevención de
riesgos psicosociales a través del humor. Reírme de mí mismo”.
-
Payo
Losa Germán (1994), Cuando el humor entra en la escuela. Rev. Cuadernos de
Pedagogía nº 228
-
Página
Web: www. Monografías.com.
-
Camacho
Pérez, Salvador “El humor en la educación”
Universidad de Granada.
-
Damian
Fernández, Jesús. Pedagogía del humor (En “El valor terapéutico del humor”,
Desclée de Brouwer. Bilbao, 2002.
-
Larrauri,
Begoña. (2006). Programa para mejorar el sentido del humor. Madrid: Pirámide