El aspecto más relevante que
indica una adecuada salud mental en un individuo a cualquier edad es
la valoración satisfactoria que este hace de sí mismo, de su
entorno y de cómo maneja este entorno.
A lo largo de la vejez,
diversas circunstancias cambian, y algunas de ellas están en
relación con pérdidas a distintos niveles (muerte de seres
queridos, tener una enfermedad crónica, etc.) que confluyen en este
periodo de de la vida e influyen de forma importante en el estado de
ánimo y por lo tanto en su bienestar. La tristeza es una reacción
frecuente ante este tipo de experiencias.
Un
primer paso para superar la tristeza es convencerse de que se puede
superar.
En este artículo queremos
ver cómo vamos a desechar la tristeza mejorando el grado de
bienestar psicológico a través de la realización de actividades
que den sentido a la vida cotidiana y permitan el disfrute y
desarrollo personal.
Vamos a:
-
Saber diferenciar cuando una reacción de tristeza es normal y cuando es patológica.
-
Entender de qué depende el bienestar psicológico.
-
Prevenir estado depresivos.
-
Profundizar sobre el efecto positivo que la actividad tiene sobre el bienestar.
-
Incrementar el número de actividades agradables y la satisfacción que nos producen.
A lo largo de la vida suceden
múltiples cosas: cumplimos años, tenemos peores condiciones de
salud, mueren seres queridos, etc. Frente a estos cambios, una
respuesta emocional muy común es la tristeza. La tristeza es una
reacción normal e incluso "saludable" ante diversas
situaciones. No sería "sano" no reaccionar emocionalmente
ante una circunstancia que signifique perdida. Una filosofía de vida
saludable es aquella que acepta y supera vivencias negativas y
disfruta y se enriquece aceptándolas y superándolas.
La tristeza es un sentimiento
que coge todo el ser, provocando la caída del estado de ánimo, y
una sensación de pesar que se experimenta en el cuerpo, este se hace
lento, y en la mente, la cual se llena de pensamientos oscuros.
Con la tristeza reducimos la
atención focalizada en el entorno para centrarla sobre uno mismo.
La tristeza puede sobrevivir
tras haber sufrido alguna perdida personal (amor, trabajo, estatus,
sueños...) en cuyo caso puede que forme parte de una de las fases de
duelo por las que las personas atravesamos en estos casos. Quizá
también esté provocada por la caída de un ideal, que manteníamos,
sobre otra persona, o incluso sobre nosotros mismos.
La tristeza en ocasiones,
cursa un sentimiento de soledad, otras veces, tras una decepción, la
tristeza nos trasporta a un lugar de nuestro pasado donde las cosas
iban mejor y se trasforma en nostalgia.
Uno de los recursos más
eficaces de los que dispone nuestro organismo para aliviar la
tristeza es el llanto. Otras es la ira. La tristeza disimula con
frecuencia una gran indignación y un gran enfado. A muchas personas
que les cuesta la emoción del enfado se van con frecuencia a la
tristeza, y cuando se permiten enfadarse la tristeza se va
trasformando.
Saber diferenciar cuando
una reacción es normal o patológica es el punto de partida para
planificar cambios dirigidos a disminuir la tristeza y mejorar u
optimizar el bienestar o, en caso necesario, solicitar ayuda
profesional.
Diferencia entre estado de
tristeza y como esta se va convirtiendo en depresión enfermedad.
1. Tristeza: Implica
sentimientos de tristeza específicos relacionados con la vivencia
de alguna perdida ocurrida.
Depresión: La
tristeza se va asociando a perdida de interés por las actividades
cotidianas, falta de concentración, sentimientos de autocompasión y
desesperanza.
2. Tristeza: estos
sentimientos no se generalizan a otras situaciones y no repercuten en
los sentimientos de valía personal.
Depresión: los
sentimientos depresivos se generalizan a todos los ámbitos de la
vida.
3. Tristeza:
no influyen de forma significativa en el nivel de actividad cotidiana
ni comportan un retraimiento de las relaciones sociales.
Depresión: Aparecen
síntomas fiscos: insomnio, fatiga, inapetencia, etc.
4. Tristeza: Tienen
un límite en el tiempo. Cuando la circunstancia experimentada es
grave (como es la pérdida de un ser querido), la adaptación supone
un periodo de tiempo más prolongado que se caracteriza por la
asimilación y aceptación progresiva de la nueva situación.
Depresión: los
sentimientos de tristeza y depresión provocan una incapacidad para
realizar actividades cotidianas y repercuten en retraimiento social.
Esta problemática se prolonga en el tiempo.
Es importante afirmar que la
edad no parece ser un factor determinante que influya ni de forma
negativa ni positiva sobre el grado de bienestar. Son ciertas
condiciones externas que sobrevienen a la vejez (tener peor salud, no
poder valerse por sí mismo, etc.), las que influyen en el bienestar.
Pero, además, muchas de esas condiciones tienen que ver con recursos
personales, entendidos estos como las habilidades para relacionarse
con los demás, y, desde luego, las actividades que realizamos
dependerán esencialmente de nosotros mismos.
La importancia de ser una
persona activa
Existe una continuidad a lo
largo de la vida: las cosas que nos gustan, nuestras aficiones, se
mantienen y añadiría la curiosidad por aprender cosas nuevas y la
búsqueda de nuevas actividades.
Disfrutar con las cosas que
hacemos, hacerlas con entusiasmo y energía es una buena receta y
antídoto contra la tristeza, pues:
-
Mejoran la salud.
-
Contribuye al mantenimiento de habilidades funcionales.
-
Potencia el contacto con otras personas.
-
Generan un sentimiento de autoeficacia durante y después de su realización.
-
Mantiene y mejora la capacidad mental.
-
Propicia un pensamiento positivo.
-
Permiten el disfrute durante su consecución.
(Trabajo basado y ampliado
del libro de Roció Fernández-ballesteros "Vivir con
vitalidad")
La tristeza puede
llevarnos a La depresión
Hay muchas concepciones
distintas que se plantean como aliviar la depresión. Algunas
mantienen que las medicinas son la única manera; otras dicen que la
nutrición es mejor. En realidad, ambas influyen en nuestra química
cerebral y a su vez en nuestras emociones. Algunos dicen que la
práctica regular de la meditación es la mejor; otros afirman que lo
mejor es soltar las emociones reprimidas, y finalmente hay quien
dice que todo consiste en encontrar significado y propósito en la
vida.
Podemos cambiar como nos
sentimos:
-
Usando la mente.
-
Calmando nuestro sistema nervioso.
-
Moviendo el cuerpo de manera que refleje como queremos sentirnos.
-
Visualizando.
-
Ser agradecido.
-
Da amor.
Todas las maneras funcionan.
Pero la más rápida de todas para cambiar como nos sentimos en un
momento dado, y la que genera de un modo más fácil cambios a largo
término, es utilizar el cuerpo.
Partiendo sencillamente de
los músculos faciales varios investigadores de la Universidad de
Alaska, en Anchorage, pidieron a unos voluntarios que observaran
fotografías de personas que sonreían o fruncían el ceño. A la
mitad de los voluntarios se les pidió que miraran las caras, pero a
la otra mitad se les dijo que imitaran la sonrisa, o bien el ceño
fruncido. De una forma inmediata todos los voluntarios encajaron con
esos estados de ánimo. Los que imitaron la sonrisa disfrutaron de un
estado de ánimo más positivo. Los que imitaron el ceño fruncido no
se sintieron de tan buen humor. Los que se limitaron a mirar las
caras no sintieron nada. Y lo que resulta más interesante es que los
resultados fueron más acusados cuando los voluntarios copiaron las
expresiones faciales mientras se miraban en un espejo.
William James, sostenía que
"Nosotros, con nuestra conducta, con nuestra manera de
comportarnos, podíamos cambiar la forma en la que nos sentíamos".
Si esto lo aplicamos a la sonrisa, lo que quiere decir es que, si lo
natural cuando estoy contento es que sonría, también cuando elija
sonreír, aunque de entrada no me apetezca, acabare sintiéndome
contento. Por eso, "Si aprendes a gestionar tu cara, también
podrás gestionar tus emociones".
Mover ciertas partes del
cuerpo causa lo mismo. Cuerpo recto, hombros atrás balancear los
brazos con alegría mientras caminamos eleva nuestro estado de ánimo,
mientras que andar encorvado y mirar al suelo lo empeora.
Busca una postura: ponte
derecho, espinazo erguido, cabeza y ojos al frente, las piernas
abiertas a la altura de los hombros; los hombros hacia atrás y las
manos en las caderas. Nos generan confianza.
Otra herramienta es la
visualización, si
quieres crear algo en tu vida, si quieres lograr un objetivo o
alcanzar una meta, primero tienes que crearlo en tu mente, tienes que
visualizarlo, sentirlo y desearlo con toda intensidad. Esa visión
crea la energía para pasar a la acción y dar los pasos necesarios
hasta que se convierta en realidad.
El cerebro no distingue lo
real de lo imaginario. Por eso si nos imaginamos que actuamos como
"Soy lo bastante bueno para no estar triste", nuestras
redes neuronales cambiaran para reflejar que lo soy.
En los estudios sobre
neuroplasticidad que comparan la práctica física con la práctica
imaginada, los resultados son los mismos: el cerebro cambia con
independencia de que una persona este haciendo algo o imaginándoselo.
Como ya hemos dicho, el cerebro no distingue entre la realidad y la
ficción.
"la magia ocurre
cuando nos enfrentamos a nuestras dificultades, en lugar de intentar
evitarlas".
Visualizar y adoptar posturas
erguidas ayudan a salir de la depresión. Y recuerda "Tienes que
creer lo que vas a hacer".
Ejercicio propuesto por
David R. Hamilton en su libro "Lo que me gusta de mí"
-
Piensa en una situación donde tengas una baja autoestima. Podría ser miedo a relacionarte.
-
Ahora imagínate la misma situación, pero en un estado de "Soy lo bastante bueno". Imagínate en que posición estarías. ¿Cómo te moverías? ¿Tendrías la columna recta? ¿Y los hombros? ¿Como respirarías? ¿Qué dirías? ¿Cómo lo dirías? ¿Cuál sería el tono de tus palabras? ¿Hablarías rápido o despacio?
-
Representa esta escena mentalmente de cinco a diez veces mientras reconectas "Soy lo bastante bueno" en tu cerebro. Empieza recordándote que no estabas en la etapa de ser lo bastante bueno, pero tras visualizar la situación tres o cuatro veces, imagina tu comportamiento desde el espacio "Soy lo bastante bueno".
-
Repite este proceso de manera sistemática; diariamente o bien varias veces a la semana, hasta que en realidad compruebes que eres lo bastante bueno en esta situación.
Si cambiamos nuestro cerebro,
y la manera en que reaccionamos a los acontecimientos de la vida,
descubrimos que se abren nuevas posibilidades que antes sencillamente
no existían para nosotros. Así es que:
"Podemos imaginarnos
actuando con un nivel saludable de valía por uno mismo y nuestro
cerebro se conecta con este nivel saludable.
Si esta intuición todavía
no la has sentido, no desesperes. Sigue conectado con el "Soy lo
bastante bueno" y lograras que se te pegue. ¡La repetición!
Repetición y mas repetición...
La importancia de ser
agradecidos:
Nos dice Janice Kaplan en el
diario de Gratitud:
"Agradecida por
empezar mi año de vida en positivo. Feliz por aprender que la
gratitud puede reducir el estrés, mejorar el sueño y hacerme feliz.
Afortunada por tener un
diario precioso en el que solo escribiré pensamientos positivos
Agradecida por aprender que
no necesito cosas para ser feliz. Muy contenta por las experiencias
que puedo recordar. Afortunada por bajarme del carro del "quiero
más".
Agradecida por aprender
cómo influye la gratitud en nuestro sistema inmunológico y mejora
la salud en general. Feliz por descubrir que la gratitud reduce el
nivel de estrés. Impresionada por descubrir que la gratitud ha
acabado con mi dolor de cabeza.
Agradecida por ver la
gratitud como una acción, no solo como un sentimiento. Afortunada
por descubrir el lado satisfactorio de dar a los demás. Contenta por
ver gratitud por todas partes.
Agradecida por dejar de
dudar de mi misma. Agradecida por las personas de hace tiempo y de
ahora que saben valorar cada momento de la vida.
Feliz porque la gratitud ha
convertido el que iba a ser un año más en el mejor año de mi
vida."
Algunos de sus consejos:
-
Escribir todos los días tres razones por las que me siento agradecido. (una puesta de sol espectacular, el abrazo de un amigo...etc.)
-
Valora positivamente a las personas que tienes cerca, busca dos o más cualidades que creas que son buenas y díselas.
-
Cuando te levantes por la mañana, piensa en el precioso privilegio que es estar vivo, respirar, pensar, disfrutar, amar.
-
Encuentra algo positivo en cada conversación. Cuando alguien protestaba por el clima, yo alababa las bondades de la lluvia. "Estoy agradecida porque, al quejarme menos, me siento más feliz y valoro más las cosas."
-
Pensar en alguien que nos haya cambiado la vida a mejor y nos sentamos a escribirle una carta de agradecimiento. Debemos asegurarnos de que sea concreta y especifica, de unas trescientas palabras, y que describa lo que hizo esa persona y como nos influyo. A continuación nos citamos con la persona sin explicarle el motivo. Cuando llegamos, le leemos la carta sin prisas y con sentimiento. Y sin interrupciones. "a ver qué pasa" "como te sientes los días posteriores".
-
Escribe un diario de agradecimiento durante un año. En el vas a poner todo lo relacionado con los anteriores puntos.
Da amor:
Otro de los secretos para
tener una vida donde la tristeza encuentre sitio para anidar es ser
una persona con amor, ser amor. Vivimos esto de tres formas. Primero,
decidimos amarnos a nosotros mismos. Segundo, decidimos actuar con
amor hacia las personas más allegadas a nosotros (la familia, los
amigos, etc.). Y finalmente tenemos que decidir dar amor en todas
nuestras interacciones.
Existe una historia
maravillosa en la tradición navajo. Un anciano navajo le cuenta a su
nieto que a veces siente que hay una lucha en su interior, una lucha
entre dos lobos: uno
de ellos es el mal.
Es el lobo de la rabia, la envidia, el arrepentimiento, el
resentimiento, la arrogancia, la autocompasión, la codicia, la pena,
la inferioridad, la superioridad, la culpabilidad, el miedo a sanar
el cuerpo y el alma, el miedo al éxito, el miedo a explorar lo que
otros consideran la verdad, el miedo a ponernos en la piel de los
demás para ver una parte de su realidad a través de sus ojos y sus
corazones, con excusas vanas que nuestro corazón sabe que son
falsas.
El otro lobo es el bien.
Es el lobo de la alegría, la paz, el amor, la esperanza, la
serenidad, la humildad, la amabilidad, la empatía, la preocupación
por los que nos han ayudado aunque sus esfuerzos no siempre hayan
sido perfectos, el deseo de perdonarnos a nosotros mismos y a los
demás y darnos cuenta de que nuestro destino está en nuestras
manos.
El nieto reflexiona sobre lo
que ha escuchado y pregunta: "Pero abuelo, ¿Que lobo gana?"
y su abuelo le responde: "El lobo al que decidamos alimentar".
Debemos decidir actuar con
amor hacia las personas más cercanas y hacer que las relaciones de
amor sean una prioridad en nuestra vida.
Mucha gente, al avanzar en la
vida, es cada vez más consciente de la importancia de actuar con
amor, de la decisión de ser amable. Aprendiendo que actuar con amor
no solo es bueno para los demás, sino que también nos trasforma en
el proceso. Cuanto más nos centremos en actuar con amor, mas
encontramos la felicidad.
Hay una plegaria que se
utiliza en algunas meditaciones sobre el amor:
"Señor, déjame actuar
con amor desde el momento en el que salga de esta casa hasta que
vuelva a ella. Ayúdame para que cuando encuentre en mi camino a
aquellas personas para las que una palabra amable, una sonrisa o un
gracias puedan cambiarle la vida, no esté ocupada como para no darme
cuenta".
Y cuando decidimos actuar con
amor, dar amor a todas las personas que conocemos, cumplimos uno de
los propósitos básicos de la vida humana, que es hacer con nuestra
presencia que el mundo sea un lugar mejor.
Algunas reflexiones
"La
armonía tiene que ver con una profunda sensación interior que no
depende tanto como creemos de las circunstancias externas, sino que
tiene que ver con una sensación de paz, de estabilidad interna. No
depende del lugar ni del tiempo. Se experimenta en cualquier
situación y momento. Ese sentimiento lo dan una serie de cualidades
y valores positivos como la compasión, la bondad, el amor, la
honestidad, la empatía, y especialmente ayudar a los demás. Estas
virtudes son las que crean la sensación de plenitud. Es un estado de
realización personal en el que acumulamos emociones positivas y nos
despojamos de emociones negativas."
"Piensa cuales han sido
los mejores momentos de tu vida, los momentos que más te han llenado
e inspirado, los momentos que te hicieron sentir más pleno y
satisfecho. ¿Cuáles son las actividades que te han proporcionado
una mayor alegría o bienestar personal? ¿Que estabas haciendo? A lo
mejor fue la música, la pintura, el arte, el voluntariado, el baile,
la escritura, ayudar a otros, la aventura. ¿Qué es lo que
verdaderamente te apasiona y da sentido a tu vida? Ese es el mayor
descubrimiento que debes hacer.
"Tu vida es ahora y te
está esperando a que la vivas de verdad"
Me gustaría finalizar con
unas palabras del DR: Mario Alonso Puig:
"Busquemos una meta,
cultivando la atención para buscar el lado positivo de las cosas,
utilizando mas palabras estimulantes y menos palabras negativas,
haciendo ejercicio fisco, meditando, usando la imaginación para
visualizarnos frente a los retos como personas serenas, confiadas y
capaces, aprendiendo a descansar, teniendo una ilusión, un verdadero
propósito por el que vivir, cultivando la sonrisa, cuidando nuestra
alimentación, hablando mas unos con otros, aprendiendo a reírnos
mas, aprendiendo también a quitarle un poco el hierro a las cosas y,
finalmente, cooperando con otras personas y ayudándolas a tener unas
vidas más plenas."
Gracias Emi, por tus estupendas composiciones fotográficas, cargadas de tanta sabiduría.
BIBLIOGRAFIA:
FERNANDEZ-BALLESTEROS,
Rocío. (2009): Vivir con
vitalidad. ED. Orión
Ediciones.
HAMILTON
David R.: Lo que me gusta
de mí. (2015). ED. Urano
KAPLAN.
JANICE: El diario de la
gratitud. (2016). ED.
Zenith/Planeta