lunes, 13 de marzo de 2017

Llegar a viejo de la mejor manera posible y... un poquito más



"El objetivo de la existencia no es vivir largo tiempo, sino disfrutar de la vida"


Cómo lograrlo
"Hay un tiempo para preparar el terreno, otro para sembrar y otro para cosechar, no alteres esos momentos si quieres lograr tus objetivos".
Anónimo
Define tu objetivo
La mente necesita mensajes claros para actuar con eficiencia. Por tanto, primero y fundamental: define tu objetivo. Para Antonio Martin, psicólogo, director de la Clínica Belagua: "Definir metas hace que dirijamos nuestras acciones y esfuerzos hacia lo que queremos conseguir, ayudan a que nuestro cerebro desarrolle estrategias para alcanzarlas, y nos empuja a ser constantes y persistentes".
"De nada servirá tener las estrategias, los conocimientos y las habilidades si no tienes claro hacia donde te diriges-reflexiona el psicólogo-. Establecer un objetivo, naturalmente, no te garantiza su consecución, pero aumentará considerablemente las probabilidades de alcanzarlo", concluye el experto.
Un objetivo claro te ayuda a:
  • Mantenerte centrado.
  • Facilita la gestión del tiempo.
  • El establecimiento de prioridades.
  • Evita la dispersión y la pérdida de recursos.

El optimismo
No podemos hacer desaparecer los problemas, pero saber afrontarlos positivamente puede ayudarnos a llevar una existencia mucho más apacible y e consecuencia no precipitarnos de cabeza al proceso de envejecimiento.
El optimismo no tiene la capacidad de mejorar las cosas, pero sí nos permite verlas con otros ojos. Y es que, la dicha o la desdicha no depende tanto de los avatares del día a día, como del significado que le damos.
Ser optimista no significa:
  • Ponerse una venda en los ojos.
  • La pérdida de objetividad.
  • No es una postura ilusa e idealista.
Nada tiene que ver con la ausencia de problemas, sino con la habilidad de hacerlos frente. La persona optimista no es una ingenua ni se deja llevar por ideas prometedoras. Una actitud optimista no es hacer alarde de seguridad en uno mismo tomando decisiones a la ligera. Eso es imprudencia, no optimismo.
La alegría de vivir
Las personas que están siempre preocupadas o tristes ven su cara marcada de forma permanente con arrugas en la frente, entrecejo y comisuras, por no hablar de su mirada, pues esta actitud apaga su rostro y le resta cualquier atractivo. Así mismo, la excesiva preocupación o el pesimismo tiene reflejo en los efectos del mal descanso (bolsas, ojeras, piel apagada...) en el porte y en la presencia de la persona. "Suelen tener una actitud corporal hundida, con los hombros caídos y la mirada perdida".
La alegría es una emoción intensa, positiva y gozosa, que nos ayuda a vivir la vida con más ligereza: emoción primordial, gratuita y generosa.
Dice Fernando Savater en ética para Amador que la alegría es un "sí" espontáneo a la vida que nos brota de dentro, a veces cuando menos esperamos. Un "sí" a lo que somos, o mejor, a lo que sentimos ser. Quien tiene alegría ya ha recibido el premio máximo y no echa de menos nada. Supone un estado de satisfacción que lleva a la persona a realizar hechos espléndidos y generosos, a ofrecer su buena energía a todos cuantos nos rodean.
"Si exagerásemos nuestras alegrías, como hacemos con nuestras penas, nuestros problemas perderían importancia".
Anatole France
"Para que pueda surgir lo posible, es preciso intentar una y otra vez lo imposible".
Hermann Hesse

Las tres principales claves emocionales de la longevidad


Querer llegar a viejo
Si usted quiere llegar a viejo, deberá considerar que, realmente, se trata del mayor bien que el destino le puede otorgar. Nunca más piense en la vejez como algo malo, acabado o penoso.

Estar convencido de que llegará
No debe tener ninguna duda de que llegará a ser muy viejo, pleno de facultades. No piense más en la vejez como algo malo, acabado o penoso.
Tener una gran fe en nosotros mismos, estar seguro de nuestras capacidades de realizar todo cuanto nos propongamos en la vida.

Tener una razón para llegar
Ten un motivo que conduzca tu vida. Aquello por lo que merece la pena luchar, la mayoría de las personas que tienen muchos años, tiene un motivo importante, algunos de ellos:
  • Dejar huella en este mundo.
  • Alcanzar sus sueños.
  • Cuidar familiares.
  • Cuidar personas desvalidas.

Espiritualidad y salud
La espiritualidad es un sentimiento gratificador de conexión emocional profunda con algo que se encuentra fuera, que puede ser creencias religiosas, solidaridad, el amor, la libertad o el resultado de una sintonización especial con la naturaleza.
La verdadera belleza es la expresión externa de la salud y el equilibrio. La palabra salud, en sanscrito es "swasta", y significa estar conectado con el ser interior que existe en cada uno.
El bienestar espiritual ayuda a mejorar la salud y la calidad de vida:
  • La espiritualidad aporta valores como: amor, perdón, agradecimiento, esperanza, paz y fortaleza, con lo que reforzar poderosamente la salud emocional.
  • Disminuye la ansiedad, la depresión, el enojo y el malestar.
  • Disminuye la sensación de aislamiento (sentirse solo) y el riesgo de suicidio.
  • Disminuye el abuso de bebidas alcohólicas y medicamentos.
  • Reduce la presión arterial y el riesgo de enfermedades cardiacas.
  • Provee de un sentimiento de crecimiento personal.
  • Proporciona una mayor satisfacción con la vida.
  • Otorga una mayor sensación de paz interior.
  • El bienestar espiritual también puede ayudar a vivir más y, sin duda, mejor.


Religiosidad y espiritualidad, no es lo mismo; en el primer caso se trata de personas involucradas en creencias, valores y prácticas propuestas por una institución organizada, y la búsqueda de lo divino se logra a través de una manera concreta de vivir.
La espiritualidad puede definirse como la búsqueda de lo sagrado o de lo divino, a través de cualquier experiencia de la vida.


Solidaridad y bienestar
Ayudar, tender una mano a otro cuando lo necesita, hace que el organismo libere determinadas sustancias químicas, como la dopamina, la serotonina y la oxitócica, que generan una agradable sensación de bienestar. "la dopamina, tiene un efecto calmante, al igual que la serotonina, que es una sustancia química utilizada para tratar la depresión", señala Stephen, profesor de medicina preventiva en la universidad de Stony Brook en Nueva York y autor de The Hidden Gifts of Helping.
La solidaridad es un valor que se puede definir como la toma de conciencia de las necesidades de los demás y el deseo de contribuir, y de colaborar, para su satisfacción. Como el acto mediante el cual una persona realiza acciones en beneficio de otro sin recibir nada a cambio. Compartir tiempo con los demás, ocuparse de otros, no solo genera felicidad, sino que es bueno para la salud.

De qué debemos huir

El miedo
Porque nos desconocemos, estamos llenos de miedos. Miedo al amor y miedo a la muerte. Miedo a nosotros mismos y a los otros. Miedo al abandono y al fracaso. Miedo a la soledad que provocamos y a la compañía que tenemos. Miedo a la dependencia y también a la libertad. Miedo a la oscuridad de cualquier clase y a las imágenes de la muerte. Miedo a la vejez, que nos pone de empujón frente a lo que somos y hemos sido, frente a lo que hemos dejado de ser y frente a lo que seremos. Miedo a la nada, y miedo, que cosa tan terrible, al mismo Dios.
Antonio Gala.
Las afueras de Dios.
Sentimos miedos irracionales, excesivos, demasiado intensos, demasiado largos, responsables de la gran mayoría de nuestras limitaciones. El miedo, sin duda, nos protege de los peligros, pero el temor a sentirlo puede ser tan dañino como sus causas los temores que no responden a una amenaza real suelen gestarse en el pasado, en las vivencias negativas que un día ocurrieron o proyectarse hacia el incierto futuro. "Vivamos entre el recuerdo y la imaginación, entre fantasmas del pasado y fantasmas del futuro, reviviendo peligros viejos e inventando amenazas nuevas, confundiendo realidad e irrealidad".
Te has preguntado qué harías si no tuvieras miedo?
Dedícale sólo unos segundos, sin que nada te interrumpa. Medítalo. Haz una lista de las limitaciones que provocan tu miedo: qué mundo te impide conocer, qué personas te obliga a evitar, qué actividades dejas de realizar. Es probable que te sorprendas. Interpretar los retos como amenazas, significa ver los desafíos en relación con sus posibles consecuencias negativas en vez de las positivas, haciendo más énfasis en qué puedes perder en lugar de dar una oportunidad a lo que podrías ganar.

"El miedo está siempre dispuesto a ver las cosas peores de lo que son".
Tito Livio
"Si haces lo que siempre has hecho, obtendrás lo que siempre has obtenido".
Anónimo

La culpa
La culpa es una emoción tan invasora y abrumadora que, rara vez, somos conscientes de ella. mujeres que viven inculpándose, sin consuelo, por no haber acertado con la educación de los hijos, por haber tomado determinada actitud, por haber pronunciado aquellas palabras por no haber atendido suficientemente a tal persona, por haber hecho el ridículo delante de alguien que consideraban importante...
Incluso por no haber hecho lo que otros esperaban de nosotros: "No estuve allí cuando me necesitaban", "le di un gran disgusto", "esperaban otra cosa de mí", "creo que le he decepcionado". Detrás de todas estas angustias se esconde el temor a dejar de ser queridos: "La consciencia de culpa es, más que todo, una angustia frente a la pérdida del amor". Resumía Freud.

Las creencias: ideas que envejecen
"Somos lo que pensamos"
"Si quieres saber cómo será tu cuerpo mañana, observa tus pensamientos hoy"
Proverbio Hindú
Cientos de estudios demuestran que las personas que tienen pensamientos positivos logran una existencia más longeva, mayor calidad de vida, una piel más joven y menos problemas cardiovasculares.

"La realidad se origina en las percepciones. Al cambiar sus percepciones, usted modifica su realidad. Al cambiar la percepción sobre su cuerpo, su envejecimiento y el tiempo, podrán revertir su edad biológica.
DepraK Chopra

"No vemos las coas tal como son, sino tal como somos".
Talmud

"la mayoría de las personas buscan la autoconfianza y el autorrespeto en todas partes menos dentro de sí mismas, y por ello fracasan en la búsqueda".
Séneca
"Procúrate, cada día, un tiempo. Aunque sean unos minutos de silencio con los ojos cerrados, sin música, sin ruido. Estar contigo mismo, se trata de calmar tu mente.

La queja
Contrariamente a lo que muchas personas piensan, la queja no nos sirve de válvula de escape, muy al contrario, aumenta nuestro malestar. La explicación es sencilla y nos resultara familiar: al enfocar nuestra atención en lo que está mal, lo estamos agrandando. Al quejarnos, criticar o juzgar, emitimos pensamientos y, por tanto, energía negativa que se vuelve hacia nosotros como un búmeran, pero aumentada.

Superar los 100 años


Llegar a los 100 años, empieza a convertirse en una expectativa realista para muchas personas. Ya no sólo se llega a viejo, se llega a ser "muy Viejo" e incluso en condiciones físicas y mentales plenas.
Científicamente se está probando, que quien vive 100 años vive mejor que quien vive 80. ¿Cómo es posible? El geriatra de la universidad de Boston Thomas Perls, descubre que las personas que llegan a superar los 90 años, generalmente conocidas como los "viejos más Viejos", suelen ser más saludables y ágiles que los ancianos de 80. Esta idea, hoy contrastada científicamente, hace pensar a los gerontólogos que las personas centenarias son un grupo de población saludable y generalmente poco comprendido. Lo que nos sugiere este tipo de datos, que los ancianos que más tiempo sobreviven están más preparados para superar las enfermedades propias de la edad. Se trataría, por tanto, de una especie de "supervivencia del más fuerte"; por algún motivo desconocido, algunos individuos resisten mejor que otros el paso del tiempo. Ellos no solo viven más, sino que viven mejor. Esta tesis de la "supervivencia del más fuerte", nos llevará a conocer mejor los mecanismos del envejecimiento no sólo en centenarios sino en toda la población mayor.


Centenarios en Japón

Nos dice Junko Takahashi:
El país nipón volvió a batir en 2016 el record mundial de centenarios registrados, 65.692 en total, según los datos publicados por el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar. Esta cifra pone de manifiesto un crecimiento extraordinario desde que se inicio el censo en 1963: Hoy hay 402 veces más centenarios que entonces, y su número no ha dejado de aumentar desde 1971."
Nos dice también: "Cuando empecé a investigar sobre los centenarios activos y las claves de su longevidad, imaginaba que encontraría con facilidad todo lo que tienen en común y con esta información, podría sacar una receta para vivir cien años. Pero mis expectativas se derrumbaron, de inmediato, en cuanto hable con la primera persona centenaria a la que entreviste para mi investigación. Y mi confusión aumentó a medida que hablaba con más centenarios. Pues lo primero que descubrí fue que cada persona tiene su modo y manera de vivir.
Le comente mis dudas al gerontólogo Nobuyoshi Hirose, del centro para la investigación de Supercentenarios de la Universidad de Keio (Japón). Este científico, que ha estudiado a más de 800 personas centenarias, ha llegado a la conclusión de que cada una de ellas vive a su propia manera, lo que significa que hay tantos modos de vida diferentes como centenarios. Unos son tan ordenados como un reloj, pero otros actúan tal como manda el instinto y duermen y comen cuando y lo que les da la gana; también los hay que disfrutan del alcohol, mientras que algunos no prueban ni una gota.

 
Encontré otras cosas en común aparte de sus muchos años: tienen una mente libre y son muy luchadores. Me pareció que estaban ávidos de disfrutar de la vida y desde luego no les importaba nada su edad. Tengo la impresión de que son libres y honestos. Honestos en el sentido de que persiguen sus deseos y no se mienten a si mismos. Si quieren hacer algo lo hacen, sin importarles lo que piensen los demás.
 
La importancia de una buena alimentación
Una reducción de un 30 por ciento en las calorías consumidas es difícil de mantener en la mayoría de las personas, pero es la cifra que hay que perseguir.
A partir de los 60 años de edad, las necesidades más imperiosas se centran en los aminoácidos, oligoelementos, ácidos grasos y antioxidantes. Las grasas no deben superar una proporción del 15% de la dieta total y exclusivamente de características poliinsaturadas. Las proteínas deberían aumentarse hasta al menos un 25% de la dieta total, puesto que la gran abundancia de tejidos desgastados necesita de un mayor aporte proteico para reconstruirlos. No obstante, la menor eficacia del sistema renal para depurar el ácido úrico, obliga a una disminución drástica de las proteínas de origen animal. Sin embargo, las proteínas que se encuentran en los cereales integrales y a pesar de tener una calidad biológica inferior a la carne, son mejor aprovechadas por su buena disponibilidad neta. Una suplementación en aminoácidos esenciales podía ser recomendable, ya que a partir de ello el organismo fabricaría las proteínas necesarias.
A esa edad vuelven a tomar protagonismo los hidratos de carbono complejos presentes en los cereales, tal y como ocurre en la niñez. Las papillas, los cereales en el desayuno e incluso los azúcares naturales como la miel, la melaza o el azúcar moreno no integral, serían altamente recomendables en la vejez.
Sobre la importancia de las frutas destacaremos en primer lugar la reina de todas ellas, la manzana, seguida de las uvas, las peras, los dátiles, los higos y la piña, tesoros de la naturaleza. Siempre bien maduras.
Finalmente, los frutos secos constituyen un recurso para las personas inapetentes, pues en cada uno de ellos está todo lo necesario para la vida. El problema es que al tratarse de alimentos concentrados requieren una larga masticación que no siempre es posible. Triturarlos previamente sería una buena solución.

Ver:
Videos de Adolfo Pérez Agustí sobre revertir el envejecimiento
https://www.youtube.com/watch?v=ecZy2F8XE1k
https://www.youtube.com/watch?v=2VuFnTlmi9o

Y el libro del Dr. Andrew Weil... "Las fuentes de la eterna juventud"


Bibliografía:

FREIRE RODRIGUEZ, Carlos y FERRADAS CANEDO, María del Mar. Calidad de vida y bienestar en la vejez. ED. Pirámide.
BOSCH, Mª José. Manual Antiaging. 2015
PEREZ AGUSTI, Adolfo. Como vivir 120 años, de la utopía a la realidad. Ediciones Obelisco.
TAKAHASHI. Junko. El método Japonés para vivir 100 años. ED. Planeta 2017.
DE HENNEZEL. Marie. La suerte de envejecer.