"Añoro
cumplir una tarea grande y noble, pero mi principal obligación es
cumplir pequeñas tareas como si fueran grandes y nobles." HELEN
KELLER
¿Cómo aplicar el kaizen a tu vida cotidiana?
Existen
diferentes formas de aplicar esta filosofía, pero puedes comenzar
planteándote algunas preguntas básicas:
-
¿Qué resultados deseas alcanzar?
-
¿Qué hábitos necesitas poner en práctica para alcanzar esos resultados?
-
¿Cuál es el pequeño paso más grande que puedes dar para empezar a formar esos hábitos?
Esta estrategia alternativa
para el cambio se llama Kaizen. El kaizen se resume en este familiar
pero poderoso refrán:
"Un viaje de mil
millas comienza con un primer paso."
La belleza y el desafío del
kaizen es que requiere fe. No necesariamente fe religiosa, o un
rígido e irreflexivo compromiso, peros sí la creencia en el poder
de tu cuerpo y tu cerebro para llevarte a donde necesitas ir. Dando
pasos pequeños, orientas tu brújula mental hacia una nueva
dirección, permitiendo que tu mente haga el resto.
Trata de ver el kaizen como
un proceso que nunca se acaba. No lo olvides en un cajón una vez que
hayas alcanzado tu objetivo. El kaizen nos invita a ver la vida como
una oportunidad de mejora continua, para buscar siempre estándares
más elevados y ampliar las posibilidades.
Nos dice John Wooden,
entrenador de baloncesto universitario:
"Cuando mejoras un poco
cada día, al final ocurren grandes cosas. Cuando mejoras tu forma
física un poco cada día, al final se produce una gran mejora en tu
forma física. No mañana, ni al día siguiente, pero al final has
hecho un notable progreso. No hay que buscar mejoras rápidas y
espectaculares, sino mejoras pequeñas, día a día. Esa es la única
forma en que ocurren, y cuando lo hacen, permanecen."
Considera que el
kaizen significa ir a tu propio ritmo, esforzarte cada día
un poco más, llegar cada día un poco más lejos, pero sin
presionarte demasiado.
Únicamente
recuerda: aunque los pasos puedan ser pequeños, aquello que queremos
lograr no lo es. Comprometer tu vida en respetar y mantener tu salud
física; con la pasión, el riesgo y la excelencia de una carrera
profesional exigente; con la búsqueda de una relación satisfactoria
con otro ser humano; o la continua revisión cada vez mayor de tus
estándares personales, es empeñarse en objetivos poderosos, a
menudo elusivos y, en ocasiones, temibles.
Pero,
por ahora, todo lo que necesitas hacer es dar un pequeño paso.
Un
ejemplo:
Vamos
a hacer pequeñas acciones para acercarme a mis objetivos. ¿Y por
qué pequeñas acciones? Porque es mas fácil para conseguirlo y así
se evita el desánimo. Supongamos que eres desordenado y quieres
cambiar. Tienes dos opciones, la primera quieres hacerlo rápido, lo
tendrás complicado, seguro que abandonas perdiendo la confianza en
ti mismo.
Si
utilizas el método kaizen, irás paso a paso.
"Comenzarás
con tu bolígrafo, al que nunca pones la capucha después de
utilizarlo. Mañana te esforzarás por poner los lápices en su
sitio. El día después, clasificarás algunas cuartillas. Luego
ordenarás algunas fotocopias, luego algunas más, etc., en un
trimestre tendrás tu sitio de trabajo en orden, y seguro que sin
mucho esfuerzo."
¿Que
quieres ser más productivo en tu trabajo? Entonces intenta ganar
"algunos segundos" en tu horario. Sí, solamente algunos
segundos, ¡No más! Mañana, intentarás ganar aun una docena de
segundos y así poco a poco...paso a paso
A continuación, empieza poco
a poco. Al igual con pequeñas cosas:
¿Quieres empezar el hábito
de hacer ejercicio? Sólo haz una sola flexión de brazos tan
pronto como salgas de la cama por la mañana. A la mañana
siguiente, añadir otra. Y así sucesivamente. En dos meses, vas a
hacer 60 flexiones en la mañana. En un año obtendrás ejercicios
más intensos. ¿Queremos establecer una rutina en la mañana y
por la noche? Comienza por la noche y concentrate en los 10 minutos
inmediatamente antes de irte a la cama. Planea lo que vas a hacer
durante esos 10 minutos -puede ser tan simple como cepillarse los
dientes durante 2 minutos, uso de hilo dental en 1, y la lectura
de 7 – y convertirlo en un hábito. Cada día, añadir 5 minutos
más hasta que toda la noche se convierta en una rutina
satisfactoria. A continuación, a trabajar en la mañana. ¿Quieres
escribir un diario? En lugar de hacer una rutina de escribir una
página cada día, justo empieza la escritura de un minuto. Eso
es. Sólo se puede obtener una frase o dos, pero eso está bien. Al
día siguiente, añadir un minuto. En un mes, estarás escribiendo en
tu diario durante 30 minutos si eso es algo que quieres hacer.
¿Quieres empezar a leer más libros? Comienza con un verso.
Añade otro verso cada día, hasta que estés leyendo un capítulo
por día. ¿Quieres empezar a meditar? Comienza con un minuto de
ejercicios de respiración. Eso es. ¿Quieres bajar de peso? Corta
una bebida azucarada al día. O corta tu merienda habitual a
media tarde. Se entiende la idea. Piensa en el paso más pequeño
que puedas dar y que te moverán en forma ascendente hacia
tu objetivo. A continuación, intenta que sea aún más pequeño.
Al abordar grandes metas, por
lo general es aconsejable trabajar solamente en una meta a la vez,
pero con el enfoque Kaizen, trabajando en varias cosas a la vez será
enteramente factible.
Trata de hacer sólo un 1 por
ciento algo mejor que el día anterior. Empieza poco a poco y
haz tus incrementos graduales. Evita la tentación a impacientarse y
empieza a correr hacia adelante y da saltos más grandes. Tómalo con
calma, lento, constante y consistente. Simplemente trata de hacer
algo un poco mejor de lo que hiciste el día anterior.
Una vez que hayas alcanzado
tu meta, inicia un plan de mantenimiento, y a mantenerlo durante el
resto de tu vida. ¿Has perdido bastante peso? Sigue con el plan de
dieta / ejercicio manejable en el que estás, por tiempo indefinido.
¿Has llegado al punto en que estás leyendo 30 minutos al día?
Sigue así, y disfruta viendo cómo una biblioteca de libros leídos
se acumula año tras año.
El mejoramiento de ti mismo
no es un destino. Es un proceso. Es como el afeitado; a pesar de que
lo hiciste esta mañana, todavía vas a tener que despertar y hacerlo
de nuevo mañana. El proceso nunca termina.
Asigna
a cada una de esas pequeñas cosas una pequeña acción que suponga
una mejora. Que sea muy, muy fácil, tanto que no dudes que puedas
fracasar. ¿Puedes correr 1 solo minuto? Corre 1 minuto. Está bien,
ya se mejorará.
Hazlo.
En cuanto puedas, a la primera oportunidad, en el primer momento
libre, hazlo. Son cosas muy sencillas.
¿Cómo saber cuándo necesitas recurrir al kaizen?
Todos los cambios, incluso
los positivos, dan miedo. Los intentos de lograr objetivos utilizando
medios radicales o revolucionarios, a menudo fracasan porque aumentan
el miedo. Pero los pequeños pasos del kaizen desarman la respuesta
cerebral al miedo, estimulando el pensamiento racional y el juego
creativo.
El
kaizen es una excelente herramienta, sobre todo cuando sabemos
exactamente hacia dónde deseamos encaminar nuestros pasos pero, aún
así, la meta nos parece demasiado distante. Esta filosofía se puede
aplicar cuando:
-
No te atreves a dar el primer paso porque te sientes desbordado/a por la inmensidad o complejidad de la tarea que te has propuesto.
-
Te has estancado en el camino porque no logras vislumbrar el próximo paso o este te atemoriza, de forma que comienzas a procrastinar.
-
Estás pensando en abandonar porque te parece que el trayecto que tienes por delante es demasiado largo o difícil.
Recuerda
que tu mente siempre te empujará a la zona de confort, que es donde
se siente más cómoda y segura. En esas circunstancias, el
kaizen es extremadamente útil, ya que te permitirá continuar
avanzando sin agobiarte.
Te animo a que compruebes los beneficios que esta herramienta te
puede ofrecer: elije ahora mismo un área de mejora y planifica
tu hoja de ruta con los pequeños y graduales cambios que puedes ir
incorporando hasta alcanzar tu objetivo. Y no te olvides de disfrutar
del proceso, mejorar y crecer siempre es un placer.
Técnicas del kaizen (del libro
de Robert Maurer, "Un pequeño paso, puede cambiar tu vida"
Practicar
las preguntas pequeñas
Tengo
las esperanza de que desarrolles el hábito del kaizen de hacerte
preguntas pequeñas (¡y positivas!). Cuando comiences a hacerlo,
recuerda que estás programando a tu cerebro para la creatividad, de
modo que escoge una pregunta y repítela durante el transcurso de
varios días o semanas.
Algunas
ideas de preguntas:
-
Si estás tratando de alcanzar un objetivo específico, pregúntate todos los días esto: ¿Cuál es el pequeño paso que puedo dar para lograr mi objetivo? El tono que sea amable contigo, el mismo que usarías con un amigo querido.
-
Si te sientes descontento pero no estás seguro de por qué, prueba a preguntarte esto: ¿si tuviera garantizado que no fracasaré, qué es lo que haría de manera diferente? La característica imaginativa de la pregunta asegura que el cerebro la responda con franqueza, y puede producir algunas respuestas sorprendentes, que aporten claridad a tus metas.
-
Esta pregunta es para todos los que tengan un conflicto grave con otra persona, ya sea jefe, un pariente o un vecino, y está tratando de superar ese problema. Pregúntate cada día: ¿Qué cosa positiva tiene esta persona? Posiblemente pronto te encuentres viendo las capacidades de esa persona con la misma claridad que veas sus debilidades.
-
Si tiendes a sentirte pesimista o negativo, prueba a hacerte esta pregunta: ¿qué pequeña cosa es especial en mí?(o en mi pareja, o en mi organización). Si sigues haciéndote esta pregunta durante un tiempo, programarás tu cerebro para buscar qué es lo bueno y lo correcto y actuar.
Realiza acciones pequeñas
Las acciones pequeñas son
el corazón del kaizen. Al dar pasos tan pequeños que pueden parecer
triviales y hasta irrisorios, navegarás tranquilamente sorteando
los obstáculos que antes te habían vencido. Lentamente- pero ¡sin
dolor!- cultivarás los deseos de éxito continuo y establecerás una
nueva ruta permanente para el cambio.
Estas acciones conforman la
mayoría de los programas de cambio del kaizen, por una razón obvia:
no importa cuánto prepares o practiques preguntas pequeñas y
pensamientos pequeños; eventualmente deberás pasar al terreno de la
acción.
Dado que esto es kaizen, tus
primeras acciones serán muy pequeñas, tan pequeñas que puedes
llegar a encontrarlas raras y hasta ridículas. Eso está bien. Es
conveniente tener sentido del humor cuando estás tratando de cambiar
tu vida.
Objetivo
|
Acción
kaizen
|
Dejar
de excederte
|
Quita
algo del carrito de la compra antes de dirigirte a la caja
|
Iniciar
un programa de ejercicios
|
Ponte
de pie-, sí, simplemente ponte- en la cinta de correr durante
unos minutos por la mañana.
|
Controlar
el estrés
|
Una
vez al día, localiza qué parte de tu cuerpo está tensa, (¿tu
cuello?, ¿la parte inferior de tu espalda? ¿Los hombros?...etc.
Después respira hondo.
|
Dormir
más
|
Vete
a la cama un minuto antes por la noche, o quédate en la cama un
minuto más por la mañana.
|
Aprender
una lengua extranjera
|
Comprométete
a memorizar una nueva palabra cada día. Si eso es demasiado duro,
practica la repetición de la misma palabra una o dos veces al día
durante una semana, añadiendo cada semana una nueva palabra.
|
Mantener
limpia la casa
|
Elige
una zona de la casa, programa cinco minutos en un cronometro y
ordénala. Detente cuando el tiempo acabe.
|
Las acciones pequeñas llevan
muy poco tiempo y son agradables incluso para aquellos de nosotros
que no tienen acumulado un gran volumen de voluntad. Las acciones
pequeñas engañan al cerebro que piensa: Ah,
este cambio es tan pequeño que no es gran cosa. No hay motivo para
ponerse nervioso. En esto no hay riesgo de fallar o de ser infeliz.
Al sortear la respuesta al miedo, las acciones pequeñas le permiten
al cerebro crear nuevos y permanentes hábitos, a un ritmo que puede
ser sorprendentemente rápido.
Cómo llegar a una acción
pequeña, ¿cuál va a ser tu primer paso?
Suponemos que va a ser la
salud. Nos hacemos la pregunta:
¿Qué paso pequeño,
insignificante, puedes dar que pueda mejorar la calidad de tu salud?
La mayoría de la gente
comenzará diciendo algo en la línea de "perder peso", o
"hacer ejercicio con más frecuencia.
Ante esa respuesta, sería,
importante tener alguien que razonara conmigo, y seguro que me
volvería a preguntar:
¿Qué paso pequeño,
insignificante, puedes dar que pueda mejorar la calidad de tu salud?
Una nueva respuesta podría
ser "comer
menos"
Todavía se puede ver unos
objetivos imprecisos, que seguro que podrían ser difíciles de
alcanzar.
Y mi compañero me volvería a
preguntar:
¿Qué paso pequeño,
insignificante, puedes dar que pueda mejorar la calidad de tu salud?
Respondería: "evitar
el chocolate."
Este paso es más concreto,
pero sigue siendo demasiado grande.
Y lo volvería a intentar:
¿Qué paso pequeño,
insignificante, puedes dar que pueda mejorar la calidad de tu salud?
"Comer menos
chocolate."
creo que me estoy acercando, y volvería a preguntar:
¿Qué paso pequeño,
insignificante, puedes dar que pueda mejorar la calidad de tu salud?
¿Qué tal esto?: "Cómete
el chocolate, pero quita el primer bocado".
Con esto tus ojos están
viendo toda la barrita de chocolate, mientras tu cerebro está
aprendiendo a quitar una parte, antes de que te la comas.
Conceder premios pequeños
"Los premios pequeños
son el estimulo perfecto. No sólo no son caros y convenientes, sino
que también estimulan la motivación interna requerida para el
cambio duradero."
Desde la técnica kaizen:
-
El premio debe ser adecuado al objetivo. No es lo mismo el chocolate como premio para una persona que lo pueda tomar, que para otra que se lo prohibiera el médico.
-
El premio debe ser apropiado para la persona. Si estás tratando de animar a otra persona a alcanzar un objetivo, recuerda que lo que supone un premio para unos puede ser una molestia para otros.
-
El premio debe ser gratuito o barato. La gente que dedica toda su vida a la familia, a menudo considera que diez minutos al día con un libro o un periódico es un regalo.
Si tiendes a ser el peor
crítico de ti mismo, puedes intentar un honrado autoelogio como
premio, para recompensarte. Otras buenas ideas incluyen tomar un
baño, dar paseos cortos, escuchar tu pieza favorita de música,
hacer una llamada telefónica a un amigo, que tu pareja te haga un
masaje en los hombros o en los pies, o reservar unos minutos al día
para beberte tu café matutino en la cama.
Y para finalizar el artículo
comparto un trozo de un anuncio de United Technologies Corporation
La mayoría de nosotros
nunca conseguiremos los grandes premios de la vida. El Pulitzer. El
Nobel. El Oscar. Los Tonys. Los Emmys. Pero todos podemos ser
elegidos para los pequeños placeres de la vida. Una palmada en la
espalda. Un beso detrás de la oreja. Una lubina de dos kilos. Una
luna llena. Un espacio libre en el aparcamiento. Un fuego crepitante.
Una gran comida. Un crepúsculo glorioso. Una sopa caliente. Una
cerveza fría. No te preocupes por ganar los grandes premios de la
vida. Disfruta de tus pequeñas delicias. Hay muchísimas para todos
nosotros".
BIBLIOGRAFIA:
MAURER
Robert: Un pequeño paso
puede cambiar tu vida, "METODO KAIZEN". (2015).
ED. URANO
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