Estamos
saturados de información y no tenemos idea de cómo disminuir su flujo.
Propongo
una posición intermedia: una en la que aun podamos disfrutar del acceso a
enormes cantidades de información, en la que aun tengamos una comunicación
inmediata cuando queramos, en la que aun podamos realizar las cosas
rápidamente, pero en la que elijamos cuanto consumismos y hacemos. Una vida mas
simple, en la que logremos lo que deseamos.
La
simplicidad que busco en mi vida se halla en lo que hago. Hacer menos, pero
lograr más gracias a mis elecciones.
La
simplicidad se resume en dos pasos:
- identificar
lo esencia.
- eliminar el
resto.
Vencer esa barrera me ayudo a motivarme para alcanzar
metas y hábitos nuevos, y en cada uno de ellos aplique el mismo método:
concentre toda mi energía y mi atención en ese reto específico y los obstáculos
fueron cayendo. Me enfocaba únicamente en una meta (a la que denomino mi “meta
única”) y no en tratar de hacerlo todo al mismo tiempo.
Porque lo simple
es poderoso
Hacer
una enorme cantidad de cosas no es sinónimo de estar haciendo algo
significativo. De hecho, se deja tanto al azar, que es casi como jugar a la
ruleta: si se hacen suficientes tareas, una de ellas con seguridad valdrá la
pena.
Pero no
funciona de esta manera. Hacer más significa que probablemente harás muchas
cosas que carecen de importancia y que a demás vas a estar extenuado y
estresado.
Lecciones de haiku
El
haiku, es un poema por lo general relacionado con la naturaleza y tiene solo
diecisiete silabas escritas en tres líneas (cinco silabas, luego siete y por
ultimo cinco). Un poeta que escriba un haiku debe trabajar con estas
limitaciones, y expresar una idea o una imagen completa en este número
especifico de silabas.
Las
lecciones que podemos aprender del haiku son los primeros dos principios de la
productividad simplificada:
Principio 1: Al
establecer limitaciones se tiene que elegir lo esencial. Por lo tanto, aprende
a marcarlas en todo lo que hagas.
Principio 2. Al
elegir lo esencial se genera un gran afecto con recursos mínimos. Escoge
siempre lo esencial para maximizar tu tiempo y energía.
El arte de
establecer limites
Nuestro
problema es vivir sin límites. Es como salir de compras sin tener un tope de
gastos, pues uno termina comprando cosas que no necesita o que en realidad ni
siquiera quiere. Pero si se tiene un presupuesto (por ejemplo 100 euros) uno
escoge solo las cosas importantes y compra mucho menos basura.
Vivir
una vida sin limites, nos debilita de muchas maneras, diluye nuestro poder y
eficiencia y nos dispersa demasiado. Nos extenúa de tal modo que os deja sin
energía para manejar los asuntos importantes.
Como nos puede ayudar los limites:
- las cosas se
simplifican. La vida se vuelve más manejable y menos estresante.
- Hace que nos
centremos. En vez de dispersarnos, enfocaremos la energía en un menor
número de cosas.
- Nos centramos
en lo que es importante. En vez de tratar de hacer de todo y de no tener suficiente tiempo
para las cosas importantes en la vida, solo haremos lo que sea importante
para nosotros.
- Nos ayuda a
llevar las cosas a término. Muchas veces, cuando tratamos de abarcar
demasiado, solo avanzamos de manera gradual en los proyectos y metas
importantes
- Le demuestra
a los demás que nuestro tiempo es importante.
- Nos hace más
eficientes. Al realizar menos trabajo improductivo y de poco valor y más
tareas importantes, desperdiciamos menos nuestro esfuerzo y usamos nuestra
energía y tiempo limitado en algo que tendrá un efecto duradero.
Que cosas podemos limitar:
- El correo
electrónico.
- Las tareas
diarias.
- La cantidad
de tiempo que hablas por teléfono.
- El numero de
proyectos que tienes entre manos
- El numero de
blogs u otros proyectos a los que te suscribes.
- La cantidad
de tiempo de lectura en Internet.
- La cantidad
de cosas sobre tu escritorio.
Como establecer limites:
- Analiza el
nivel actual de uso (¿Cuántas veces
al día haces algo?) y elige un limite menor basado en lo que consideras
que seria lo ideal.
- Pon esto a
prueba mas o menos durante una semana y luego analiza si te esta dando
resultado.
- Si no te
funciona, ajústalo al nivel en que creas que puedes funcionar mejor y polo
a prueba durante una semana.
- Sigue con los
ajustes hasta encontrar el nivel adecuado y hasta haberlo convertido en un
hábito.
Elegir lo esencial
y simplificar
Identifica
las cosas esenciales y luego llévalas a cabo.
En todo lo que hagas, utiliza estas preguntas para
guiarte en la elección de lo esencial, sobre todo si tienes problemas para
tomar decisiones.
Una vez
que te familiarices con ellas no necesitaras las preguntas, pues las formularas
de manera automática.
¿Cuáles son tus valores?
Estos son simplemente las cosas que tienes más importantes para ti. Piensa en las cosas que realmente te interesan, las cualidades que quieres tener, los principios con los que quieres regir tu vida. Una vez que hayas identificado estos valores, todo lo que hagas y escojas debe derivarse de ellos.
¿Cuáles son tus metas?
¿Qué deseas lograr en la vida? ¿Qué deseas conseguir el próximo año? ¿El próximo mes? ¿Hoy? Si sabes que estas tratando de alcanzar, puedes establecer si una acción o un elemento te ayudaran a lograrlo.
¿Qué te agrada?
Piensa
en lo que te gusta, con quien prefieres pasar el tiempo, que te gusta hacer.
¿Qué tiene importancia para ti?
Desde esta misma perspectiva haz una lista de las cosas
más importantes en tu vida, en tu trabajo o en cualquier área en la que estés
pensando.
¿Qué tiene un mayor impacto?
Si debes elegir entre una lista de proyectos o tareas, piensa cual tendrá el mayor efecto en tu vida, o en tu carrera o en todo lo demás.
¿Qué tiene un mayor impacto a lago plazo?
Existe una diferencia entre la magnitud de un efecto y su valor a largo plazo.
El
efecto no tiene que ser en términos de dinero, puede ser cualquier cosa que sea
valiosa para ti.
Necesidades frente a deseos.
Si puedes identificar las necesidades, puedes eliminar casi todos los deseos, que no son esenciales.
Eliminar lo no esencial.
Cuando elimines algunos de los asuntos no esenciales, quedaran en su lista las cosas más importantes.
Proceso continuo de revisión.
Eliminaras algunas de las cosas no esenciales y someterás a prueba las demás. Una semana o dos después, revisa la lista de nuevo y eliminaras mas cosas. Este proceso continuara hasta que te sientas feliz de no poder eliminar nada más.
Principio 3.
Simplificar o eliminar lo no esencial.
Una vez
que hayas identificado lo esencial, la tarea de simplificar es en teoría fácil;
solamente debes eliminar todo lo no esencial. Sin embargo, en la práctica, esto
no siempre es sencillo, pero cuantas mas veces lo hagas menos difícil se
vuelve.
Principio 4. La
concentración es la herramienta mas importante que tienes para ser más
eficiente.
Concéntrate en menos para volverte más eficiente. Concéntrate
en una meta única para poder
alcanzarla.
Concéntrate en una
sola tarea
El autor es partidario de ejecutar una sola tarea a la
vez y de trabajar del modo más sencillo posible para preservar la salud mental
y aumentar la eficiencia.
Estas son algunas
razones para no ejecutar varias tareas simultáneamente:
- ejecutar
varias tareas de manera simultánea es menos eficiente porque hay que
cambiar de enfoque para abordar cada nuevo trabajo y modificarlo luego
para volver al anterior.
- ejecutar
varias tareas a la vez es más complejo y, por lo tanto, hace que seas más
proclive a estresarte y a equivocarte.
- puede ser
enloquecedor y en este mundo, ya de por si caótico, debemos tomar las
riendas de nuestra vida para hallar un pequeño oasis de cordura y calma.
Manera de cómo se puede realizar una tarea a la vez:
- lo primero que
harás por la mañana será trabajar en la
tarea importante que tengas. No hagas ninguna otra cosa hasta
terminarla. Tomate un pequeño descanso y luego continua con las siguientes
tareas mas importantes. Si puedes culminar dos o tres tareas a lo largo
de la mañana, el resto del día
supondrá benéfico extra.
- cuando estés
trabajando en una tarea durante un espacio de tiempo, desconéctate de
todas las distracciones. Si es posible, cierra tu correo electrónico e
Internet y trata de no contestar llamadas telefónicas. Apaga el teléfono
móvil, concéntrate únicamente en esa tarea e intenta llevarla a cabo sin
preocuparte por otros asuntos.
- si tienes
ganas de revisar el correo electrónico o de pasar a otra tarea, detente,
respira profundamente y vuelve a enfocar tu atención. Reemprende la tarea
que tienes entre manos.
- si surge
otras cosas mientras estas trabajando, ponlas en una bandeja portapapeles,
o anótalas en una libreta o en un archivo de texto en el ordenador, antes
de volver a la tarea en cuestión.
- De tanto en
tanto, cuando hayas terminado una tarea, ocúpate de lo que hayas anotado y
del contenido de la bandeja portapapeles.
- a veces una
interrupción es tan urgente que es imposible posponerla hasta después de
terminar la tarea que estas realizando. En este caso, toma nota del punto
en que te has detenido, agrúpalo y deja aparte todos los documentos o
notas relacionados con esta tarea (quizá en una carpeta de “acción” o de
proyectos). Después, cuando vuelvas a esta tarea, podrás sacar la carpeta
y mirar las notas para ver donde te habías quedado.
- respira
profundamente, estírate y tomate un descanso de vez en cuando. Disfruta de
la vida, sal al exterior y admira la naturaleza. Conserva tu equilibrio mental.
El establecimiento de nuevos hábitos y el reto del poder de lo simple
Principio 5: establecer nuevos hábitos para generar mejoras duraderas.
La herramienta que utilizaras para formar cada habito es muy poderosa: el “reto del poder del menos”, un reto de treinta días para la formación de hábitos.
Esta es la manera como funciona:
Selecciona un hábito para el reto.
Escoge solo un hábito al mes. Puedes elegir cualquier costumbre que consideres que tendrá el mayor efecto en tu vida.
Escribe tu plan.
Necesitaras enunciar en forma expresa cual será tu meta para cada día, cuando lo harás, cual será su desencadenante, (el suceso que antecederá de manera inmediata el habito y que ya forma parte de tu rutina; por ejemplo, hacer ejercicio inmediatamente después de cepillarte los dientes) y a quien le rendirás cuentas.
Divulga tu meta en público.
Rinde cuentas diariamente sobre tu progreso.
Cada día, cuéntale al mismo grupo de personas si has tenido éxito o no con tu meta.
¡Celebra el nuevo hábito!
Al cabo de treinta días habrá adquirido un nuevo hábito. Todavía tendrás que repetirlo todos los días, pero si has sido constante durante todo el mes, el hábito estará bien afianzado.
Porque funciona:
Este reto de los treinta días es una de las mejores maneras de establecer un hábito y ha funcionado una y otra vez por varias razones:
- compromiso. El solo
hecho de comprometerse con el reto, de fijarse una meta mensurable y de
anunciarlo ante un grupo de personas, es un paso enorme para que el cambio
de hábito sea un éxito.
- Rendir cuentas. El rendir cuentas a diario hace que quieras cumplir el habito todos
los días para poder contarles a los demás tus éxitos. Cuando les informe
de que hoy has cumplido con tu hábito, experimentaras una sensación muy
positiva (recompensa).
- Animo. Hablarles a
los demás sobre tu lucha también resulta valioso. Por ejemplo, en uno de
mis retos me puse enfermo durante algunos días; entonces, le pedí a mi
grupo que me motivara. Me animaron mucho y regrese a mi hábito.
- Inspiración. Cuando ves que a todo el mundo le esta yendo muy bien, te motivas.
¡si ellos son capaces de hacerlo, tu también! En cada grupo de retadores siempre
hay gente que nos inspira.
12 hábitos claves para comenzar.
- establece tus
3 TMI (tareas más importantes) cada mañana.
- haz solamente
una a la vez. Cuando estés trabajando en una tarea no pases a otra.
- procesa los
documentos de tu bandeja portapapeles hasta dejarla vacía.
- revisa el
correo electrónico solamente dos veces al día.
- haz entre
cinco y diez minutos diarios de ejercicio.
- desconecta
todos los aparatos mientras trabajas, evita las distracciones.
- sigue una
rutina por las mañanas.
- ingiere más
fruta y verduras cada día.
- mantén el
escritorio en orden.
- di no a los
compromisos y peticiones que no estén en tu lista corta
- dedica quince
minutos al día a ordenar tu casa.
- cíñete a un
límite e cinco frases para los correos electrónicos.
Empezar en pequeño:
Principio 6. Comienza los nuevos hábitos haciendo pequeños incrementos para asegurar tu éxito.
El
problema es que con frecuencia, después de una semana o dos, el entusiasmo se
agota y la meta fracasa. Esto es lo que ocurre con la mayoría de las
resoluciones del año nuevo: la gente comienza con mucho entusiasmo, pero al
final del primer es el ánimo ha desaparecido.
Razones:
Circunscribe la concentración:
Si emprendes algo o inicias un cambio en tu vida tratando de abarcar demasiado, tu concentración se diluirá y tu eficiencia disminuirá. Pero al empezar en pequeño tu concentración se mantendrá enfocada y, por lo tanto, tu poder aumentara.
Mantiene activos la energía y el entusiasmo por mas tiempo:
Al empezar con menos de lo que de hecho puedes manejar, acumularas energía y entusiasmo, algo así como el agua que se acumula detrás de una presa. Es energía y ese entusiasmo acumulado garantiza que no te agotes desde el principio, sino que puedas continuar durante mucho tiempo.
Es fácil de manejar:
Cuanto más fácil, mejor, sobre todo al principio. Si ceñirte al cambio que estas haciendo resulta muy complicado, estas aumentando la probabilidad de fracasar.
El éxito se asegura:
Elige algo tan pequeño que el éxito este casi asegurado. Claro, un éxito pequeño no es tan satisfactorio como uno grande, pero es diminuto solo a corto plazo. Si comienzas con un éxito pequeño puedes tomarlo como punto de partida para construir otro.
El cambio gradual es duradero:
Efectúa cambios graduales, en una serie de pequeños pasos a lo largo del tiempo, y será más probable que te ciñas a ellos que tratando de hacer un gran cambio de una sola vez.
Como aplicar el
principio de empezar en pequeño
ejercicio: comienza con cinco o diez minutos diarios en vez de treinta.
- Levantarse temprano: empieza despertándote quince minutos más temprano
en lugar de una hora o dos.
- Productividad: comienza tratando de concentrarte en la tarea que tengas entre manos
durante cinco o diez minutos seguidos.
- Eficacia del correo electrónico: empieza por limitarte a revisar el correo solo unas
cuantas veces menos al día.
- Alimentación sana: empieza por incorporar solo un cambio en tu dieta en lugar de
reestructurarla por completo.
- Un proyecto grande: comienza con una tarea pequeña de ese proyecto en
vez de intentar abarcarlo todo. Luego pasa a la siguiente tarea pequeña y
así sucesivamente.
- Ordenar: empieza con
un cajón en vez de tratar de ordenar toda la oficina o la casa.
BIBLIOGRAFIA:
BABAUTA,
Leo: el
poder de lo simple
TROUT,
Jack: el
poder de lo simple