miércoles, 25 de enero de 2012

LA SEDUCCIÓN: “EL ARTE DE ENCANTAR O CAUTIVAR AL OTRO”


En este nuevo articulo me gustaría trasmitiros la idea sobre lo que entiendo por el concepto “seducción”. Hace unos meses hablando con mi amiga Agustina, nos planteamos la posibilidad de impartir un curso sobre la seducción, donde cada uno trabajara la parte donde tenemos más experiencia, la de Agustina enfocada a la empresa y la mía más basada en la comunicación y la parte de dinamización o parte práctica.

Nos pusimos en contacto con algunos conocidos para hacer un sondeo para ver que le parecía el índice y los temas a tratar y la gran mayoría coincidió en lo mismo: nos preguntaban si era un curso para aprender a conquistar personas del sexo contrario.

Me gustaría trasmitiros que el termino “Seducción” lo entiendo como el arte de saber comunicar sentimientos. No solo seducimos a nuestras parejas, sino que también lo hacemos con nuestros hijos, familia, amigos y compañeros.

Espero que este artículo sirva para que se entienda un poco más todas las estrategias y habilidades que engloba este término.

Definición

La seducción está muy definida por la personalidad de cada uno de nosotros, por ello es muy importante conocernos. Saber cuáles son nuestros puntos fuertes, en qué resaltamos y cuáles son nuestras habilidades nos proporciona cierta seguridad a la hora de dirigirnos a los demás. Esta seguridad es la clave de todo seductor.

Para seducir empleamos el arte de sugerir, mostrar o insinuar, para ello utilizamos miradas, palabras que acarician, silencios persuasivos, gestos, contactos oculares, etc. Con todo ello tratamos de encantar y cautivar al otro

En la seducción existe una comunicación en la que un sujeto revela y exterioriza características de su persona como pensamientos, deseos, sentimientos y emociones con una intencionalidad (llamar la atención, conectar) con respecto hacia otra persona.

Todas las personas pueden ser seductoras. Deseamos gustar a los demás, ser queridas y reconocidas, ser valoradas, como padre o madre, como profesional, como amiga o amigo, compañero.

El objetivo

El objetivo de la seducción es la satisfacción de un deseo. Cuando un hijo sonríe o mira tiernamente a sus padres lo que trata es ser aprobado y le den cariño. Cuando se va haciendo mayor utilizará toda su simpatía con sus compañeros y profesores, para ser aceptado en el grupo, es decir, seduce para alcanzar una meta y comunicarse con los demás.

Seducción y Autoestima

Si tenemos una buena autoestima seremos capaces de actuar ante cualquier situación, ya que la confianza en nosotros mismos nos permitirá ser resistentes a las críticas, al rechazo o al fracaso.

La persona con alta autoestima atribuye los fracasos o los rechazos en la seducción a varias causas externas y los logros a causas más internas, obedeciendo a la sólida confianza en uno mismo.

Seducimos cada vez que nos comunicamos y logramos que la persona que tenemos al frente (Padres, compañeros, amigos, clientes, hijos, pareja) se sienta atraída por nosotros.

Con la seducción buscamos la compenetración, la reciprocidad de perspectivas respecto al otro, la comprensión entre el tú y el yo.

Seducción y optimismo

No hay, ni por asomo, la menor posibilidad de seducir a nadie si la persona que se plantea la seducción carece del optimismo necesario para dirigir su energía a la consecución de su objetivo.

Seducción y recursos de orden emocional

Recursos de orden emocional: autoestima, asertividad, autoconocimiento y, en general, la confianza personal en cada uno de nosotros. Sería ingenuo de todo punto el pretender seducir a otra persona si no contamos con la dosis adecuada de amor propio. Lo diré de otra forma: ¿Cómo vamos a poder seducir a otra persona si no nos valoramos a nosotros mismos? “necesitamos valorarnos para valorar, querernos para querer, respetarnos para respetar, aceptarnos para aceptar. Ya que nadie no da lo que no tiene dentro de sí”.

 
El arte de comunicar dentro de la seducción. Comunicación verbal y no verbal













Una de las características que distingue al hombre es que es un ser social, es decir para desarrollarse necesita de los otros. Tenemos la capacidad de expresar lo que pensamos y lo que sentimos.

Hablar es un arte, no solo es abrir la boca y gesticular frases, es armonizar el tono con el contenido. Es, el modo que disponemos para trasmitir nuestro mensaje.

En una buena charla intelectual el tono es más serio y pausado. Cuando la charla es mas social se torna intensa y regida por las pasiones humanas, o bien cuando se pretende tierna y dulce, todas con los matices de la voz, complementándolas y haciéndolas únicas.

La voz es un componente esencial para toda conquista y seducción, con ésta podemos dar más pistas acerca de lo que buscamos o de lo que sentimos. Una misma frase tendrá un significado muy diferente de acuerdo a la entonación con la que la digamos. Hablar es expresarse, no solo las ideas y pensamientos, también la esencia de uno mismo, cuando hablamos dejamos ver gran parte de nuestra personalidad.

Adecuación de la entonación: la pronunciación de las palabras, debe ir acorde con las mismas, dándole brío y alegría, el principio y el final, son momentos clave de nuestro mensaje.

Las primeras palabras deben ser altas y claras, con el fin de captar y atrapar la atención de nuestro oyente. Se debe hacer lo mismo con cada concepto al que queremos dar más importancia.

El final debe hacerse más poderoso, sobre todo si lo que trasmitimos es para convencer o para hacer un llamamiento a la acción.

La risa esa risa natural y contagiosa, esa risa tenue como leve mueca que figura ser una sonrisa hasta la carcajada más sonora proveniente de lo más recóndito de las entrañas, todas estas expresan nuestro sentir.

El juego de miradas también es un medio de expresión muy completo y seguro. Mediante la mirada se puede llegar hasta los adentros de esa persona, por un momento sentir como ella, ver el mundo desde sus ojos, apreciar los colores, las formas y los movimientos. Interpretamos su mundo, entendemos su sentir.

Seducción y entusiasmo: acabamos de encontrarnos con un concepto clave en lo que se refiere al apasionante mundo de la seducción, el entusiasmo. Fíjate bien en la enorme diferencia que media entre lo que es que alguien nos “apetezca”… ¡y alguien que nos entusiasme! Aunque aparentemente ambos conceptos se encuentran relacionados entre sí, en realidad media un abismo entre los dos. “Apetecer” hace referencia a un deseo débil, a un capricho, a algo para lo que verdaderamente no hace falta un gran desempeño ni resolución. Nos “apetece” un helado o un descanso, pero lo que nos “entusiasma” son asuntos mas vitales y trascendentes.

Resumen: bien ya sabemos que tenemos que ser cautos a la hora de entregarnos a los demás (primera ley), que debemos construir cuidadosamente la imagen que queremos proyectar en los demás (segunda ley) y que, si no escuchamos a los demás, nos cerraran el camino hacia sus corazones y sus mentes (tercera ley). Hay que tener claros cuales son nuestros objetivos (cuarta ley) que necesitamos administrar la felicidad con sabiduría (quinta ley) y que no debemos pasar por alto el conocimiento del grado de libertad con el que los demás se sentirán a gusto (sexta ley).



 
La seducción en el mundo laboral

Poniéndome en el lugar de mí “cliente” descubrí algo vital que existe en el interior de todas las personas: la capacidad de saber trasmitir correctamente todo aquello que nos gusta, que nos da satisfacción y que deseamos para los que apreciamos la verdad.

Seducción a nuestros trabajadores:

La comunicación será la clave y esta comunicación deberá trasmitir un mensaje que los receptores sean capaces de sentir con toda su pureza… no todos la van a comprender perfectamente a la primera.

Deberé ser capaz de conseguir que todo el equipo se sienta importante, más allá del trabajo rutinario, mas allá de la obligación; es necesario motivar, agradecer, incentivar, premiar.

Un trabajo, un proyecto, un deseo, pueden conseguir siempre que seamos capaces de dejarnos, seducirnos plenamente por ellos y a su vez, si tomamos el interés suficiente poderlo trasmitir correcta y totalmente a todos los interesados.

Seducimos a futuros clientes:

Vender es algo que todos debemos hacer cada día, casi a cada hora: con nuestra pareja, con nuestros hijos, con nuestro jefe, con nuestro equipo, con nuestros subordinados, con nuestros distribuidores, con los clientes, con los amigos, etc.

Partimos de que en el ejercicio de la seducción como estrategia empresarial, la clave es la comunicación, el objetivo de la comunicación es trasmitir un mensaje que los receptores sean capaces de sentir con toda su pureza.

Como se trasmita el mensaje es más importante que el mensaje en sí mismo. Así no importa que es lo que vendas, lo importante es lo que transmites y haces sentir. Recordemos que estamos vendiendo a personas no a maquinas. Las personas tienen emociones y sentimientos, es ahí donde las empresas seductoras ponen mayor atención.

Siguiendo la teoría de la seducción queda claro que las mujeres tienen más recorrido en ello que los hombres, y es que las mujeres se preocupan más por las relaciones con los clientes y empleados. Es la forma en que las mujeres ven los negocios, con un enfoque más humano, es interesante contrastar con la visión de los empresarios que van más a números.

Recordemos que las personas se fían más del otro cuando experimentan una sensación física de calidez. “llevar en la mano una taza de café caliente puede cambiar nuestra actitud” hacia un extraño.

Williams y Bargh llevaron a cabo varios experimentos con estudiantes en los que éstos percibieron a un extraño como más “calido” y cercano si antes había tenido en la mano un café caliente y menos cercano si éste estaba helado.

El calor físico puede hacernos ver a los demás como personas más calidas, pero también nos puede hacer más generosos y mas confiados.


Herramientas para generar lazos con los demás

• Crea una fuerte presencia personal, única, en tu manera de vestir, expresarte y moverte. Manejo corporal y de tonalidad de voz. Trabaja en rapport con los demás.

• Escucha más lo que dicen los demás y fíjate en los detalles sutiles, eso te puede hacer dar el paso e ir de la presencia a la creación de lazos. No te centres tanto en ti mismo sino desarrolla una atención única hacia cada persona. Mejora tu contacto visual y tu expresión facial emocional.

• Identifica que personas son las más cercanas a ti y frecuéntalos, aprovecha a las personas con las que ya tienes lazos fuertes y conoce su círculo social. Recuerda que a mayor creación de lazos más te recomendarán y hablarán de ti a otras personas.

• Genera lealtad a través del carisma y de mostrar lo que tienes sin timidez. La lealtad se genera con la mezcla entre respeto y afecto. Hazte respetar y también hazte querer. No olvides generar estímulos a nivel de la imaginación y de la emoción, que les des muchas experiencias a su mente y sensaciones a su corazón.

“Seducir es atraer el apoyo automático de la gente. Al seducir laureamos los sentimientos de otro, prendamos su mente y logramos que continúe recordándonos cuando ya no estamos presentes. La seducción es una forma de comunicación que sigue leyes específicas, un juego psicológico orientado a fascinar en el que apenas interviene la belleza física."


Cambiar nuestra mirada “La seducción y los mayores”

Sin duda alguna es preciso hacer el duelo por la pérdida de nuestros cuerpos, estos se estropearan. A pesar de los avances de la cirugía estética, la cosmética, la higiene. Aunque hagamos deporte y vigilemos nuestra alimentación, no podremos evitar este duelo.

Cuando aceptamos perder algo, llega otra cosa. Es la dinámica del duelo. No es un consuelo, es la realidad.

Tenemos que hacer el duelo de la tersura de nuestra piel, aceptar nuestras arrugas, pero otra belleza se torna accesible, la de la frescura emocional. Podemos resplandecer de alegría. En un rostro equilibrado emocionalmente podemos apreciar serenidad, impulsos, deseos que simplemente se han transformado.

Con la edad buscamos otras cosas, podemos decir que en el fondo nos damos cuenta que: “La ternura ha sustituido a la seducción.”

Ser amable, he aquí la clave: “Nos corresponde hacer las cosas de manera que resulte un placer escucharnos, visitarnos, ponerse en contacto con nosotros. ¡Seamos afables! ¡Estemos disponibles!

“Algunos mayores saben dosificar muy bien esta alquimia. Esto reside en una mirada, una sonrisa, una voz amable en el teléfono. Tienen instinto para resultar agradables. No se quejan nunca, no esperan nada, tienen sus propias relaciones, cuidan su aspecto físico. Ya no se trata de intentar seducir, lo cual no es adecuado, sino de continuar siendo atractivo, de cultivar su encanto.”

El encanto ya no proviene de la suavidad de la piel o de una fuerte musculatura, sino del alma. El encanto viene de la capacidad de interesarse por los demás, por el mundo, de mantener una mirada de confianza, de admiración y de gratitud por la vida. “Es necesario salir de nuestro egocentrismo para entrar en la órbita del otro”.

Jamás es demasiado tarde para ir al encuentro de uno mismo, para liberar los sentimientos o las emociones que siempre hemos contenido.

Esto conlleva dejar de mirarse en el espejo y dirigirse a experiencias que hacen vibrar el alma, contemplar la belleza del sol al atardecer o el cielo cuajado de estrellas, extasiarse ante un gesto de ternura entre dos personas que se aman, embriagarse al escuchar un concierto de música, ante una buena charla con los amigos, el sentirse vivo, rodeado de la gente que te quiere.

Cuando envejecemos, parece cada vez más evidente que no nos enamoramos del físico del otro, sino de su presencia. Y recuerda que la mejor manera de gustar a los demás es mostrándote tal cual eres.


BIBLIOGRAFIA:



VALLEJO-NAJERA, Alejandra. Psicología de la seducción.


GRENE, Robert. (2008): El arte de la seducción. ED. Espasa.


PEASE, Allan. (2009): El arte de negociar y persuadir. ED. Planeta.


SALCEDO FERNANDEZ, Antonio. (2008): Anatomía de la persuasión ED. Esic.


miércoles, 11 de enero de 2012

PROCRASTINACION “Acción de postergar las tareas que tenemos que hacer sustituyéndolas por otras más agradables”


Introducción

Quiero dedicar este articulo a la Procrastinación un tema, que a todos nos afecta de alguna manera y aunque el nombre apenas nos sonará si añadimos algo como “Por qué dejamos para mañana lo que podemos hacer hoy”, seguro que nos sentiremos afectados ya que en algún momento de nuestra vida nos hemos encontrado ante situaciones donde procrastinamos.

El tema está poco tratado por lo que quiero incorporar a su estudio un libro, “Procrastinación” y un Autor, “Piers Steel”. El libro cayo en mis manos de casualidad, tengo por costumbre ir todos los viernes a dar una vuelta por una librería del centro de Madrid, para ver las ultimas novedades de los temas que mas me interesan y ese día me tope con este raro y sugerente titulo en Novedades y en la zona de Psicología, tengo que reconocer, que nunca había escuchado este nombre por eso, fui directamente a hojear un poco sobre lo que trataba, y como buen gallego deje ir mi intuición y pasó a formar parte de mi biblioteca.

Después de leerlo y reflexionar, creí conveniente añadirlo al blog y dároslo a conocer.

Todo lo que a continuación esta escrito es parte del manual, donde hice un resumen de lo que bajo mi criterio es lo más importante y que creo que puede ayudaros a conocer el tema. En uno de los capitulaos que cito “como la procrastinación actúa en las personas”, creí que debía trascribirlo tal como viene pues es una descripción clara y precisa de cómo actuamos cuando procrastinamos, también pongo un video al final del articulo donde de una manera grafica y clara ayuda y complementa a lo anterior.

Espero haber acertado en la elección y si queréis profundizar más sobre el autor y el libro, lo cito al final del artículo en la bibliografía.

Gracias por seguir mi Blog espero con este articulo haber acertado y que podáis sacar un buen provecho de su lectura.

(Piers Steel es doctor en Psicología Industrial y Organizativa, es un gran investigador en ciencias de la motivación y la procrastinación).

Retrato de un procrastinador

“No dejes nunca para mañana lo que puedas hacer pasado mañana.” Mark Twain

Este libro trata de todas esas promesas que se hizo y no cumplió. Trata de todas las metas que se puso pero dejo pasar porque nunca encontró la motivación, trata de los días que pasa sin que haya hecho nada, de los retrasos, de las oportunidades perdidas y de más. De mucho más.

La procrastinación no es pereza o vagancia, aunque sea fácil confundirla con ellas. Los procrastinadores, al contrario que los verdaderamente vagos, quieren hacer lo que tienen que hacer, y con frecuencia consiguen hacerlo, pero no sin tener antes que trabajar duro.

En su elección de que hará ahora y que dejara para después es donde radica la procrastinación, no en la dilación en si.

Si es usted un procrastinador, voy a decirle algunas cosas que le esperan:

• El cesto de la ropa sucia ¿esta que rebosa?

• ¿Hay platos sucios en le fregadero?

• Los detectores de humo, ¿Necesitan pilas nuevas?

• ¿Y la batería del coche? ¿Y la presión de las ruedas del coche? ¿Cuánto hace que cambio el aceite por última vez?

• ¿No hay una entrada que comprar, una habitación que reservar, una maleta que hacer, un pasaporte que renovar?

• ¿Ha informado al jefe de cuando piensa tomar las vacaciones?

• ¿Ha comprado un regalo para ese cumpleaños que esta al caer?

• ¿Ha rellenado los registros de horas, los partes de rendimiento y las relaciones de gastos?

• ¿Le ha puesto fecha a la reunión que tanto teme?

• ¿Y el gran proyecto que el jefe ha puesto en sus manos?

• ¿Va usted progresando?

• ¿Ha conseguido ir al gimnasio esta semana?

• ¿Ha llamado a su madre?

Como actúa en las personas

Toda procrastinación sigue unas pautas parecidas. Viene a ser como sigue:

“Al principio de un gran proyecto el tiempo abunda. Intenta remangarse unas cuantas veces, pero no hay nada que haga que se sienta usted implicado de todo corazón. Si se puede olvidar la tarea, usted la olvidara. En esas, llega el día en que realmente quiere ponerse manos a la obra, pero de pronto percibe que en el fondo no lo esta haciendo. Le falta tracción. Cada vez que intenta envolver la tarea mentalmente, algo le distrae y derrota sus intentos de progresar, así que remite la tarea a un día con más horas, para descubrir que cada día de mañana parece tener las mismas veinticuatro. Al final de cada uno de esos mañanas se enfrenta al inquietante misterio de a donde habrán ido a parar. Esta situación se prolonga un poco.

Al final, la naturaleza limitada del tiempo se revela. Las horas, antes arrojadas con despreocupación, cada vez abundan menos y son más preciosas. Esa presión misma hace que cueste arrancar. Quiere ir adelantando el gran proyecto, y sin embargo se pone a hacer deberes secundarios. Ordena el despacho o limpia el correo electrónico; hace ejercicio, compra y cocina. Una parte de usted sabe que no es eso lo que debería estar ocupado, y así se lo dice a si mismo: “estoy haciendo esto; al menos, me preparo haciendo algo”. Al final, ya es demasiado tarde para empezar, así que, para el caso, se va a la cama. Y el ciclo de la elusión empieza de nuevo al amanecer.

A veces, para calmar la ansiedad, se entrega usted al puro entretenimiento. Se toma un momento para ver el correo electrónico o los resultados deportivos. Pero entonces, ¿por qué no responder unos cuanto mensajes o ver unos minutos la televisión? Pronto, esas tentaciones le han seducido. La tarea todavía se va asomando por la periferia de su visión, pero no quiere mirarla a la cara-no podría apartarse de ella si lo hace-, así que se atrinchera aun mas en sus distracciones. Escribe largos y apasionados comentarios en foros de Internet, rebusca cada pequeña noticia que puede haber o cambia de canal de televisión frenéticamente a la mínima perdida de interés. El placer se torna impotencia cuando ya no es capaz de abandonarlo.

A medida que se acerca la fecha de entrega, intensifica las diversiones para que lo distraigan en grado suficiente. Anula todo lo que le recuerde lo que tanto teme; esquiva calendarios y relojes. Distorsiona deliberadamente la realidad; sus planes pasan de perfectamente realizables a apenas posibles. Cuando debería estar trabajando mas que nunca, se adormece y fantasea con mundos diferentes de este, con ganar la lotería, con estar en cualquier sitio menos donde esta. Si un amigo, un pariente o un compañero intenta alejarle de sus distracciones, le espetara, irritado: ¡Un minuto solo! ¡LO HARE DESPUES DE ESTO! Por desgracia, “esto” no acaba nunca. En secreto, usted no para de recriminarse su actitud; duda de si mismo y envida a quienes meramente hacen las cosas.

La energía se va acumulando hasta que, por fin, se cruza un umbral y algo salta: usted se pone a trabajar. Una especie de mente interior ha ido destilando calladamente la tarea hasta dejarla reducida a lo esencial, pues ya no queda mas tiempo. Se pone manos a la obra, toma decisiones implacables, va haciendo progresos asombrosos. Tras las nubes amenazantes le sobreviene una claridad destellante. Hay pureza en su trabajo, alimentada por la verdadera urgencia del ahora o nunca. A unos pocos afortunados, ese brote de eficiencia les lleva a sacar adelante el proyecto. A otros, la ebullición inicial se le muere antes de haber logrado el maldito objetivo. Tras demasiadas horas de concentración insomne, el cerebro se apaga. La cafeína y el azúcar solo proporcionan una subida insatisfactoria. Tictac…, el tiempo se ha acabado. A trancas y barrancas cruzas la línea de meta, mal preparado; no le da al mundo lo mejor que usted podría haber dado.”

El perfil del procrastinador

El talón de Aquiles del procrastinador resulta ser la impulsividad, es decir, vivir impacientemente en el momento y quererlo todo ahora mismo. A los impulsivos les resulta difícil mostrar autocontrol o diferir la satisfacción. No andan sobrados de la capacidad de soportar una penalidad a corto plazo a cambio de un beneficio lejano. El impulsivo trata de librarse temporalmente de una tarea que le provoca ansiedad, o la aparta de su conciencia; esta táctica tiene todo el sentido del mundo si se piensa solo en el corto plazo. Además, la impulsividad conduce a los procrastinadores a ser desorganizados y a que se distraigan fácilmente, en otras palabras: a los impulsivos les resulta difícil planificar el trabajo por adelantado y se distraen fácilmente incluso cuando ya se han puesto a trabajar. La consecuencia inevitable es la procrastinación.

Como nos lleva la vida moderna a la distracción

“Posponer es propio de la naturaleza humana”

Factores esclavizantes:

1. La cercanía de la tentación es uno de los determinantes más letales de la procrastinación.

2. El segundo elemento es la virulencia de la tentación: cuanto mas incitante sea la distracción, menos se trabajara.

3. Skinner descubrió que, desde las palomas hasta los primates, todos trabajamos mucho mas duro por una retribución cuando el momento en que se produce es imprescindible pero instantáneo. El poder del refuerzo variable puede observarse en el juego con dinero. Las tragaperras están muy bien ajustadas a la adicción por la programación de los premios que llevan inscrita. Cada vez que una persona se gasta su paga hay que reconocer el maravilloso poder de la psicología motivaciónal.

Así vemos que cuando el atractivo de la tentación crece, la procrastinación también lo hace.

Según comenzó el siglo, los motivos de enganche han sido:

El cine: comenzó a enganchar al público y este empezó a salir de casa y a dejar otras cosas por ir a ver una película.

La televisión: donde las series y las películas, recluían a las personas en casa. Según fueron pasando los años, gracias al mando a distancia, cambiamos de canal sin movernos. La aparición del cable y del satélite garantizo que siempre habría al menos un canal disponible de nuestro gusto. Y con múltiples aparatos de televisión por toda la casa, hay mas televisiones que personas, podemos verla donde nos apetezca.

Internet: que reúne el atractivo de los videojuegos, de la televisión y de muchas cosas más en una sola plataforma. La última inflexión en la historia de la procrastinación por culpa de Internet son las redes sociales, como Facebook, Twitter, Linkedin, el New Cork Times ya lo calificaba como un promotor capital de la pérdida de tiempo.

Por todas partes se insiste una y otra vez en lo inmediato y lo material, en el instante y lo consumible, y con ello se seduce a la gente para que posponga las metas a largo plazo, en ultima instancia mas satisfactorias: el logro profesional, el voluntariado en la comunidad, sacar adelante una familia, seguir un camino espiritual. El materialismo y el consumismo no son más que propiedades emergentes de nuestra neurobiología cuando se le da rienda suelta en un mercado libre.

En suma: el derrotero del libre mercado apunta hacia la satisfacción de unas tentaciones cada vez más irresistibles que nos distraen de metas mayores.

El precio personal de la procrastinación

El autor nos hace un estudio (una encuesta a más de cuatro mil personas) de doce campos importantes para nuestra vida y en cuales más procrastinamos, y vemos que los cinco principales son:

1. En primer lugar la carrera profesional y principalmente a la hora de buscar trabajo y obtener un aumento de sueldo.

2. En segundo lugar la salud y destacan hacer una dieta o en ir al Gimnasio.

3. En tercer lugar esta las finanzas y se procrastina en pagar las facturas, ahorrar para la jubilación o para una adquisición importante.

4. En cuarto lugar uno mismo y destaca leer un libro de autoayuda, en cambiar lo que uno mismo es, etc.

5. En quinto lugar relaciones sentimentales y destaca en pedirle a alguien que salga conmigo, en terminar una relación.

En pos de la felicidad

Si los procrastinadores tienden a ser menos saludables y prósperos que los que cumplen, es probable también que sean menos felices. Y así es, se debe en parte al estrés de la procrastinación, que con frecuencia da lugar a la culpa. No es inusual que los procrastinadotes sufran mas por posponer el trabajo de lo que habrían sufrido si lo hubieran llevado a cabo. En consecuencia, cuando por fin acometen la tarea, suelen sentirse aliviados, y reconocer que “no es todo tan malo como creía”. Rita Emmett, en su Guía del procrastinador, mantiene que se trata de una ley, a la que, dándole su propio nombre, llama ley de Emmett: “El pavor a hacer una tarea consume mas tiempo y energía que hacerla”.

La inacción nos causa el mayor sufrimiento. No haberlo hecho, no haberlo intentado, haberlo pospuesto, es parte de la condición humana, así que todos sufrimos por ello en alguna medida. Al volver la vista a lo que ha sido nuestra vida, es común que se sienta que deberíamos haber intentado sacar el titulo o que tendríamos que habernos esforzado mas en la clase, que deberíamos habernos armado de valor y habernos arriesgado a que nos dijesen que no al pedir una cita, o que tendríamos que haber encontrado tiempo para haber llamado a mama aquella vez. Nos acosan los fantasmas de nuestros posibles yos perdidos, lo que podríamos haber sido: podríamos haberlo sido, deberíamos haberlo sido, pero no lo fuimos.

Pero no solo es un coste particular, la procrastinación también supone un coste Económico, social y político.

Optimizar el optimismo

La creencia en uno mismo distingue a quien tiene éxito del procrastinador; sin esa confianza el sillón llama, la televisión distrae y los sueños del futuro se convierten en lo que podría haber sido.

Por otra parte, el exceso de optimismo puede conducir también a la procrastinación. El optimismo desenfrenado puede llevar, por ejemplo, a sentarse a esperar que pase algo bueno, con lo que la probabilidad de triunfar disminuirá.”

Si se esta dejando algo para el ultimo minuto, en realidad habrá aun menos tiempo que ese.

Como es lógico, queremos la mayor recompensa con el menor esfuerzo.

Optimismo realista

• Cada victoria laboriosamente conseguida da un nuevo sentido de la propia mismidad y un deseo de luchar por más.

• Muchos procrastinadores dudan de su capacidad de triunfar y, a resultado de ello, dejan de esforzarse. Una vez desaparece el esfuerzo, el fracaso es inevitable.

• Esta es la esencia de la espiral de éxitos: el logro crea confianza, que a su vez genera empeños que lleva a más logros.

Algunas tecnicas para vencer la procrastinación:

• El mejor trabajo es el que se hace cuando se esta concentrado en una sola tarea.

• Elimine donde sea posible, por completo, las incitaciones que le recuerden alternativas que le distraerán. Mantener su sitio de trabajo desembarazado y libre de desordenen le ayudara a lograrlo.

• Una vez limpiado el sitio de incitaciones que le distraigan, reemplácelas con mensajes cargados de significado o imágenes que le recuerden porque esta trabajando.

• Separe tanto como sea posible el sitio donde trabaja del lugar donde juega.

• Centímetro a centímetro, la vida es fácil; metro a metro, dura. Es decir el secreto de conseguir que se arranque esta en descomponer las complejas tareas que te abruman en otras pequeñas y manejables, y arrancar entonces con la primera. Una vez creada la línea de meta concreta, póngale plazos enseguida. Los objetivos fáciles son asequibles. Si ve que las tareas de hoy conducen a recompensas futuras, las valorara más.

• Fragmente las metas a largo plazo en objetivos a corto. Para tareas intimidantes, empiece con un mini objetivo que rompa la tensión superficial con que tropieza la motivación. Por ejemplo, el objetivo de leerse las primeras paginas de una lectura obligada puede bastar, a menudo, para terminar el texto entero

• Organice sus objetivos en forma de rutinas que se realicen regularmente, siempre en el mismo tiempo y lugar.

El ultimo paso para poner la procrastinación en su sitio. Es creerse lo que ha leído.

Video:

http://www.youtube.com/watch?v=CW0zy70Lkg4&feature=player_embedded#!

Bibliografía:

STEEL, Piers. (2011): Procrastinación “Por qué dejamos para mañana lo que podemos hacer hoy”. Ed. Grijalbo.



martes, 3 de enero de 2012

Feliz 2012



Quiero compartir con todos vosotros, este espacio y aprovechar para desearos un buen comienzo de este año 2012 y también hacer una pequeña reflexión.

Se que para muchos, estas fechas no han sido buenas ya que son días donde nos vienen recuerdos de momentos vividos y disfrutados con personas que ya no están con nosotros, por lo que son momentos tristes. Algunos habrán pasado las fiestas con sus familias, otros aun teniendo familia no habrán podido disfrutar de ella por trabajo, otros no tendrán la suerte de tener familia con quien pasarlo y así podríamos sacar muchas mas combinaciones donde la tristeza y la soledad seguro que seria mayoría en personas mayores.

La televisión nos invade con anuncios de amor, de familia que se encuentran y “De volver a casa por navidad” y sin embargo sabemos que eso es solo ilusión, tan solo si pensamos en los viudos, viudas, enfermedades y hogares de mayores, rápidamente nos damos cuenta de la autentica realidad.

Se que muchas personas son fuertes, son resilientes y salen adelante y para todos aquellos que os cuesta un poquito más, quiero compartir una gran sonrisa y muchas fuerzas y invitaros:

 
• A todas las personas que tenéis una familia, aprovechar y daros muchos besos grandes abrazos, reír todo lo que podáis, disfrutar, jugar y pensar en aquellos amigos y conocidos que están un poco mas solos y dedicarles algo de vuestro tiempo, estoy convencido que os lo agradecerán.

• A todas las personas que a lo largo de su vida han ido dejando en el camino seres queridos, aprovechar para recordarlos, para abrir el corazón y compartir con los que quedan a vuestro lado recuerdos y vivencias, seguro que creareis lazos y recuerdos que estarán con vosotros para siempre.

• A los que solo os quedan los sueños y la casa llena de recuerdos, a los que ya no tienen casa y comparten un espacio que no es el suyo y que la gran mayoría de las veces nunca escogerían por su propia voluntad: aprovechar las buenas intenciones, dejar que la esperanza, el amor y el tacto abran, curen y hagan crecer el corazón.


Es mi deseo para este 2012 mandaros un mensaje de apoyo, de cariño y de esperanza, debemos confiar en nosotros mismos en la fuerza interior que tenemos y en la fuerza que da el grupo. Este año es el año del “Mayor” y que mejor reflexión “Sobre el valor de la amistad”. Dejemos de actuar y vivir como personas solas y busquemos maneras de unirnos, pensemos en la necesidad de hacer grupo.

“Los pájaros vuelan en manada porque la naturaleza es sabia.”