miércoles, 18 de julio de 2012

ACTUAR CON SENTIDO PARA EL CAMBIO


Con este artículo cierro una parte importante de habilidades, estrategias y de reflexiones sobre nuestra manera de ser, de pensar y de actuar cara a un futuro para lograr el fin último que es mejorar nuestra calidad de vida.

Hablamos del poder de lo simple, donde reflexionamos sobre como lograr una vida más simple consiguiendo lo deseado y disfrutando de ello de una manera más tranquila, cogiendo el timón de nuestra vida logrando su control, lo que nos lleva a ser más productivos y felices.

Trabajamos el tema de la soledad, partiendo de una sociedad individualista, donde solo interesa acaparar bienes materiales y no ser buenas personas.

Es necesario plantearse si en estas sociedad en la que vivimos estamos pasando por una profunda crisis de valores, tratando de entender que es normal que muchas personas se sientan solas. Aportamos distintas teorías sobre la soledad.

Profundizamos en nuestro mundo interior, en hacer un alto y reflexionar sobre nosotros, sobre nuestros intereses, llegando a hacer un alto en el camino y empezarnos a plantearnos ¿si nuestra vida necesita un cambio? ¿si esos sueños que tengo me apetece que se cumplan.

Esto es lo que vamos a trabajar en este artículo, en esta búsqueda de uno mismo, acercarnos a descubrir lo que nos lleva a ese cambio, cuales son los factores tanto externos e internos que nos llevan a él, con qué barreras nos podemos encontrar ¿como nos motiva a realizar el cambio?, ¿Cómo recuperamos viejos sueños de juventud?

Lo que hicimos en el pasado no lo podemos cambiar en el presente, pero si podemos comenzar a actuar para modificar nuestro futuro. Podemos empezar hoy mismo decidiendo algo, algo que aunque no sea muy grande sí nos valga y nos traiga consecuencias para mañana.


“Cuando menos lo esperamos, la vida nos coloca delante un desafío que pone a prueba nuestro coraje y nuestra voluntad de cambio.”

PAULO COELHO


Muchas veces deseamos el cambio pero también lo tememos, a veces no sabemos lo que deseamos, o estamos influenciados por los deseos de los otros.

Todos deseamos la comodidad de un nuevo camino recto y fácil, pero podemos saber que sin los titubeos y algunos cambios de rumbo en la subida, no aprenderíamos valiosas lecciones que nos harán valorar no solo la cima, sino también todo lo que hemos aprendido en la ascensión.

Pocos conocen su potencial para crecer y cambiar. La gente cree que la vida es lineal, que nuestras capacidades menguan a medida que nos hacemos mayores y que las oportunidades que desaprovechamos las perdimos para siempre, muchas personas no han encontrado “su cambio” porque no comprenden su permanente potencial para renovarse.

No sabemos como será el futuro, pero el único modo de prepararse para él, es sacar el máximo provecho de nosotros mismos, en la convicción de que al hacerlo seremos todo lo flexibles y productivos que podamos llegar a ser.

Todos tenemos habilidades e inclinaciones que pueden servirnos de estímulo para alcanzar mucho más de lo que imaginamos. Entender esto lo cambia todo.

Tener suerte o no, depende de algo más que la mera casualidad. Con frecuencia, las personas que han triunfado comparten actitudes parecidas, como la perseverancia, la confianza en sí mismos, el optimismo, la ambición y el sentimiento de frustración. La forma de percibir nuestras circunstancias, así como las de crear y aceptar las oportunidades depende en gran medida de lo que esperamos de nosotros mismos.

Las aptitudes no llegan a hacerse patentes a menos que tengamos la oportunidad de utilizarlas. La consecuencia, desde luego, es que puede que nunca descubramos nuestro verdadero proyecto. Depende mucho de las oportunidades que tenemos, de las que creamos, de si las aprovechamos y de cómo lo hacemos.



 Debemos considerar los siguientes aspectos:



Podemos seguir un plan para el cambio:

1. pensar y visualizar como me gustaría que fuera mi vida.

2. visualizar las situaciones que no nos gustan, las que quisiéramos cambiar.

3. visualizar alguna situación donde usted haya tomado la rienda y lograra cambiarla en su favor.

4. Motivación: ver si me apetece el esfuerzo y como afectaría a mi vida. No cambie solo por cambiar, piense sobre ello.

5. Acción: ¡ya, póngase en marcha!


“Lo que lamentamos no es lo inalcanzable, sino lo alcanzable no alcanzado”.


Reflexionar sobre como enfrentarnos al cambio después de acontecimientos difíciles y traumáticos:

Muchas veces nos preguntamos que es lo que provoca que una persona de el gran salto y cambie su vida. Algunas personas lo realizan al cumplir los 50 años, otros al divorciarse, una muerte en la familia, una enfermedad, quedarse sin empleo, jubilarse, etc.

sea cual sea el motivo es importante que:

Actuar con sentido. el mejor antídoto contra un pasado traumático es participar positivamente en la construcción del presente, ya que la huella positiva borrará el rastro de la negativa. Un ser humano entregado completamente a la acción deja de languidecer en las sombras del pasado.

Relativizar. Darnos cuenta de que muchas otras personas sufren y han pasado por episodios parecidos o peores que los nuestros, y los han superado, es un motor para nuestra resiliencia. No estamos solos en el sufrimiento.

Empezar de cero. Cuando nuestro pasado ha quedado destruido por un hecho muy traumático- la muerte de un ser querido, una invalidez, pasar por un divorcio o un despido-, hay que replanear la vida de nuevo estableciendo nuevos objetivos.


La motivación:

Debemos encontrar el equilibrio entre las aptitudes naturales y las inclinaciones personales, esto llevará a las personas a hacer lo que les gusta y haciéndolo se sienten realmente ellos mismos: les parece que el tiempo trascurre de manera diferente y se sienten más vivos, más centrados y llenos de vida, el estar motivados les lleva a experiencias de disfrute y felicidad, cuando las personas están en esta comunión, establecen contacto con algo fundamental para lograr sus objetivos y su bienestar. Es como si experimentaran una revelación, perciben quienes son realmente y que deben hacer en la vida.

Debemos reconocer la habilidad y creatividad humana y los beneficios que supone conectar correctamente con nuestros talentos.


La acción:

Para crear necesitamos: pensar, analizar y hacer. La acción es nuestro gran remedio para frenar la angustia, para ser más libres y detener la corrosión que produce dar y dar vueltas a las preocupaciones. Hay una falsa creencia de que la sobre información nos ayuda a prevenir y a evitar un problema, cuando es la acción la que ayuda a resolverlo. Hablar y analizar continuamente las malas noticias que genera la crisis solo contribuye a elevar los niveles de adrenalina, de ofuscación. Así pues, no pensemos en como cambiar la bombilla, cambiémosla y punto.

El triunfador el que persigue incansablemente el éxito, como única opción posible. Estas personas han llevado siempre a la práctica, de forma consciente o inconsciente, todos los hábitos o principios del éxito que venimos estudiando.

1. Definir claramente un objetivo concreto, difícil pero alcanzable.

2. Aprovechar al máximo todas las experiencias, descubrimientos y trabajos realizados por los demás y, por supuesto, las propias experiencias vividas.

3. Mantener sin desmayo esa mágica actitud mental positiva, que siempre encuentra alternativas y soluciones ante las dificultades.

4. Tener autodisciplina e inmejorable disposición para pagar siempre el precio del éxito, cualquiera que sea.

5. Estar capacitado para un empleo más eficaz del tiempo.

“Aquellos que deliberan exhaustivamente antes de dar un paso, se pasan la vida sobre una sola pierna”

ANTHONY DE MELLO


Libro: cambio de rumbo de Eva Perea

El libro de Eva Perea nos habla sobre el cambio, y nos pone una pequeña biografía de un grupo de personas que sufrieron un cambio muy importante en sus vidas, un cambio que hizo que abandonaran su vida anterior para dar comienzo a otra totalmente distinta.

Muchas de las personas que nos cuentan sus vivencias superan la mediana edad y todas coinciden en que los años no son ningún impedimento para tomar una decisión, donde se cambiarán muchos apegos largamente adquiridos y disfrutados a lo largo de toda una vida.

Dice la autora, “Hasta el momento creo que he logrado un propósito de vital importancia para mí: sencillamente, no pasarme la vida haciendo algo que no me satisface. Y, sin embargo, me veo rodeado de personas que dedican toda su existencia a realizar actividades carentes de sentido e insatisfactorias.

Existen industria poderosas, cínicas y eficientes, cuyo propósito es manipularnos para hacernos creer que poseer esas baratijas nos traerá la plenitud que nos esta vedada por culpa de la vida que hemos aceptado vivir como tontos. Y con la esperanza vana de obtener más felicidad, más satisfacción o mejores relaciones sexuales. Trabajamos hora extras y ganamos unos pocos céntimos mas para luego entregárselos impacientes a los peces gordos que dirigen esas industrias a cambio de basura.

Todos llevamos dentro una inquietud que nos fuerza a plantearnos, cuando menos de cuando en cuando, si lo que hacemos es realmente lo que queremos, si estamos aprovechando la vida al máximo, si vamos camino de cumplir nuestro sueño, lo que hemos sido llamados a realizar en nuestro fugaz paseo por este mundo.

Y, sin embargo, no son las condiciones medioambientales el factor principal para el cambio, sino la esencia, el coraje o tal vez la epopeya que aún anidan en el interior de cada uno.

En ocasiones los acontecimientos de cambio se desarrollan lentamente, en otras, de forma vertiginosa. Pero todos son ejemplos de coraje y honestidad.”

Qué puede mover al cambio:

Son variadas y diversas: una muerte familiar o enfermedad, ver como los hijos se han hecho mayores y son capaces de cuidarse por sí mismos. Estas experiencias, algunas traumáticas, otras de lo más naturales, pueden ser catalizadoras para impulsar un cambio en la vida radical.

Muchos jubilados y jubiladas desean seguir trabajando y aprovechar su enorme experiencia para emprender nuevos caminos.

En otras ocasiones, las personas buscan mayor calidad de vida, flexibilidad, libertad, o un mayor desafío. Otros desean dedicar su tiempo y su vida a su pasión.

Harold Whitman dijo “no te preguntes que es lo que el mundo necesita; pregúntate que es lo que te hace sentir vivo y hazlo. Porque lo que el mundo necesita es gente que se sienta vivía”

Pero cuales son los factores básicos, los más importantes, para explicar porque unas personas se arriesgan a dar un golpe de timón mientras que otras se conforman con dejarse llevar por unas rutinas que no les colman.

Estos son los ingredientes para realizar el cambio: (Pág.26 a 30)

Capacidad de asumir riesgos. Cualquier cambio implica la aceptación de incorporar cierta dosis de riesgo. Sin él no hay cambio posible, ya que lo más seguro es continuar haciendo lo que uno hace. Sin riesgo no hay acción, no hay apuesta, ni movimiento.

Cierta dosis de inconformismo para romper con una situación que tal vez no es la ideal, pero que es percibida como fácil y cómoda; esa extensión del claustro materno. La sociedad nos empuja hacia la seguridad, hacia un puesto de trabajo estable para toda la vida. Romper esto es duro.

Motivación. Todas las personas que realizaron este cambio, tenían una fuerza interior, un convencimiento claro de que querían cambiar sus vidas. Una pasión que les movía por dentro y una piel dura e impermeable para resguardarse de las criticas externas. Un entusiasmo que perdura tras las dificultades iniciales, que siempre se presentan, y que permite continuar frente a la adversidad.

Creatividad. Todas estas personas tenían grandes dosis de creatividad, de imaginación, una capacidad de plantear su vida de modo diferente y de ver las cosas desde un ángulo original.

Experiencia. Son pocos y muy agraciados los jóvenes que saben que es lo que están llamados a hacer con sus vidas. La mayoría necesitamos un largo periodo previo para estar seguros. La gran mayoría necesita de una amplia experiencia para saber hacia donde dirigirse.

Honestidad. Es preciso contar con buenas dosis de lucidez y honradez para situarse ante el espejo, mirarse el alma y decirse con la máxima sinceridad, sin engaños, que es lo que uno realmente desea.

Proceso introspectivo. Ante de ser capaces de responderse con la honestidad requerida, aquellos que han perseguido su sueño han pasado por un proceso difícil de introspección. Muchas veces, esto ocurre tras una profunda crisis personal o como consecuencia de algún otro tipo de detonante. Es una fase dura, pero de la que uno sale fortalecido.

Pasar a la acción. Es fantástico tener un sueño, una pasión, pero si no nos lleva a la acción, no será más que un refugio engañoso para las decepciones diarias, un espejismo.

Perseverancia. No nos engañemos: intentar hacer realidad un sueño no suele ser un camino de rosas. Muchas veces se presentan obstáculos que nos llevan al fracaso o dificultades que retrasan su cumplimiento. Es necesaria la constancia para intentarlo de nuevo, a pesar de todo y de todos. Cada derrota no e debe tomar mas que como un vericueto que nos acerca al éxito final. Solo trabajando con constancia, día a día, con pequeños movimientos, nos acercamos a la meta.

Y esto lo que algunas de esas personas piensan de su nueva vida:

• Nos obligan a ir por un carril, igual que un tren. Sin salirse del trazado. Mucha gente quiere vivir de otra manera, pero cree que no se puede. Y si, se puede. Incluso en la mitad de la vida es posible empezar un nuevo camino.

• Solo al sentir la muerte acechando me arme del valor para rectificar. Me jure no volver a perder mas horas en trasbordos de trenes, ni a comer mas comida basura, ni a malgastar mas tiempo en quemar una vida sin sentido.

• La felicidad no existe fuera de nosotros, ni los hombres ni las cosas te la dan. Ese pequeño duende se encuentra dentro de ti mismo y se te revela cuando aprendes a no pedirle demasiado al mundo.

• Si encuentras lo que realmente deseas hacer, has de lanzarte y consagrarte a muerte, al cien por cien. Esto, el ir a muerte por ello, el dedicarte de lleno, es lo que marca la diferencia entre un capricho y una verdadera vocación.

• Tres son los factores clave que conducen al éxito: estar dispuesto a hacer sacrificios, asumir ciertos riesgos y poseer visión de futuro.

• En la vida tienes que poner en marcha nuevos proyectos. Lo peor seria quedarte con la sensación de que no lo has intentado; por eso lo más importante es, llegado el momento, lanzarse.

• Para mí la realidad esta ahí para ser cambiada si hace falta. Hay mucha gente que vive de forma pasiva, que se conforma con todo. Mi mentalidad consiste en trasformar las cosas, crear impacto. Y llegar a ser todo lo que deseamos ser.


Para finalizar

Como vimos a lo largo del artículo, tenemos toda una vida, para ponernos manos a la obra, no hace falta dar un gran cambio radical, como los protagonistas del libro de “Eva Perea”, simplemente podemos empezar con esos proyectos de vida que han estado con nosotros a lo largo de nuestra vida, coger alguno de ellos y trabajarlo. Luego, ya se ira viendo. ¿Quién sabe donde podemos llegar?, dicen que donde nosotros queramos.

 
Nuestra fe, nuestra ilusión, deben ir propulsadas por la pasión, esa arrolladora fuerza interior que pulveriza las dificultades y desconoce la palabra imposible.

BERNABE TIERNO


BIBLIOGRAFIA:

PEREA. Eva: Cambio de rumbo. (2008). ED. mr ediciones.

1 comentario:

  1. Me ha encantado leer que es poco habitual saber qué se quiere en los primeros años de juventud. A mí me está costando definir con claridad hacía donde voy a encaminar mis pasos y me faltan pocos años para los cincuenta. Estoy en medio de un proceso de cambio y es bien cierto que si eres inconformista o un culo inquieto y con muchas ganas de seguir aprendiendo, curioso, es la experiencia, son los años que te van haciendo ver qué es lo esencial, cuán necesaria es la calma y pensar... Ahí estamos yendo hacia adelante sin perder el instante presente.

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