Cada persona tiene su propio
ritmo vital. ¿Cuántas veces nos forzamos a nosotros mismos,
exigiéndonos más de lo que podemos dar? ¿Cuántas veces no tenemos
ni idea de lo que necesitamos, de lo que sentimos, pero en cambio,
vemos perfectamente lo que necesita el otro?, la mayoría de nuestros
problemas surgen de una necesidad que no está satisfecha. Por eso es
tan importante, escucharnos a nosotros mismos.
Es fundamental poder fijar
objetivos realistas, bien definidos y adecuados. No nos enseñan a
fijar objetivos y a trabajar y vivir por ellos, a pesar de la
importancia que tiene esta fortaleza. Los objetivos nos permiten
orientar nuestra conducta, identificar si estamos en la dirección
adecuada.
Conviene fijar objetivos
realistas y compatibles entre sí a corto, medio y largo plazo, ya
que en muchas ocasiones, orientamos nuestra vida, erróneamente, al
corto plazo
Como aprendizaje, y ejemplo
de este artículo, de la lista de objetivos que vamos a elegir
podríamos empezar con el que creamos más importante o especial para
nosotros.
Creo que es importante
subrayar que muchas personas convierten los objetivos en una lista
de intenciones y existe una gran diferencia en una simple intención
y un compromiso. Las intenciones son meros deseos: me gustaría,
tendría, debería,... pero estas palabras que pronunciamos,
normalmente nunca llegan a mover a la acción. Pero si hay compromiso
y éste está claro y sabes que harás el esfuerzo necesario para
lograr tu objetivo, entonces es cuando todo empieza a funcionar.
Algunas cosas:
Lo que se persigue realmente
cuando nos fijamos un objetivo, no es el objetivo en sí, sino los
beneficios que éste aporta a nuestras vidas.
Una de las herramientas más
poderosas a nuestra disposición para empezar a cristalizar nuestros
objetivos es desatar el poder de la visualización con alta
intensidad emocional. Se trata de una técnica realmente sencilla,
que consiste básicamente en crear una película mental en la que nos
vemos a nosotros mismos tal y como ese objetivo que perseguimos
fuese ya una realidad en nuestra vida.
Para que la técnica sea
efectiva has de crear una visualización lo más intensa posible, en
la que intervengan todos los sentidos. Has de recrearte en lo que
verás, escucharás y sentirás una vez ese objetivo esté
materializado. De este modo lo que estás haciendo es enviar señales
muy claras a tu cerebro y a tu sistema nervioso de qué es
exactamente lo que deseas conseguir.
En primer lugar las
visualizaciones han de repetirse consistentemente a lo largo del
tiempo. De nada sirve hacerlas de forma esporádica. Se necesita una
continuidad.
En segundo lugar, la
visualización no ha de mostrarte tu objetivo como si fuese una
película que le está sucediendo a un personaje. Mentalmente tienes
que crear tu visualización tal y como si estuvieses viendo en ese
momento con tus propios ojos el logro de ese objetivo.
Importancia también de saber
qué recursos voy a utilizar para que mi objetivo sea más efectivo.
Tenemos herramientas más que
suficientes (Adquiridas a lo largo de nuestra vida: enseñanzas,
experiencias, formación...), y el conocimiento necesario para saber
qué tenemos que hacer para alcanzar una meta.
A continuación pasar a la
acción, ésta es solo la que va a producir resultados en el logro de
los objetivos. Una de las grandes claves para lograr objetivos es
ponerse en movimiento tan pronto como un objetivo se ha establecido.
Hay que comenzar a generar inercia e impulso tan pronto como sea
posible. Cuando algo comienza a moverse y va ganando velocidad, cada
vez es más difícil pararlo. Se crea una inercia que permite que
cada vez con menor esfuerzo se avance más y más. Lo mismo has de
lograr a través de tus acciones.
Es la acción la que hace tan
valiosas las metas, los planes o los sueños, porque a partir de
ellas es posible conseguir traer a la realidad todo lo maravilloso
que hemos visto en nuestras imágenes mentales.
Algunas acciones a llevar a
cabo:
Céntrate en el presente que
es lo único que tienes en tus manos, y trabaja para reinventarte y
conseguir tu máximo potencial.
Los errores que hayas
cometido en el pasado únicamente tienen poder sobre ti si sigues
creyendo y alimentándolos en tu mente. Por la ley de la Atracción
vas a atraer consecuencias parecidas. Cuídate de alimentarlos en tu
subconsciente, son un lastre que mina tu potencial.
Deja de pensar en las
palabras negativas de otros. La solución no es recluirse del mundo
para dejar de recibir esa influencia, sino tomar la responsabilidad y
ser selectivos. No podemos permitir de ninguna forma que las palabras
negativas arruinen nuestra felicidad, nuestra capacidad de actuar, y
nuestra posibilidad de crecer hasta nuestro máximo potencial.
Somos libres de elegir
alejarnos de las palabras negativas y de su fuente, elegir sabiamente
la gente que nos rodea y repetirnos constantemente con nuestras
propias frases de motivación lo que valemos.
Incorpora la felicidad en tu
día a día.
También es muy importante
pedir ayuda si la necesitas.
Hay personas que creen que
meramente se puede "existir". Lo hacen para justificarse y
no buscar un propósito por el que luchar y elevarse en la vida. Ante
esto podemos conectarnos con nuestro verdadero Yo, o simplemente no
hacerlo y vivir la vida rutinaria sin más.
Lo que conseguimos en la vida
no solo depende de lo que queremos, sino de lo que esperamos. Define
tus expectativas, y pon el listón alto. No arruines tu potencial
"Para que pueda surgir
lo posible. Es preciso intentar una y otra vez lo imposible"
Hermann Hesse
Y por ultimo disfruta del
camino, celebra cada paso que des. Desafortunadamente, son muchas las
personas que constantemente se dicen: "Cuando consiga tal
objetivo seré feliz", tremendo error. Al llegar descubrirás
que la felicidad no está en ningún objetivo. Está ya en ti ahora
mismo si tú así lo decides.
¿Qué pasaría si
comenzamos a ver nuestras acciones como una forma de alcanzar un
resultado (aprendizaje), sea cual sea el final? Haríamos las cosas
de manera con menos tensión, menos inseguridades...más felices.
¿Qué pasaría si nos
olvidamos de la creencia de que no podemos ser felices a menos que
ocurran las cosas de una determinada manera? No le tendríamos miedo
al fracaso. No intentaríamos...haríamos
Los sueños
Hay que tomar muy en serio
aquello que soñamos porque se trata de las "pistas" que
tenemos para alcanzar nuestro verdadero bienestar. Es lo que da un
sentido a lo que hacemos en la vida. Todo el tiempo nos cruzamos con
personas que viven "desconectadas" de lo que anhelan
íntimamente.
Soñar significa identificar
quiénes somos realmente y qué queremos en nuestra vida, y luego
bajar esa visión a la práctica diaria para ser esa persona. Tenemos
que obligar a nuestra realidad a responder a nuestros sueños. Creo
que para ser felices y realizarnos debemos seguir soñando hasta
romper la frontera entre lo ilusorio y lo tangible.
Los sueños son quizá la
manera más genial de cómo nos gustaría que fuese nuestro futuro en
unos cuantos años. Es una imagen de cómo nos gustaría vernos y que
nos vieran en un determinado momento. Las cosas maravillosas que
tendríamos, los lugares que visitaríamos, las personas con las que
nos relacionaríamos, etc.
No esperemos a decirnos si
ahora tenemos tiempo para cumplir nuestros sueños, sino que nos
pongamos en marcha sin esperar momentos perfectos, porque los estados
perfectos no llegan nunca.
Para ello debemos:
-
Soñar y soñar.
-
Creer más en nosotros.
-
Estar en movimiento continuo.
-
Tener conocimiento. Es decir saber exactamente cuál es nuestro sueño y tener claro qué es lo que queremos.
-
Visualizar.
"No te rindas, por
favor no cedas, aunque el frio queme, aunque el miedo muerda, aunque
el sol se esconda, y se calle el viento, aún hay fuego en tu alma,
aún hay vida en tus sueños. Porque la vida es tuya y tuyo también
el deseo, porque cada día es un comienzo nuevo, porque ésta es la
hora y el mejor momento..." Mario Benedetti
"La posibilidad de
realizar un sueño, hace que la vida sea interesante... "Paulo
Coelho
Camino del cambio en
nuestra vida
Decía Octavio Paz que: "Las
masas humanas más peligrosas son aquellas en cuyas venas ha sido
inyectado el veneno del miedo al cambio". La inmovilidad, en
muchos casos, es peor que los riesgos que tomamos al enfrentar un
cambio vital, pero el cerebro humano se acomoda fácilmente a la
rutina y salir del carril que tenemos marcado requiere de esfuerzo y
dedicación.
Algunas claves para
enfrentarse al cambio:
-
Para cambiar necesitas querer cambiar. Todo cambio tiene un coste y unas consecuencias, y tenemos que estar dispuestos a afrontarlas porque creemos que merece la pena.
-
No desperdiciemos los momentos de inspiración. Porque algunas veces solemos pasarlos por alto. Y nuestra memoria es precaria: pasados unos minutos nos hemos olvidado de que era imperante modificar tal o cual comportamiento.
-
Ten fe en ti, cree en tus posibilidades. La fe es la certeza de que tú puedes. Se basa en tu capacidad y en tu potencia de respuesta, y actúa tu motivación.
-
Piensa en grande. Para afrontar un gran cambio hay que pensar en grande, profundizando en el conocimiento de aquello que es más importante en nuestra vida.
-
Vive de acuerdo con tus necesidades, deseos y expectativas.
-
Asume los riesgos. Debemos vencer el miedo al cambio, y abrazar los riesgos que conlleva, pues la inacción es generalmente la peor opción.
-
Activa tu creatividad. La creatividad te dará recursos para superar la adversidad, conseguir tus retos y vivir más feliz.
-
Desarrolla tu capacidad para amar y ser amado. Ama a las personas, a la naturaleza, a tu trabajo, a ti mismo. Amar es respetar. Amar es pasión. Ama lo que haces, pon amor en tu día a día.