viernes, 1 de abril de 2016

Reflexiones sobre la manera en cómo nos afectan las cosas


Introducción
"La mayor felicidad es ser su causante", (Kant)
Me gustaría empezar el artículo con unos comentarios de Emilio Duró, nos dice: que hay personas que le sale todo bien y hay otros que aunque pongan todo su empeño no aciertan ni una.
Pienso que por lo general, somos personas tendentes a complicarnos la vida. Desde que nos levantamos por la mañana y ya estamos pensando: "¿tendré tiempo para desayunar?, ¿llegare a su hora al trabajo?, ¿funcionara bien el metro o el autobús?, ¿y si llueve?, ¿que pasara cuando me jubile?
La conclusión es un poco estresante ¿no? Y sin embargo:
"El noventa por ciento de lo que nos preocupa nunca ocurre, pero no dejamos de preocuparnos. ¡Qué forma más horrible de vivir! ¿Qué manera tan horrible de agredir a nuestro colon!"
Esto sí es un hecho cierto, este estado en el que nos encontramos a diario, si nos agrede nuestro cuerpo.
Tengo una cosa clara y es que la forma en que envejecemos dependerá solamente de nosotros.
Pienso que los problemas no vienen de fuera, los producimos nosotros mismos. No hay nada que pueda afligirnos si no nos afligimos nosotros en ello.
Como ejemplo:
Entro en una sala donde hay un grupo donde todos ríen y me miran. Ante esto tendré una respuesta fisca emocional. Según lo que piense obtendré un sentimiento u otro:
  • He hecho el ridículo: sentiré miedo.
  • Se están divirtiendo, vamos a pasarlo bien: sentiré alegría.
  • Son mal educados: sentirás enfado.
  • Creo que les gusto, porque nada más entrar ya se han alegrado: sentirás aprecio.
La vida es una lucha continua para adaptarnos a los cambios del medio. En este proceso de adaptación, siempre estamos planteándonos objetivos, deseos o metas que queremos conseguir.
Pero esas metas hay que tener presente que:

Hay cosas que no dependen de mí:
  • No envejecer o morir.
  • Que alguna persona actué mejor.
  • Que no existan injusticias, guerras y enfermedades.
  • Que sucesos ya pasados fuesen diferentes.

Cosas que sí dependen de mí:
  • Ser feliz.
  • Aprender a ser asertivo.
  • Desarrollar mis potencialidades.
  • Cuidar mi salud.
  • Trabajar en mejorar lo posible, en mí y en los demás.
Debemos centrarnos en conseguir lo posible, mientras tenemos que aceptar lo irremediable, es decir todo aquello que no depende de nosotros.

Algunas estrategias y habilidades, que ayudan a mejorar nuestro estado de ánimo

"Sé que solo hay una libertad: la de pensamiento" Antoine de Saint-Exupéry
Somos libre de pensar lo que queramos, pero... ¡y que cuando ese pensamiento se vuelve un habito! ¿Realmente queremos pensar así o ya forma parte de nuestra forma de pensar?

Contrariedades
Albert Ellis, señala como los pensamientos que nos llevan a malhumorarnos se reducen a tres errores, que parten de tres contradicciones clásicas:

Contrariedad tipo 1 "Lo que yo pretendería ser, no es lo que soy":
Parte de la idea absurda: "necesito ser perfecto, si cometo un fallo es terrible.
El pensamiento antídoto: "preferiría no cometer fallos, pero como soy humano los cometo, y a pesar de ello, puedo sentirme bien y disfrutar de la vida."

Contrariedad tipo 2 "Lo que deseo que los demás sientan y hagan por mi, no es lo que sienten y hacen por mi".
Partimos de un razonamiento erróneo: necesito ser querido por las personas importantes para mí y de la forma en que me gusta a mí, si esto no es así, no puedo ser feliz.
Antídoto: si bien es agradable y preferible que cierta persona me aprecie, puedo pasarlo bien y sentirme fabuloso aunque ella prescinda de hacerlo.
Frase: "Deja de preocuparte por lo que piensan de ti, pues apenas piensan"

Contrariedad tipo 3 "Como quiero que las cosas sean, no es como las cosas son".
Pensamos como: necesito que las cosas sean felices y como me gustan a mí, sino seré infeliz.
Antídoto: " las cosas son y serán como son, no necesariamente como quiero que sean" la forma de adquirir cada vez más libertad y mayor valentía es enfrentándose a los problemas que la vida presenta.

Las personas pueden cambiar sus patrones de pensamiento y controlar sus actitudes. Se puede aprender a detectar pensamientos equivocados y crear nuevos patrones y con ello desarrollar un hábito de pensamiento positivo.

Errores de pensamiento

Pensamiento de TODO O NADA:
Pensamos en los extremos: "O está bien o está mal".
Ej: "Si esto no lo hago bien entonces no valgo para nada". No se ven otras posibilidades.
Abra que aprender a discriminar, a concretar la situación problemática, preguntándose que hay de cierto en lo que se dice; probablemente las situaciones a las que nos referimos sean difíciles, pero no imposibles.
Observar solo una parte de la realidad:
La persona tiende a ver solo una parte (generalmente la negativa) de lo que está sucediendo.
Magnificar lo negativo y minimizar lo positivo:
Este error de pensamiento se caracteriza, a diferencia del anterior, en que el individuo ve lo positivo y lo negativo de la situación, pero a lo positivo le da muy poco valor y a lo negativo mucho. Debemos ser objetivos y darle la misma importancia a los éxitos y a los fracasos.
Abstracción selectiva:
Este tipo de hábito de pensamiento supone clasificar o interpretar todo un acontecimiento partir de un simple detalle que muchas veces es sacado fuera de contexto. Por ejemplo: "No quiere que lo lleve en moto, eso quiere decir que desconfía de mi".
Exageración:
Existen personas que tienen tendencia a utilizar adjetivos desproporcionados para calificar un hecho: horrible, terrible, catastrófico, imposible, etc. Estas palabras pueden hacernos sentir emociones negativas sin necesidad.

Obligaciones:
Muchas personas se plantean su vida como una sucesión de obligaciones. Estas personas ven las actividades que realizan en su vida como algo inevitable.
"tengo que", "debo", "tendría que", "debería". De forma que si no se hace se sentiría mal.
Se debe pensar cuál es el motivo de que se hagan las cosas. Mirar las ventajas y desventajas de hacerlas. Seguro que muchas de las cosas que se hacen no llevan implícito ese carácter de obligatoriedad y que, por tanto, si se piensa en ellas como algo que se va a hacer porque se quiere, nos sentiremos mejor al hacerlas.
Disciplina tu espíritu:
Abandona los juicios y transfórmalos en sentimientos y necesidades.
Si pensamos en términos de juicio, creamos energía negativa y que trae energías similares a las que llevamos nosotros.
Los juicios sobre nosotros mismos son tóxicos para nuestro humor y nuestra energía, y molestos o desalentadores para nuestro entorno.
Localizar y saborear tanto como sea posible la belleza de cada instante:
"Cuando se contempla lo hermoso, se tiene más valor y fuerza para atravesar las dificultades".

Anticipaciones negativas:
Cuando se tiene la tendencia a anticipar situaciones negativas antes de que se produzcan, se pone al organismo en dicha situación y este reacciona tal y como le estamos diciendo. Las anticipaciones negativas pueden ser de dos tipo, las que llevan implícitas la probabilidad de que algo malo ocurra "(y si...") y las que anticipan que algo va a ocurrir con seguridad ("seguro que...")

Personalización:
Asumir que el control de todas las situaciones es de uno mismo, responsabilizándonos de todo, lo cual suele llevar a la excesiva culpabilidad. Ej.: "Todo es culpa mía, soy una mala madre".

Pensar positivamente



Las personas pueden pasar la vida buscando y encontrando todo o malo que hay a su alrededor. Su atención puede estar centrada únicamente en lo malo. Pueden pasarse el día pensando y preocupándose por ello. O pueden hacer lo contrario: buscando todo lo bueno que les rodea, pensando en las cosas buenas de la vida y centrando su atención solo en ellas. ¿Qué forma de ver la vida les hará felices?
Podemos elegir que se piensa y como se piensa. Se puede aprender a pensar positivamente para mejorar la vida.
Pensar positivamente no quiere decir que se ignoren los problemas. Tampoco significa que no haya nada que este mal. Pensar positivamente quiere decir encontrar lo bueno que está siempre presente en lo malo. Ver el lado bueno de las cosas.

Podemos elegir nuestros pensamientos:
Nuestra forma de pensar influye en nuestros sentimientos. Influye en cómo nos vemos nosotros mismos y en como los demás nos ven. Elegir la forma de pensar es la elección más importante que se puede tomar.

¿Son tan importantes las emociones en nuestro desarrollo vital?
Una gran mayoría de las barreras que las personas establecemos en nuestras vidas, incluso los miedos, las fobias, etc. Parecen tener un mismo origen: el miedo a que dejen de querernos, a que los demás se queden con una imagen negativa de nosotros, en definitiva, asentirnos solos. Por ello sería importante llegar a adquirir un estado emocional de aceptación y de paz interior respecto a lo que ese ciclo de vida ha significado para uno, la sensación emocional de que uno ha vivido lo mejor que ha sabido y ha podido.
Es importante preguntarse qué conductas debería poner en marcha una persona a lo largo de su vida para asegurarse o cuanto menos aumentar la probabilidad de felicidad y de una última etapa tranquila y satisfactoria.
Algunos de esos factores a conseguir: según Avía y Vázquez (1998)
  1. Lo primero sería algo de actividad: ver a los amigos, salir de compras, hacer regalos a los demás, buscar actividades divertidas de ocio, etc.
  2. Poner metas alcanzables y con sentido, es decir buscar cosas muy corrientes y al alcance de la mano, para sentirse satisfechos al alcanzar esos objetivos sencillos, alcanzables y con sentido.
  3. Hay personas que no han aprendido a disfrutar sanamente de su realidad, y se pasan la vida comparándola con la de los demás. El trabajar la aceptación de la propia vida y de la realidad debería ser también un puntal importante en los programas dirigidos a optimizar esta última etapa de la vida.
  4. Otro factor hace referencia a educar y perfeccionar la capacidad de goce, desarrollar el gusto por el juego y la travesura y amar y ser cordiales.

Importancia también de crear tu vida de acuerdo con quien eres en lo más hondo de ti:
  • Trata de escucharte para conocerte.
  • Intenta realizar tus sueños.
"Lo que lamentamos no es lo alcanzable, sino lo alcanzable no alcanzado".
A veces no se puede cambiar una situación, pero se puede cambiar nuestro modo de reaccionar ante ella.
Para ser uno mismo es necesario conocerse y ser consciente de hasta qué punto la imagen que uno tiene de su persona coincide con su yo real y auténtico. Se trata de dejar de verse como una persona inaceptable, indigna de respeto, inútil, poco competente, sin creatividad, obligada a vivir según normas ajenas e insegura. Hay que aceptar las imperfecciones. Cuando logre verse como alguien con fallos que no siempre actúa como quisiera, disfrutará más y se cuidará mejor.
Se piensa que la verdadera causa de la infelicidad es creer que carecemos de cosas. Y, por el contrario, la clave del bienestar está en saber que nos sobra de todo.
Recordar que todos intentamos abrirnos paso en la vida con las herramientas y los conocimientos que tenemos. Todos tenemos esperanzas y sueños. Y nos asustamos. Todos tenemos lo que otros llamarían defectos, y esas otras cosas que encuentran hermosas también.
Si quieres que la gente vea tu belleza, busca la de ellos.
Si quieres que la gente sepa quién eres, muestra interés por sus vidas.

Resaltar la importancia de: Ilusionarse con nuevos proyectos, buscar una razón para vivir y disfrutar de la vida. Y como valor importante Autenticidad.
Y recordar siempre que:
"Que la mayor limitación que puede tener una persona, es la impuesta por su propia mente."