"El
objetivo de la existencia no es vivir largo tiempo, sino disfrutar de
la vida"
Cómo
lograrlo
"Hay un tiempo para
preparar el terreno, otro para sembrar y otro para cosechar, no
alteres esos momentos si quieres lograr tus objetivos".
Anónimo
Define tu objetivo
La mente
necesita mensajes claros para actuar con eficiencia. Por tanto,
primero y fundamental: define tu objetivo. Para Antonio Martin,
psicólogo, director de la Clínica Belagua: "Definir metas hace
que dirijamos nuestras acciones y esfuerzos hacia lo que queremos
conseguir, ayudan a que nuestro cerebro desarrolle estrategias para
alcanzarlas, y nos empuja a ser constantes y persistentes".
"De
nada servirá tener las estrategias, los conocimientos y las
habilidades si no tienes claro hacia donde te diriges-reflexiona el
psicólogo-. Establecer un objetivo, naturalmente, no te garantiza su
consecución, pero aumentará considerablemente las probabilidades de
alcanzarlo", concluye el experto.
Un objetivo claro te ayuda a:
-
Mantenerte centrado.
-
Facilita la gestión del tiempo.
-
El establecimiento de prioridades.
-
Evita la dispersión y la pérdida de recursos.
El optimismo
No podemos hacer desaparecer
los problemas, pero saber afrontarlos positivamente puede ayudarnos a
llevar una existencia mucho más apacible y e consecuencia no
precipitarnos de cabeza al proceso de envejecimiento.
El
optimismo no tiene la capacidad de mejorar las cosas, pero sí nos
permite verlas con otros ojos. Y es que, la dicha o la desdicha no
depende tanto de los avatares del día a día, como del significado
que le damos.
Ser optimista no significa:
-
Ponerse una venda en los ojos.
-
La pérdida de objetividad.
-
No es una postura ilusa e idealista.
Nada tiene que ver con la
ausencia de problemas, sino con la habilidad de hacerlos frente. La
persona optimista no es una ingenua ni se deja llevar por ideas
prometedoras. Una actitud optimista no es hacer alarde de seguridad
en uno mismo tomando decisiones a la ligera. Eso es imprudencia, no
optimismo.
La alegría de vivir
Las
personas que están siempre preocupadas o tristes ven su cara marcada
de forma permanente con arrugas en la frente, entrecejo y comisuras,
por no hablar de su mirada, pues esta actitud apaga su rostro y le
resta cualquier atractivo. Así mismo, la excesiva preocupación o el
pesimismo tiene reflejo en los efectos del mal descanso (bolsas,
ojeras, piel apagada...) en el porte y en la presencia de la persona.
"Suelen tener una actitud corporal hundida, con los hombros
caídos y la mirada perdida".
La alegría es una emoción
intensa, positiva y gozosa, que nos ayuda a vivir la vida con más
ligereza: emoción primordial, gratuita y generosa.
Dice
Fernando Savater en ética
para Amador
que la alegría es un "sí" espontáneo a la vida que nos
brota de dentro, a veces cuando menos esperamos. Un "sí" a
lo que somos, o mejor, a lo que sentimos ser. Quien tiene alegría
ya ha recibido el premio máximo y no echa de menos nada. Supone un
estado de satisfacción que lleva a la persona a realizar hechos
espléndidos y generosos, a ofrecer su buena energía a todos cuantos
nos rodean.
"Si exagerásemos
nuestras alegrías, como hacemos con nuestras penas, nuestros
problemas perderían importancia".
Anatole France
"Para que pueda surgir
lo posible, es preciso intentar una y otra vez lo imposible".
Hermann Hesse
Las tres
principales claves emocionales de la longevidad
Querer llegar a viejo
Si usted
quiere llegar a viejo, deberá considerar que, realmente, se trata
del mayor bien que el destino le puede otorgar. Nunca más piense en
la vejez como algo malo, acabado o penoso.
Estar convencido de que
llegará
No debe
tener ninguna duda de que llegará a ser muy viejo, pleno de
facultades. No piense más en la vejez como algo malo, acabado o
penoso.
Tener una gran fe en nosotros
mismos, estar seguro de nuestras capacidades de realizar todo cuanto
nos propongamos en la vida.
Tener una razón para
llegar
Ten un motivo que conduzca tu
vida. Aquello por lo que merece la pena luchar, la mayoría de las
personas que tienen muchos años, tiene un motivo importante, algunos
de ellos:
-
Dejar huella en este mundo.
-
Alcanzar sus sueños.
-
Cuidar familiares.
-
Cuidar personas desvalidas.
Espiritualidad y salud
La espiritualidad es un
sentimiento gratificador de conexión emocional profunda con algo que
se encuentra fuera, que puede ser creencias religiosas, solidaridad,
el amor, la libertad o el resultado de una sintonización especial
con la naturaleza.
La
verdadera belleza es la expresión externa de la salud y el
equilibrio. La palabra salud, en sanscrito es "swasta", y
significa estar conectado con el ser interior que existe en cada uno.
El
bienestar espiritual ayuda a mejorar la salud y la calidad de vida:
-
La espiritualidad aporta valores como: amor, perdón, agradecimiento, esperanza, paz y fortaleza, con lo que reforzar poderosamente la salud emocional.
-
Disminuye la ansiedad, la depresión, el enojo y el malestar.
-
Disminuye la sensación de aislamiento (sentirse solo) y el riesgo de suicidio.
-
Disminuye el abuso de bebidas alcohólicas y medicamentos.
-
Reduce la presión arterial y el riesgo de enfermedades cardiacas.
-
Provee de un sentimiento de crecimiento personal.
-
Proporciona una mayor satisfacción con la vida.
-
Otorga una mayor sensación de paz interior.
-
El bienestar espiritual también puede ayudar a vivir más y, sin duda, mejor.
Religiosidad
y espiritualidad, no es lo mismo; en el primer caso se trata de
personas involucradas en creencias, valores y prácticas propuestas
por una institución organizada, y la búsqueda de lo divino se logra
a través de una manera concreta de vivir.
La espiritualidad puede
definirse como la búsqueda de lo sagrado o de lo divino, a través
de cualquier experiencia de la vida.
Solidaridad y bienestar
Ayudar,
tender una mano a otro cuando lo necesita, hace que el organismo
libere determinadas sustancias químicas, como la dopamina, la
serotonina y la oxitócica, que generan una agradable sensación de
bienestar. "la dopamina, tiene un efecto calmante, al igual que
la serotonina, que es una sustancia química utilizada para tratar la
depresión", señala Stephen, profesor de medicina preventiva en
la universidad de Stony Brook en Nueva York y autor de
The Hidden Gifts of Helping.
La solidaridad es un valor
que se puede definir como la toma de conciencia de las necesidades de
los demás y el deseo de contribuir, y de colaborar, para su
satisfacción. Como el acto mediante el cual una persona realiza
acciones en beneficio de otro sin recibir nada a cambio. Compartir
tiempo con los demás, ocuparse de otros, no solo genera felicidad,
sino que es bueno para la salud.
De
qué debemos huir
El miedo
Porque nos desconocemos,
estamos llenos de miedos. Miedo al amor y miedo a la muerte. Miedo a
nosotros mismos y a los otros. Miedo al abandono y al fracaso. Miedo
a la soledad que provocamos y a la compañía que tenemos. Miedo a la
dependencia y también a la libertad. Miedo a la oscuridad de
cualquier clase y a las imágenes de la muerte. Miedo a la vejez, que
nos pone de empujón frente a lo que somos y hemos sido, frente a lo
que hemos dejado de ser y frente a lo que seremos. Miedo a la nada, y
miedo, que cosa tan terrible, al mismo Dios.
Antonio Gala.
Las afueras de Dios.
Sentimos miedos irracionales,
excesivos, demasiado intensos, demasiado largos, responsables de la
gran mayoría de nuestras limitaciones. El miedo, sin duda, nos
protege de los peligros, pero el temor a sentirlo puede ser tan
dañino como sus causas los temores que no responden a una amenaza
real suelen gestarse en el pasado, en las vivencias negativas que un
día ocurrieron o proyectarse hacia el incierto futuro. "Vivamos
entre el recuerdo y la imaginación, entre fantasmas del pasado y
fantasmas del futuro, reviviendo peligros viejos e inventando
amenazas nuevas, confundiendo realidad e irrealidad".
Te has
preguntado qué harías si no tuvieras miedo?
Dedícale
sólo unos segundos, sin que nada te interrumpa. Medítalo. Haz una
lista de las limitaciones que provocan tu miedo: qué mundo te impide
conocer, qué personas te obliga a evitar, qué actividades dejas de
realizar. Es probable que te sorprendas. Interpretar los retos como
amenazas, significa ver los desafíos en relación con sus posibles
consecuencias negativas en vez de las positivas, haciendo más
énfasis en qué puedes perder en lugar de dar una oportunidad a lo
que podrías ganar.
"El
miedo está siempre dispuesto a ver las cosas peores de lo que son".
Tito Livio
"Si haces lo que
siempre has hecho, obtendrás lo que siempre has obtenido".
Anónimo
La culpa
La culpa es una emoción tan
invasora y abrumadora que, rara vez, somos conscientes de ella.
mujeres que viven inculpándose, sin consuelo, por no haber acertado
con la educación de los hijos, por haber tomado determinada actitud,
por haber pronunciado aquellas palabras por no haber atendido
suficientemente a tal persona, por haber hecho el ridículo delante
de alguien que consideraban importante...
Incluso por no haber hecho lo
que otros esperaban de nosotros: "No estuve allí cuando me
necesitaban", "le di un gran disgusto", "esperaban
otra cosa de mí", "creo que le he decepcionado".
Detrás de todas estas angustias se esconde el temor a dejar de ser
queridos: "La consciencia de culpa es, más que todo, una
angustia frente a la pérdida del amor". Resumía Freud.
Las creencias: ideas que
envejecen
"Somos lo que
pensamos"
"Si
quieres saber cómo será tu cuerpo mañana, observa tus pensamientos
hoy"
Proverbio
Hindú
Cientos de estudios
demuestran que las personas que tienen pensamientos positivos logran
una existencia más longeva, mayor calidad de vida, una piel más
joven y menos problemas cardiovasculares.
"La realidad se
origina en las percepciones. Al cambiar sus percepciones, usted
modifica su realidad. Al cambiar la percepción sobre su cuerpo, su
envejecimiento y el tiempo, podrán revertir su edad biológica.
DepraK
Chopra
"No vemos las coas tal
como son, sino tal como somos".
Talmud
"la mayoría de las
personas buscan la autoconfianza y el autorrespeto en todas partes
menos dentro de sí mismas, y por ello fracasan en la búsqueda".
Séneca
"Procúrate, cada día,
un tiempo. Aunque sean unos minutos de silencio con los ojos
cerrados, sin música, sin ruido. Estar contigo mismo, se trata de
calmar tu mente.
La queja
Contrariamente
a lo que muchas personas piensan, la queja no nos sirve de válvula
de escape, muy al contrario, aumenta nuestro malestar. La explicación
es sencilla y nos resultara familiar: al enfocar nuestra atención en
lo que está mal, lo estamos agrandando. Al quejarnos, criticar o
juzgar, emitimos pensamientos y, por tanto, energía negativa que se
vuelve hacia nosotros como un búmeran, pero aumentada.
Superar
los 100 años
Llegar a
los 100 años, empieza a convertirse en una expectativa realista para
muchas personas. Ya no sólo se llega a viejo, se llega a ser "muy
Viejo" e incluso en condiciones físicas y mentales plenas.
Científicamente
se está probando, que quien vive 100 años vive mejor que quien vive
80. ¿Cómo es posible? El geriatra de la universidad de Boston
Thomas Perls, descubre que las personas que llegan a superar los 90
años, generalmente conocidas como los "viejos más Viejos",
suelen ser más saludables y ágiles que los ancianos de 80. Esta
idea, hoy contrastada científicamente, hace pensar a los
gerontólogos que las personas centenarias son un grupo de población
saludable y generalmente poco comprendido. Lo que nos sugiere este
tipo de datos, que los ancianos que más tiempo sobreviven están más
preparados para superar las enfermedades propias de la edad. Se
trataría, por tanto, de una especie de "supervivencia del más
fuerte"; por algún motivo desconocido, algunos individuos
resisten mejor que otros el paso del tiempo. Ellos no solo viven más,
sino que viven mejor. Esta tesis de la "supervivencia del más
fuerte", nos llevará a conocer mejor los mecanismos del
envejecimiento no sólo en centenarios sino en toda la población
mayor.
Centenarios en Japón
Nos dice
Junko Takahashi:
El
país nipón volvió a batir en 2016 el record mundial de centenarios
registrados, 65.692 en total, según los datos publicados por el
Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar. Esta cifra pone de
manifiesto un crecimiento extraordinario desde que se inicio el censo
en 1963: Hoy hay 402 veces más centenarios que entonces, y su número
no ha dejado de aumentar desde 1971."
Nos dice
también: "Cuando empecé a investigar sobre los centenarios
activos y las claves de su longevidad, imaginaba que encontraría con
facilidad todo lo que tienen en común y con esta información,
podría sacar una receta para vivir cien años. Pero mis expectativas
se derrumbaron, de inmediato, en cuanto hable con la primera persona
centenaria a la que entreviste para mi investigación. Y mi confusión
aumentó a medida que hablaba con más centenarios. Pues lo primero
que descubrí fue que cada persona tiene su modo y manera de vivir.
Le
comente mis dudas al gerontólogo Nobuyoshi Hirose, del centro para
la investigación de Supercentenarios de la Universidad de Keio
(Japón). Este científico, que ha estudiado a más de 800 personas
centenarias, ha llegado a la conclusión de que cada una de ellas
vive a su propia manera, lo que significa que hay
tantos modos de vida diferentes como centenarios.
Unos son tan ordenados como un reloj, pero otros actúan tal como
manda el instinto y duermen y comen cuando y lo que les da la gana;
también los hay que disfrutan del alcohol, mientras que algunos no
prueban ni una gota.
Encontré
otras cosas en común aparte de sus muchos años: tienen una mente
libre y son muy luchadores. Me pareció que estaban ávidos de
disfrutar de la vida y desde luego no les importaba nada su edad.
Tengo la impresión de que son libres y honestos. Honestos en el
sentido de que persiguen sus deseos y no se mienten a si mismos. Si
quieren hacer algo lo hacen, sin importarles lo que piensen los
demás.
La
importancia de una buena alimentación
Una
reducción de un 30 por ciento en las calorías consumidas es difícil
de mantener en la mayoría de las personas, pero es la cifra que hay
que perseguir.
A partir
de los 60 años de edad, las necesidades más imperiosas se centran
en los aminoácidos, oligoelementos, ácidos grasos y antioxidantes.
Las grasas no deben superar una proporción del 15% de la dieta
total y exclusivamente de características poliinsaturadas. Las
proteínas deberían aumentarse hasta al menos un 25% de la dieta
total, puesto que la gran abundancia de tejidos desgastados necesita
de un mayor aporte proteico para reconstruirlos. No obstante, la
menor eficacia del sistema renal para depurar el ácido úrico,
obliga a una disminución drástica de las proteínas de origen
animal. Sin embargo, las proteínas que se encuentran en los cereales
integrales y a pesar de tener una calidad biológica inferior a la
carne, son mejor aprovechadas por su buena disponibilidad neta. Una
suplementación en aminoácidos esenciales podía ser recomendable,
ya que a partir de ello el organismo fabricaría las proteínas
necesarias.
A esa edad
vuelven a tomar protagonismo los hidratos de carbono complejos
presentes en los cereales, tal y como ocurre en la niñez. Las
papillas, los cereales en el desayuno e incluso los azúcares
naturales como la miel, la melaza o el azúcar moreno no integral,
serían altamente recomendables en la vejez.
Sobre la importancia de las
frutas destacaremos en primer lugar la reina de todas ellas, la
manzana, seguida de las uvas, las peras, los dátiles, los higos y la
piña, tesoros de la naturaleza. Siempre bien maduras.
Finalmente,
los frutos secos constituyen un recurso para las personas
inapetentes, pues en cada uno de ellos está todo lo necesario para
la vida. El problema es que al tratarse de alimentos concentrados
requieren una larga masticación que no siempre es posible.
Triturarlos previamente sería una buena solución.
Ver:
Videos de Adolfo Pérez Agustí sobre
revertir el envejecimiento
https://www.youtube.com/watch?v=ecZy2F8XE1k
https://www.youtube.com/watch?v=2VuFnTlmi9o
Y
el libro del Dr. Andrew Weil... "Las fuentes de la eterna
juventud"
Bibliografía:
FREIRE RODRIGUEZ, Carlos y FERRADAS CANEDO, María del Mar. Calidad
de vida y bienestar en la vejez. ED. Pirámide.
BOSCH, Mª José. Manual Antiaging. 2015
PEREZ AGUSTI, Adolfo. Como vivir 120 años, de la utopía a la
realidad. Ediciones Obelisco.
TAKAHASHI. Junko. El método Japonés para vivir 100 años. ED.
Planeta 2017.
DE HENNEZEL. Marie. La suerte de envejecer.