jueves, 7 de julio de 2016

MI ABUELO ME DIJO EN UNA OCASIÓN



"La mayoría de las personas viven en un círculo restringido de su potencial. Todos tenemos increíbles reservas de energía y genialidad a las que podemos recurrir con las que no siquiera soñamos."
WILLIAM JAMES, 1899


"Dale al mundo lo mejor de ti y lo mejor volverá a ti."


Pensé en las personas más excepcionales que he conocido. Personas que seguían la marcha cuando los demás desistían; los que encontraban formas de hacer lo que los demás no podían. No se limitaban únicamente a un trabajo, sino que indagaban en lo más profundo y encontraban algo más. Eran los que marcaban la diferencia.
Recuerdo que mis padres y otros adultos de mi pueblo decían: estudia duro y trabaja duro, pero no dejes que tus sueños sean muy grandes, porque si es así, solo conseguirás decepcionarte. Aprende a adaptarte y a vivir así, decían, "Eso es lo que hace la gente con éxito". Yo supe adaptarme a vivir así muy bien-dijo con voz apagada.
Tú vas a oír el mismo tipo de cosas de la gente que te rodea. Son palabras bienintencionadas, pero erróneas. ¿Qué hubiese ocurrido si yo no las hubiese aceptado? ¿Qué hubiese pasado si me hubiese cuestionado cada día la definición del día anterior sobre lo mejor que podía dar de mí? ¿Y si hubiese escuchado a mi propio corazón en vez de sus palabras? Entonces hubiese mirado más y más adentro, y le hubiese ofrecido al mundo lo mejor que estaba escondido dentro de mí. "Y, si lo hubiese hecho-dijo-, lo mejor hubiese vuelto a mí, a mi familia y a tí. Pero no volverá -dijo-, porque no viví a sí.
¿Y para hacer esto hay que ser mayor?, la edad no tiene nada que ver. Cada día puedes aprender algo nuevo sobre quién eres y el potencial oculto dentro de tí. Cada día puedes elegir ser más de lo que has sido. Te pido que empieces ahora mismo.
Empieza mirando en tu interior. Poniendo a prueba nuevas posibilidades. Buscado lo que importa más para tí. Pocos de nosotros hacemos algo así por nosotros mismos. Nos limitamos a retener nuestra respiración. Apartamos la vista. Nos la apañamos para sobrevivir. Defendemos lo que fuimos y decimos "ya es suficiente". No me gustaría que un día te levantes y digas "he estado viviendo mi vida equivocadamente y ahora es demasiado tarde para dar marcha a tras".

Todos nosotros tenemos un gran potencial sin utilizar. Depende de tí el convertirte en la persona más curiosa que conozcas y en seguir preguntándote: ¿qué es lo mejor que puedo dar? Sigue encontrando más cosas para ofrecerle al mundo cada día. Si lo haces, te prometo que más de lo que jamás has imaginado volverá a tí.
A pesar de mis luchas y errores cometidos a lo largo de mi camino, he aprendido que hay oportunidades para cada uno de nosotros que van más allá del pensamiento convencional y los limites autoimpuestos. Poseemos un enorme potencial oculto y un destino que espera ser vivido. Debemos hacerlo por nosotros mismos porque nadie puede vivirlo por nosotros.

"Independiente de los demás y en concierto con los demás, la principal tarea de la vida es hacerlo lo mejor que se puede y llegar a ser lo que potencialmente se puede ser.
ERICH FROMM

Las personas son como faros, es fácil actuar como si fuese una veleta, siempre cambiando de ideas y de palabras, intentando complacer a todos los que hay alrededor; pero todos nacimos para ser faros. Imagínate un eje vertical que atraviesa el centro del corazón, desde las raíces hasta las aspiraciones más altas. Eso es tu faro. Te ancla en el mundo y te libera de tener que estar cambiando de dirección siempre que cambie el tiempo. Dentro del faro hay lentes y una luz. La luz representa quien eres cuando nadie te está mirando. La luz se hizo para seguir brillando, a pesar de la oscuridad o la tormenta de fuera. Cuando encuentres esa luz en tu interior lo sabrás. No dejes que nadie la apague.
Y recuerda buscar la luz de los demás. Al principio no la podrás ver, pero tienes que mirar hacia dentro. Ahí está.
En una ocasión, que me encontraba en la playa, pase un pequeño susto que me hizo coger miedo al agua, mi abuelo se acerco a mí y me dijo: "No todos nosotros tenemos la valentía para correr riesgos y hacer cosas que queremos hacer, pero que nos dan miedo. Así que nos resistimos. Seguimos poniendo excusas. Hacemos que las cosas sean más difíciles. Cuando aprendiste a nadar, tuviste que tener fe en el agua. También fue difícil cuando te metiste en el agua que te cubría. Tuviste que enfrentarte a tus miedos y escuchar a tus maestros. Tuviste que enfrentarte y aprender, pero después empezaste a sobresalir y te parecía más fácil y más divertido. Muchas personas que podrían ser muy buenas haciendo cosas en la vida, como nadar, las abandonan. A veces les parece difícil o tienen miedo y no quieren volver al agua. El miedo no es algo de lo que debas avergonzarte.
Cada vez que nos vemos cara a cara con momentos de riesgo, miedo o incertidumbre, se nos ofrece la oportunidad de aprender y sacar a la luz nuestra capacidad oculta.
Mi abuelo me dijo que no hay nada que pueda desatar las cualidades ocultas como lo hace la pasión.
Los efectos de la pasión siempre son profundos ya que provienen de lo más hondo que hay en nosotros. Se ha hablado tanto sobre esforzarnos, confiar en la repetición para seguir adelante, que muchos de nosotros hemos perdido el contacto con el entusiasmo que puede sacar lo mejor de nosotros mismos. Cuando me levanto el lunes por la mañana, ¿pienso en?: ¿"Otra semana de estrés y tensión" u "Otra oportunidad para hacer más cosas que me gustan"?
Una de las formas más sencillas para aumentar la pasión es descubrirla en medio de su frenética vida. ¿Qué le gusta lo suficiente como para hacerlo gratis? ¿Qué le proporciona tanto placer que anhela hacerlo una y otra vez? ¿Cuáles eran sus sueños de infancia? ¿Qué es lo que le da un mayor impulso, aunque no se le dé muy bien? ¿Qué le hace sentir mejor sobre sí mismo? Cuando fantasea, ¿A dónde le lleva el corazón? ¿Qué le dibuja una sonrisa en la cara, hace que sus ojos brillen o le pone la piel de gallina?
Una gran verdad de la vida. En la mayoría de los casos, no son las grandes dificultades ni los desastres los que merman nuestras capacidades o nuestra iniciativa, sino las pequeñas cosas desatendidas que, con el tiempo, sacan lo peor que llevamos dentro y hacen que nuestras relaciones fracasen. Lo mismo que no bajar la tapa del inodoro después de utilizarlo, dejar la ropa tirada por el suelo, no ponerle el tapón a la pasta de dientes, llegar tarde a la cena repetidamente, dejar los platos sin lavar en el fregadero, olvidar darle las gracias a la otra persona por sus esfuerzos, o no saber buscar esa sorpresa especial para un aniversario o el cumpleaños de un ser querido.
Es verdad, muchos aspectos triviales de la vida no tienen importancia, y preocuparse por ellos es una pérdida de tiempo. Sin embargo, algunos sí cuentan. Saber la diferencia es crucial porque una vida agradable y sana depende mucho más de la frecuencia de la felicidad que de la magnitud de la misma.
Maslow enfatizo que hay una jerarquía de necesidades humanas, que tienen gran influencia en nosotros. Estas irritaciones individuales necesitan salir a la luz en vez de ser ignoradas o denigradas como nimiedades. La energía y la atención que se malgasta en las pequeñas frustraciones es a veces innecesaria.
Los grandes sueños nos mantienen comprometidos con las posibilidades de la vida y así impiden que nos hundamos en las arenas movedizas o en los viejos hábitos, miedos o frustraciones prudentes. Esos grandes objetivos son vitales en el trabajo y en la vida.
Un gran objetivo levanta el espíritu y enciende en el corazón el sentido firme de dirección y propósito. Incluso cuando los grandes sueños no se hacen realidad (ya que muchos no se cumplen) casi siempre cambian algo de nosotros positivamente. Se centran en nuestras acciones diarias y ensanchan nuestro aprendizaje, nuestro crecimiento y nuestra utilidad.
No somos magos y no tenemos bola de cristal. Por costumbre y, hasta cierto punto por predisposición cerebral, tendemos a hacer juicios respecto a casi todo, sobre todo respecto a los motivos y las intenciones de otras personas. A menudo asumimos que los demás "saben" instintivamente lo que pensamos y que, por lo tanto, no tenemos que decir lo que queremos, necesitamos o deseamos. Esos juicios crean innumerables malentendidos que solo consiguen hacer perder el tiempo, dañar las relaciones y producir una trama argumental que casi nunca es cierta.
Es una antigua verdad que aquellos que se arriesgan poco, normalmente viven menos. A veces el riesgo es desalentador e incluso peligroso, pero en muchos casos también es necesario. Sin un conocimiento de primera mano de los apuros, la prosperidad siempre será algo hueco. Solo mediante la experiencia directa de la perdida y la tristeza, pueden, el amor y la alegría, crecer y ser significativos. En muchos aspectos de la vida, el mayor riesgo no es ningún riesgo.

 
Mi abuelo amaba la cultura Japonesa
Muchas veces cuando reflexionaba sobre como pasaban los años y uno se hacía viejo, mi abuelo hablaba de los japoneses, decía que era un pueblo con abuelos con muchos años. Y eso en parte se debía a que todos tienen un Ikigai, que traducido es: "La razón por la que nos levantamos cada mañana." La felicidad de estar siempre ocupado. Dicen que algunos lo han encontrado, otros lo llevan dentro, pero todavía lo están buscando. En occidente somos más sedentarios, lo que trae más enfermedades como la hipertensión o la obesidad, algo que afecta a la longevidad del individuo. Por eso es importante seguir una vida activa y saludable lo que nos llevara a sentirnos mejor por dentro y por fuera.


En una ocasión le preguntaron a Carmen Herrera, pintora de 99 años y seguidora de esta cultura, como veía su futuro, dijo: "Mi motivación es terminar el siguiente proyecto. Voy día a día".
Para estar siempre activo, incluso cuando no hay necesidad de trabajar, hay que tener un Ikigai en el horizonte, un propósito que guie a la persona a lo largo de su vida y le impulse a crear belleza y utilidad para la comunidad y para sí misma.


Estas leyes están extraídas de la sabiduría de los ancianos de Ogimi, un pueblo de Japón:
  1. Mantente siempre activo, nunca te retires. Quien abandona las cosas que ama y sabe hacer, pierde el sentido de su vida. Por eso, incluso después de haber terminado la vida laboral, es importante seguir haciendo cosas de valor, avanzando, aportando belleza o utilidad a los demás, ayudando y dando forma a nuestro pequeño mundo.
  2. Tómatelo con calma. Las prisas son inversamente proporcionales a la calidad de vida. Como dice un viejo proverbio: "Caminado despacio se llega lejos". Cuando dejamos atrás las urgencias, el tiempo y la vida adquieren un nuevo significado.
  3. No comas hasta llenarte. También en la alimentación para una vida larga, "menos es mas". Según la ley del 80% para preservar la salud mucho tiempo, en lugar de atiborrase hay que comer un poco menos del hambre que tenemos.
  4. Rodéate de buenos amigos. Son el mejor elixir para disolver las preocupaciones con una buena charla, contar y escuchar anécdotas que aligeren la existencia, pedir consejo, divertirnos juntos, compartir, soñar... en suma, vivir.
  5. Ponte en forma para tu próximo cumpleaños. El agua se mueve, fluye fresca y no se estanca. Del mismo modo, tu vehículo para la vida necesita un poco de mantenimiento diario para que pueda durar muchos años. Además, el ejercicio segrega las hormonas de la felicidad.
  6. Sonríe. Una actitud afable hace amigos y relaja a la propia persona. Está bien darse cuenta de las cosas que están mal, pero no hay que olvidar el privilegio de estar aquí y ahora en este mundo lleno de posibilidades.
  7. Reconecta con la naturaleza. Aunque la mayoría de seres humanos vivan en ciudades, estamos hechos para fundirnos con la naturaleza. Necesitamos regularmente volver a ella para cargar las pilas del alma.
  8. Da las gracias. A tus antepasados, a la naturaleza que te provee aire y alimento, a tus compañeros de vida, a todo lo que ilumina tu día a día y te hace sentir dichoso de estar vivo. Dedica un momento del día a dar las gracias y aumentaras tu caudal de felicidad.
  9. Vive el momento. Deja de lamentarte por el pasado y de temer el futuro. Todo lo que tienes es el día de hoy. Dale el mejor uso posible para que merezca ser recordado.
  10. Sigue tu ikigai. Dentro de ti hay una pasión, un talento único que da sentido a tus días y te empuja a dar lo mejor de ti mismo hasta el final. Si no lo has encontrado aun, tu próxima misión será encontrarlo.



La gente de esos pueblos de Japón es optimista, algunos de sus comentarios son dignos de escuchar:

  • Cada día me digo a mi mismo: "Hoy va a ser un día con salud y energía". A tope.
  • Tengo 98 años, pero aún me considero joven. Me queda mucho por hacer.
  • Reírse, reírse es lo más importante. Allá donde voy, me rio.
  • Llegare a los cien. ¡claro que llegare! Esa es una gran motivación para mí.
  • Cantar con los nietos y bailar juntos, eso es lo mejor de vivir.
  • Me siento afortunado de haber nacido aquí, doy las gracias cada día.
  • Lo más importante en este pueblo, y en la vida es sonreír.
  • Hago de voluntario en la aldea para devolver un poco de todo lo que me han dado. Ayudo, por ejemplo, a amigos y amigas a ir al hospital en coche.
  • No hay ningún secreto. El truco es simplemente vivir.

Si alguien ha luchado por el potencial que llevamos dentro ese fue Víktor Frankl
La experiencia vital de estar prisionero en Auschwitz, hizo que Viktor Frankl, comprendiera que "Todo le puede ser arrebatado a una persona, excepto una cosa, la última de las libertades humanas: la elección de como se enfrenta uno a las circunstancias que le son dadas, la elección del propio camino".
Hallar el sentido de la vida, da al ser humano razones para llenar ese vacío. Para Frankl, el hombre que se enfrenta a sus problemas y convierte sus objetivos en actividad, al hacerse mayor podrá mirar atrás con paz interior. No envidiara la juventud de los que aun la tienen, porque tendrá un cumulo de vivencias y experiencias que le demostraran que ha vivido por algo y para algo.


Me gusta estar en equilibrio "En el centro" ¿y tú, que buscas?
Helmut Krusche: decía que: "Si nos orientamos hacia nuestra meta, hacia la luz, el sol, no hay necesidad de luchar contra la oscuridad. No tenemos que hacernos la vida difícil, pues existe una fuerza que nos hace ir adelante. Si vivimos así, estaremos en equilibrio. (...) incluso el equilibrista que sube al alambre en las alturas necesita encontrar el centro. Se balancea a la izquierda y a la derecha, pero en un determinado momento, tras pequeñas rectificaciones, se halla en equilibrio. (...) y por esta razón es tan importante que cuando uno se ha desviado del punto medio, se vuelva lo más pronto posible a una posición optima que le lleve de nuevo al centro.
Creando nuevos senderos neuroplasticos.
  • "Ni tanto ni tan poco."
  • "Una de cal y otra de arena".
  • "La harina que admita la masa".
  • "Quien se mantiene en el medio es sobrio y moderado" Aristóteles.
  • "Todo en su justa medida".
En la vida todo es un poco así. Por eso no hay que ir de Sancho, ni de Quijote. Tan desaconsejable es ser un escéptico recalcitrante como un creyente fanático. Tan malo es pecar de pesimista empedernido, como de optimista fantasioso. El mito del objetivismo y el mito del subjetivismo no son más que eso, mitos. Es bueno someterse a pequeños estreses, porque forman parte de nuestra supervivencia, ya que una persona sin stress, es una persona muerta; sin embargo, vivir sometido a un stress continuo, nos pone la soga alrededor del cuello. Necesitamos hacer deporte para mantenernos en forma, pero sin nos pasamos, lograremos justo lo contrario.
El recogimiento, saber estar a gusto con uno mismo, retirarse de cuestiones mundanas, medirá y hallar esa conexión que enlaza nuestra consciencia con algo que difícilmente sería capaz de explicar yo aquí, podría ser lo único que nos permite trascender y explorar nuevos niveles de mente. Sin embargo, tampoco es cuestión de esconderse en una cueva a meditar. El Dalí Lama viaja bastante, concede entrevistas, tiene una página web e incluso interactúa con sus seguidores en las redes sociales. Recuerda que mantener relaciones con los demás, cultivar amistades y compartir momentos de convivencia, también forma parte de nuestra trayectoria espiritual-afectiva. Los amigos son la familia que uno escoge.
Reflexiona:
  • ¿Cómo definirías el equilibrio?
  • ¿Donde piensas que reside el centro?
  • ¿Existe equilibrio en todos los aspectos de la vida? Piensa algún aspecto que consideres que este desequilibrado. ¿Que podrías hacer por equilibrarlo?
  • Tus facetas de la vida trabajo/ocio ¿Están equilibradas?
  • ¿Llevas una dieta equilibrada?
  • Tus facetas actividad, sedentarismo, deporte, ¿hacia qué punto de la balanza se inclinan?
  • ¿Tienes momentos de recogimiento, relajación y tranquilidad?
  • ¿Te resulta fácil encontrar tu centro emocional o reaccionas de forma desproporcionada y sin control en ocasiones? Si no estás satisfecho con ello, ¿cómo crees que podrías arreglarlo?


Reflexión: "Del libro de Mado Martínez". 

Yo no soy perfecto. Tengo mis sube y baja. Cometo errores. A veces hago cosas de las que me arrepiento. No conozco verdades absolutas. Estoy seguro de pocas cosas, de hecho, voy cambiando mi modo de ver la realidad (incluso mi opinión) conforme voy caminando en la vida en busca del conocimiento. También lloro cuando estoy triste por algo, igual que rio cuando estoy feliz. Manejo mis emociones con las herramientas de las que dispongo como mejor puedo, pero no me niego, ni me quito mi derecho a enfadarme con lo que considero injusto y agraviante. Tampoco me robo el derecho a sentir misericordia por los demás y tener conciencia social, y de no ser protagonista activo en la lucha por los derechos humanos, como lo fueron los héroes del desembarco de Normandía. Sí, héroes, y que pena que no lo fueran hasta que Estados Unidos no le vio las orejas al lobo.
Prefiero ser una persona honesta, y decirte que puedo estar equivocado, que no lo sé todo, y que he compartido contigo lo que he estado aprendiendo últimamente, en mi búsqueda del conocimiento de mi propio ser.
Voy a seguir explorando, voy a seguir estudiando, investigando, preguntando en la tierra y en el cielo, dentro y fuera de mí... aprendiendo, también, de ti... Y ojala té haya contagiado las ganas de hacer lo mismo, y no estés nunca satisfecho con nada, tampoco con lo que has leído a lo largo de tu vida, y salgas ahí fura a buscar respuestas, sin olvidarte, nunca, de quien eres y de dónde vienes. Que no te engañen nunca, que no te pongan a dormir, que no te vendan drogas para evadirte de la realidad con envoltorios espirituales, científicos o psicológicos, que no te conviertan en un esclavo, ni dejes de luchar, convencido de que este mundo puede ser un lugar mejor, porque realmente, podemos hacer algo para cambiarlo, y el cambio, ciertamente, empieza por ti, pero debe acabar en... ¿donde crees que debe acabar?

"Ir hacia delante es la historia de cada uno de nosotros."
THOREAU


BIBLIOGRAFIA:
HECTOR GARCIA, Kirai y MIRALLES Francesc: Ikigai. (2016). ED. Urano
K. COOPER. Robert: Aprende a utilizar el otro 90%. (2008). ED. Amat.
MARTINEZ. Mado: Neurociencia de la felicidad. (2014). ED. Odeón.