lunes, 5 de noviembre de 2018

SOBRE EL AMOR




EL AMOR DE PAREJA

Decía homero en " La Ilíada" cuando habla sobre el amor que es "la magia que vuelve loco al hombre cuerdo", y es que el amor, en algunas de sus fases, nos hace hacer cosas que nuestra razón nunca entendería.
No en vano es el estar enamorados cuando se está más feliz, y más infeliz. Esos extremos emocionales nos desequilibran, pero ese desequilibrio nos recuerda que estamos vivos.
Al vivir el amor, nos cuesta dar, nos cuesta aprender a recibir, nos cuesta dejar y aceptar cuando nos dejan. En definitiva, no vivimos bien el amor, ni cuando esta, ni tampoco cuando se va. Gran parte de los problemas de amor tienen la misma raíz: el miedo. Nos da miedo amar. Nos da miedo no amar. Nos da miedo morir de amor. Al final resulta que por miedo al miedo no amamos. Y no amamos bien, amamos mal. Amamos con dependencias que nos restan libertad y a veces, por amar mal, dejamos de ser nosotros, mostrando solo aquella parte que el otro quiere ver.
La base de esas dependencias emocionales que generamos con otras personas tienen una causa que generalmente coincide con la falta de amor hacia uno mismo. Esto es, nos falta autoestima.
Buscamos fuera lo que no encontramos dentro. Exigimos en nuestro entorno inmediato el amor que nosotros mismos no nos sabemos dar. Pero amarse a uno mismo no es la mejor forma de amar mejor a los demás, es la única. No ama bien quien no se quiere a si mismo, pues con el amor que da y el amor que recibe busca ocultar vacios y satisfacer carencias, este amor no es sano.

Algunas reflexiones (consideraciones)...

  • Haz algo que te haga sentir bien. Demuéstrate amor, permítete un gusto, algo que te apetezca. Cuanto más abarques el quererte a ti mismo, mas capacidad tendrás de querer a los demás
  • Obsérvate. ¿cómo amas? ¿Cómo te aman a ti? Y ¿cómo te amas tu? Tu forma de amar a los demás tiende a ser un reflejo de cómo te amas a ti mismo. Cuando amas demasiado, quizá te estás olvidando de amarte a ti. Busca el equilibrio.
  • Amar de verdad, es de valientes. Muéstrate sin miedos, siente, comparte y expresa. Todo el amor que no expreses, no existe.
  • Encuentra dentro lo que buscas fuera. No se trata de buscar que te amen, sino de amarte, para poder amar mejor.
  • Haz algo en cuanto puedas que demuestre tu amor a otras personas: algo que les guste, que les haga feliz, que sientan que has pensado en ellos. Cuidar es amar.

Dice Mercé Conangla, en su libro Corazón que siente, ojos que ven "Por el amor somos capaces de hacer lo que sea necesario: dejar ser al otro, dejarlo ir, no retenerlo, con lágrimas en los ojos si es necesario, pero con afecto sincero. El tiempo pasa y el amor permanece, los sentimientos se difuminan y el amor permanece, la muerte deshace los compromisos y el amor permanece. ¿Cómo podría un si sin condiciones convertirse en un no cuando las condiciones cambian, cuando el otro toma un rumbo diferente, enferma o muere? Aquella parte fundamental de la relación mutua que era el amor sobrevive incluso al fin de la relación. El amor es una fuerza todopoderosa que vaga en el aire casi con divinidad."

El cariño:

Una de las principales causas de la pérdida de entusiasmo es la sensación de que no nos quieren; y a la inversa, el sentirse amado fomenta el entusiasmo más que ninguna otras cosas. Un hombre puede tener la sensación de que no le quieren por muy diversas razones.
Pero la confianza general en uno mismo es consecuencia, sobre todo, de estar acostumbrado a recibir todo el afecto que uno necesita. Y de este habito mental, considerado como una fuente de entusiasmo, es de lo que quiero hablar en el presente capitulo.
Lo que causa esta sensación de seguridad es el afecto recibido, no el afecto dado, aunque en la mayor parte de los casos suele ser un cariño reciproco.
Muchas personas cuando se enamoran, lo que buscan es un pequeño refugio contra el mundo, donde puedan estar seguras de ser admiradas aunque no sean admirables, y elogiadas aunque no sean dignas de elogios. Para muchos hombres, el hogar es un refugio contra la verdad: lo que buscan con la que puedan descansar de sus miedos y aprensiones.
Un ego demasiado fuerte es una prisión de la que el hombre debe escapar si quiere disfrutar plenamente del mundo. La capacidad de sentir autentico cariño es una de las señales de que uno ha escapado de esta cárcel del ego. Recibir cariño no basta; el cariño que se recibe debe liberar el cariño que hay que dar, y solo cuando ambos existen en igual medida se hacen realidad sus mejores posibilidades.

Hazle una visita a tu corazón
 
El amor es la llave que abre el camino de la felicidad. ¿Cuántas veces discutimos o tratamos de cambiar a los otros por actuar desde la cabeza en vez de hacerlo desde el corazón? Intenta bajar a tu corazón y conectarte con tus verdaderos sentimientos, aprenderás mucho de ellos. ¿Te has parado a pensar que la clave de las relaciones con los demás pueden estar en la comprensión y no en la persuasión? Solo en el corazón se encuentra el motor de nuestras decisiones, es un motor expansivo, cuya energía nos impulsara hasta el infinito si se lo permitimos.
Muchas veces, las decepciones que sufrimos en la vida hacen que el miedo, y no el amor, tome las riendas de nuestra existencia: creamos barreras, para que los demás o incluso para que nosotros mismos no seamos capaces de llegar a nuestro corazón. Sin embargo, estas barreras, lejos de protegernos, nos separan más y más de una vida en plenitud.
Buen consejo: tratar de descubrir la razón de nuestro miedo es un primer paso fundamental para nuestro desarrollo, ya que en el temor siempre hay una lección importante que aprender. Una vez la hayamos aprendido, no temeremos escuchar a nuestro corazón, que es nuestro gran maestro, para vivir en consonancia con sus latidos y dejar la eterna lucha que hemos emprendido con él.


El amor cura a quien lo recibe y a quien lo da.”
KARL A. MENNINGER

El ideal de respeto

El ideal de respeto consiste en entender que tu no necesitas cuidar a la persona que tienes al lado, porque esa persona es capaz de cuidarse por si misma. Consiste en entender que tú no necesitas que la persona que tienes al lado te cuide, porque tú ya eres capaz de cuidarte por ti misma o por ti mismo. El ideal de respeto consiste en entender que cuando tu cuidas a la persona que tienes al lado, lo que estás haciendo es incapacitarla, lo que estás haciendo es trasmitirle el mensaje de que ella no es capaz de salir adelante por sí sola.
Recuerda: que puedes amar a la persona que tienes a tu lado sin necesitarla, sin cuidarla. Puedes amar a la persona que tienes a tu lado desde el respeto a su autonomía personal y a tu autonomía personal.

El apego

Cuando el amor hacia una persona lo vives como una necesidad, como la perspectiva de una angustia imposible de soportar si la otra persona no está, entonces posiblemente hayas franqueado la barrera del amor para entrar en el terreno del apego.

El amor romántico

Al igual que el apego es un juego psicológico más. El amor romántico engancha, es entretenido y exalta las emociones. El amor romántico deja a las personas a merced de sus propias emociones. Este exacerba tanto las emociones agradables (alegría, la ilusión, la euforia, el regocijo) como las emociones desagradables (la rabia, el dolor la desesperación).
El amor romántico anula tu yo, el amor romántico coloca el control de tu vida en manos de la pasion a la que te has entregado, o en manos de la persona que amas.


Qué es el amor, según Sternberg

Uno de los científicos más reconocidos en el campo del enamoramiento y el amor es Robert Sternberg, que con su “Teoría triangular del amor” describe los distintos elementos que componen este fenómeno, así como las posibles combinaciones de estos elementos a la hora de formar los diferentes tipos de relaciones.
Las tres cualidades clave en las relaciones de pareja son: intimidad, pasión y compromiso.
  • Intimidad: La cercanía entre los individuos que componen una relación es lo que Sternberg nombra como intimidad. Dicho de en otras palabras, es la conexión emocional. el afecto y la confianza que hay entre entre éstos.
  • Pasión: Este autor denomina pasión a la energía y la excitación que existe en la pareja. Es el impulso y la necesidad de estar con el otro. Es la atracción física.
  • Compromiso: Es una decisión, el querer estar juntos a pesar de los malos momentos. Es tener una visión compartida del futuro.
Estas cualidades se combinan y dan lugar a los diferentes tipos de relación. La expresión más intensa y gratificante del amor es cuando estos tres aspectos aparecen juntos. Sternberg afirma que existen 7 formas de amar, son las siguientes:
  • Cariño: El cariño es la amistad auténtica. Hay intimidad, pero no pasión ni compromiso.
  • Encaprichamiento: Es característico de relaciones superficiales. Existe pasión pero no hay ni intimidad ni compromiso.
  • Amor vacío: Es una relación interesada. Hay compromiso pero no pasión ni tampoco intimidad.
  • Amor romántico: La pasión y la intimidad hacen que la pareja sienta gran atracción, pero no hay compromiso.
  • Amor sociable: Hay intimidad y compromiso, pero no pasión. Aparece cuando la relación pierde la química.
  • Amor fatuo: No hay intimidad. Las personas sienten atracción y quieren estar juntas, pero no tienen muchas cosas en común.
  • Amor consumado: El amor consumado es el más intenso y combina los tres elementos: intimidad, pasión y compromiso.

DEL LIBRO: LA VIDA INTEGRAL:

La meditación del amor incondicional

Existe una forma de meditación de meditación que amplifica las emociones positivas al tiempo que aporta numerosos beneficios tanto emocionales como físicos.
Se basa en cuatro frases que uno ofrece a personas de su elección, (por supuesto, puede adaptar estas frases como consideres conveniente e incluso cambiar el orden si lo deseas):
  • Que seas feliz.
  • Que goces de buena salud.
  • Que vivas seguro y en paz.
  • Que estés bien.
De todos modos, se sugiere empezar ofreciéndose las cuatro intenciones a uno mismo:
  • Que sea feliz.
  • Que goce de buena salud.
  • Que viva seguro y en paz.
  • Que este bien.

Acto seguido se repite el ejercicio dejando que nos venga a la mente una persona que nos sea muy querida y le repetimos la frase (en voz alta o en silencio). Se prosigue con una persona "neutra", es decir, un conocido, un vecino o un compañero de trabajo, por ejemplo. Por último se evoca mentalmente a una persona más difícil de amar y se le repiten también las cuatro frases.

Las relaciones

Es importante procurar estar bien rodeado a lo largo de toda la vida, a fin de colmarse de los beneficios que reportan las relaciones de calidad.
No obstante, el refrán "Más vale estar solo que mal acompañado" siempre prevalecerá. En efecto, parece ser que mantener una relación enfermiza es peor que no tener relación alguna. En ese sentido, si bien las investigaciones demuestran la importancia y los efectos positivos del vínculo que nos une al otro, no por ello es cuestión de mantener ese vinculo a toda costa, cualquiera que sea la situación. Cada vez hay más solteros felices, porque se sienten realizados, autónomos y libres.
Por el contrario, las personas aisladas que no lo están por propia elección son menos dichosas y tienen peor salud. La soledad seria fuente de depresión e iría igualmente asociada a una morbilidad y una mortalidad incrementadas. Las relaciones sociales consideradas negativas suponen una fuente de estrés. Por eso, la pérdida de un ser querido (amigo, pareja) afecta enormemente a nuestro nivel de felicidad.

Felicidad, salud y longevidad en pareja
Por una parte, la vida en pareja favorece la salud (cuidas del otro, te motivas, os ayudáis mutuamente, comes mejor y muestras menos conductas de riesgo). Por otra parte, los problemas que impiden vivir en pareja (heridas psicológicas, complejos, un pasado no resuelto, etc.) pueden también devenir en sí mismos una causa de sobremortalidad.

La noción de amor

Según Barbara Fredrickson, los micromomentos de amor, (que pueden producirse en cualquier lugar y cualquier instante, con cualquiera, incluso con desconocidos, y no nos referimos al amor apasionado o romántico entre una pareja). Tales micromomentos de amor crean una resonancia positiva entre dos individuos. Para que semejante resonancia se manifieste, deben producirse de manera simultánea tres acontecimientos:
  1. La presencia de una o varias emociones positivas compartidas.
  2. La sincronía entre el comportamiento y las relaciones fisologicas de dos personas.
  3. La intención de contribuir al bienestar del otro, lo que conlleva una solicitud mutua.
Además para crear una resonancia positiva, habrá que asegurarse asimismo de estar física y emocionalmente presente y de apaciguar el ritmo... eso es lo que nos permitirá saborear plenamente el amor.
El amor, o la falta de él, puede modificar nuestra fisiología- ¡basta con pensar en las mejillas sonrosadas de los enamorados-!, así como la regulación de diversas sustancias bioquímicas del cuerpo. Esto, evidentemente, afectara a nuestra salud fisca y nuestro bienestar, además de modificar sin la menor duda la expresión del ADN en las células. Así pues, el amor determinara nuestra esperanza de vida de forma tan poderosa como el aire que respiramos y los aportes nutricionales que proporcionamos a nuestro organismo.
El hecho de mantener relaciones cálidas y afectuosas con los demás disminuirá los riesgos siguientes:
  • Resfriado.
  • Hipertensión.
  • Enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebro-vasculares.
  • Diabetes.
  • Enfermedad de Alzheimer.
  • Ciertos canceres.

Para terminar, Oscar Wilde decía que: "solo el amor puede mantener a alguien con vida". Ahora disponemos de diversas pruebas científicas que lo corroboran. ¡Otros buenos motivos para cultivar las relaciones sociales y mantenerlas, propagando amor a nuestro alrededor!

Ama...¡aprende a quererte a ti mismo, a querer a los demás y a amar la vida! Propaga el amor a tu alrededor, de mil y una maneras."

Frases de Erich Fromm sobre el amor, "El arte de amar"

1. El amor es la preocupación activa por la vida y el crecimiento de lo que amamos
El amor era y es, por tanto, ese motor que debe empujarnos a ser mejores. Para ello, estamos obligados a trabajar de forma activa en nuestra personalidad y crecimiento personal, de manera que satisfagamos primero al amor propio, para después amar en plenitud al otro. Algo así requiere verdadera humildad, coraje, fe y disciplina.
2. El amor es una actividad, no un efecto pasivo; es un estar continuado, no un súbito arranque
Esta es otra de las frases de Erich Fromm más representativas y donde se nos insta a dejar a un lado esa nube en la que estamos instalados para afianzar esa relación, para invertir esfuerzos, para ir juntos de la mano trabajando en un mismo proyecto y siendo creadores cotidianos de nuestra propia relación.
3. El amor infantil sigue el principio: “Amo porque me aman”. El amor maduro…
“El amor infantil sigue el principio: “Amo porque me aman”. El amor maduro obedece al principio: “Me aman porque amo”. El amor inmaduro dice: Te amo porque lo necesito. El amor maduro dice: “Te necesito porque te amo”.
4. Si dos personas que han sido extrañas…
“Si dos personas que han sido extrañas… dejan de pronto que la pared que hay entre ellas se rompa para sentirse y descubrirse, esta será una de las experiencias más emocionantes de la vida”
5. El amor no es esencialmente una relación con una persona específica
“El amor no es esencialmente una relación con una persona específica; es una actitud, una orientación del carácter que determina el tipo de relación de una persona con el mundo como totalidad, no con un objeto amoroso”.
6. Resulta paradójico que dos seres se hagan uno y a la vez sigan siendo dos
No podemos olvidar que el auténtico arte de amar consiste en seguir siendo nosotros, pero implicados en un mismo proyecto. Ser dos en un mismo compromiso, ser dos orientados a la responsabilidad de facilitar el propio crecimiento y el de la pareja…
7. Hay una gran diferencia entre enamorarse y permanecer enamorado
Por su parte, quien sabe (y quiere) ir más allá de la atracción y excitación sexual inicial, procurará crear una auténtica intimidad, procurará ser un artesano para hacer del enamoramiento un amor real, un amor maduro y valiente.
 
 
BIBLIOGRAFIA:
CONANGLA, Mercé y SOLER, Jaume: Corazón que siente, ojos que ven (2012). ED. Planeta.
DE SURANY,Carolina: Ikigai. (2018). ED. Edaf
DUPONT, Eric y MICHAUD, Christine y BILODEAU, Diane y FORTIN Christian: La vida integral. (2018). ED. Vergara
CONANGLA, Mercé y SOLER, Jaume: Corazón que siente, ojos que ven (2012). ED. Planeta.
FROMM, Erich: El arte de amar.

martes, 11 de septiembre de 2018

WI WEI: "Como parte de la Filosofía del Taoísmo"



A veces, la vida se vuelve tan complicada que resulta difícil no perderse en un torrente de sensaciones. Recuerdos dolorosos que nos recuerdan al pasado, sensaciones que nos llegan a través de los sentidos desde el presente, fantasías y temores que proyectamos hacia el futuro...
El frenético ritmo de vida actual, unido a las situaciones de crisis que nos rodean y a la necesidad de rapidez e inmediatismo que nos transmite nuestra conciencia propia de la cultura occidental, hace que deambulemos por la vida sobre preocupados. Esto supone un desgaste psicológico inmenso y puede acarrear numerosas alteraciones del estado de ánimo.
Lo que nos ocurre de verdad se mezcla con lo creado por nuestra propia mente.
A veces, este hecho hace que nos confundamos y lleguemos a un estado de saturación del que resulta complicado salir. Afortunadamente, hay formas de pensamiento provenientes de Asia que pueden servir para vivir de acuerdo al principio de la simplicidad.
A la mayoría de nosotros nos resulta extraño que haya una filosofía invitándonos a la no acción. Vivimos en una sociedad que constantemente nos induce a todo lo contrario. De hecho, vivimos saturados de actividades, sensaciones y pensamientos. Y cuando estamos sin hacer nada, nos sentimos extraños. Llegamos a pensar que esto es sencillamente una pérdida de tiempo.
El Tao Te Ching fue escrito hace 25 siglos por el filósofo Lao Tse. Este filósofo pensaba que la mejor manera de vivir era sincronizándose con el fluir de la naturaleza y el cosmos. Esta es la principal inspiración del Wu wei: dejar que las cosas tomen su curso natural y adaptarnos a él.
Lao Tse creía que el estado natural de las cosas debía incluir el modo en el que las personas nos comportamos. De ese modo, el comportamiento apropiado es el que imita el fluir simple y natural de las cosas. El Wu Wei es justamente esta idea: no alterar el transcurso natural de las cosas saliéndonos del camino por el que, por defecto, fluyen las cosas.
Así, al contrario de lo que ocurre en las culturas occidentales, la filosofía del taoísmo no resalta la importancia de la acción, sino la necesidad de vivir de manera sencilla. Mientras que desde la mentalidad occidental los cambios son vistos como el fruto de luchas entre fuerzas de la naturaleza o de la sociedad, desde el taoísmo se entiende que los procesos de cambio son sencillos y naturales. Es decir, que no tiene sentido no aceptarlos y tratar de impedir que ocurran.
 
Concepto de Wu Wei: vivir sin prisa: el arte de saber esperar
El Wu wei es un concepto del taoísmo que se traduce en ‘no acción’. Se trata de un principio en el que se señala que la mejor manera de enfrentar una situación, especialmente si es conflictiva, es no actuar. Y más que no actuar, no forzar ninguna solución, sino dejar que fluya, de este modo esa situación tendera a resolverse por sí mismo.
El Wu Wei implica no concentrar la atención en necesidad de actuar, sino dejar que las cosas fluyan. Implica también sentir más apego por la sencillez que por las ambiciones y los deseos.
Para la filosofía del Wu Wei no actuar no implica no hacer nada, sino hacer las cosas sin sobreesfuerzos y mediante el crecimiento personal. Dicho de otra manera, esta dinámica de pensamiento oriental defiende el hacer las cosas de una manera sencilla y natural, sin buscar el apremio o forzar las situaciones.
Pero, además, proporciona un estado mental que puede servir para meditar y para alcanzar un estado de relajación, perdiendo de vista las preocupaciones acerca de lo que nos imaginamos, lo que nos mantiene en el pasado y lo que ni siquiera tiene por qué ocurrir.
Uno de los ejes del Wu wei es el de aprender a esperar y mirar. Se parte de la idea de que la energía se debe conservar para aquellos momentos en los que sea inapelable la acción. Quien observa y aguarda el momento propicio sabrá actuar con gran sabiduría. También con enorme vitalidad, ya que no ha desperdiciado esta en acciones intrascendentes.
Los valores y virtudes en el Wu Wei desde la sencillez
El Wu wei propone una vida sencilla porque es la que más se traduce en paz y armonía. Esa sencillez implica no apegarnos demasiado a las ambiciones y deseos, ya que son las principales fuentes de intranquilidad y sufrimiento, más que de realización.
La sencillez también ayuda a que vivamos de una forma más serena. Cuando estamos enfocados a tener grandes logros y satisfacciones, esto resulta imposible. De lo que se trata entonces es de valorar lo que somos y lo que tenemos, en lugar de lamentarnos por lo que no somos o no poseemos.
Si dejamos que la filosofía del Wu Wei entre en nuestras vidas, podremos abrazar la sencillez de nuestra existencia manteniéndonos al margen de dramas y preocupaciones que, aunque no nos demos cuenta de ello, necesitan de nuestro permiso para inundar nuestra mente.
Así, las claves prácticas con las que guiarse para vivir según este principio de la simplicidad son las siguientes:
  • Dejar que la mente fluya en los momentos de calma, en vez de intentar dejar de pensar.
  • Aprender a apreciar el desarrollo de cambio natural de las cosas, que es aquél que se produce sin que nuestros objetivos y aspiraciones interfieran.
  • Aceptar que los problemas son creados de forma activa por nosotros.
  • No preocuparse por el modo en el que esos problemas son representados en nuestra mente, dejar que se disuelvan solos en el torrente de nuestro pensamiento.

En definitiva, valorar la simplicidad como estilo de vida por encima de las apariencias, los deseos y las expectativas.
El Wu Wei y los excesos
El Wu wei también nos llama la atención sobre el hecho de que la principal fuente de problemas son los excesos. Contrario a lo que muchos piensan, no son las carencias, sino los excesos los que nos llevan a sentir mayor malestar. De ahí que los elementos prácticos que nos propone el Wu wei se concentren en cuatro puntos principalmente:
  • Aceptar el hecho de que los problemas son una creación de nosotros mismos. Los problemas no surgen de la nada, son creados por nuestras acciones y por nuestra mente.
  • No hacer esfuerzos mentales por resolver los problemas. No representarlos en la mente, ni crear soluciones para ellos. La idea es dejar que se diluyan solos y no alimentarlos.
  • Aprender a apreciar el flujo natural de las cosas. Esto es, adoptar una actitud de observación frente a los acontecimientos, sin pensar que debemos intervenir en ellos.
  • Dejar que la mente fluya. No intentar dar una dirección o un enfoque especifico. Simplemente permitir que siga su propio curso, especialmente cuando estamos en calma.
 Actitudes sobre las que podemos desarrollar el Wu Wei
  1. Tranquilidad, consiste en evitar el desasosiego, la ansiedad y el nerviosismo por conseguir el resultado. Debemos incorporar tranquilidad a nuestro comportamiento y nuestra manera de pensar, sentir y actuar.
  2. Ligereza, consiste en no cargar de contenidos densos el significado de los sucesos en los que unas veces queriendo y otras sin quererlo, somos protagonistas. Tanto si son felices como si son desgraciados. La ligereza consiste en no dar, ni a los logros, ni a los fracasos, mayor importancia de la que tienen. Por lo que dejémonos fluir.
  3. Sencillez, lo contrario es lo complicado y cuando algo lo complicamos nos generamos problemas. Obtengamos las cosas de la manera más simple y con el menor coste posible (tiempo, medios, energía).

La no intervención
Si nos fijamos en aquellas ocasiones en las que intentamos no pensar o no hacer, observaremos que esto requiere de un gran esfuerzo por nuestra parte. Es muy complicado querer no hacer nada, por lo tanto, se gastan más energías que si nos dejamos llevar o fluir.
Este es el motivo por el que un gran número de personas que se inician en la meditación acaban por desistir. El concepto occidental que tradicionalmente se ha tenido de la meditación es el de imponerse no pensar e intentar dejar la mente en blanco, pero esto es imposible. Sin embargo, si tan sólo se dejaran llevar por la inactividad o la “no acción” se concentrarían y relajarían más rápidamente.
Pequeña reflexión
Uno de los principios más importantes del Wu Wei es aquel que literalmente reza “no hay que dejar nada por hacer”, solo que la idea es conseguir todas nuestras metas con el menor desgaste posible.
Para ello, debemos de cambiar nuestra manera de afrontar las situaciones, teniendo en cuenta dos aspectos básicos:
  • Debemos de aprender a confiar en los acontecimientos.
  • Debemos de aprovechar las circunstancias que se nos presentan.
Seguir los principios del Wu Wei no implica renunciar nuestros sueños con tal de no enfrentarnos a una serie de desafíos; sino de permanecer alerta a aquellas oportunidades que se nos presentan y aprovecharlas para conseguir nuestros objetivos con el menor esfuerzo o desgaste posible.
La idea del Wu Wei es conservar nuestra calma a pesar de los conflictos o problemas que nos puedan aparecer por el camino, ya que antes o después estos se solucionarán.
Hay que dejar que las cosas discurran, "lo que muere deja sitio a lo que brota, lo feo nos permite apreciar lo hermoso, lo brutal nos hace valorar lo sutil"
Debemos aprender a confiar, es decir mantener la confianza en el trascurso de la vida y de los acontecimientos, así como en nuestra propia capacidad para afrontarlos. Esta, y solo esta, es la única manera de mantener la mente despejada y estar atentos a las oportunidades que se nos aparecen.
Otra idea es "Aprender a fluir con el mínimo esfuerzo". Si hay que cambiar de dirección, se da media vuelta y se hace, sin pensarlo más. Porque: "Si no cambias de dirección, puedes terminar donde has comenzado".
Antes que actuar sobre personas y circunstancias, que no podemos controlar, el Wu Wei nos invita a hacer pacientemente los cambios necesarios dentro de uno mismo.


BIBLIOGRAFIA:
HENRI BOREL: Wu wei
LAO TSE: el Tao Te Ching.


miércoles, 11 de julio de 2018

EL ARTE JAPONES DE LOS BAÑOS DEL BOSQUE



Nuestra relación con los bosques, por el Dr. Quing Li
Todos sabemos lo bien que nos hace sentir el contacto con la naturaleza. Lo hemos experimentado durante milenios. Los sonidos del bosque, el olor de los arboles, la luz del sol colándose entre las hojas, el aire fresco y limpio... todas estas cosas nos dan una sensación de bienestar. Nos quitan el estrés y las preocupaciones, nos ayudan a relajarnos y a pensar con mayor claridad. El contacto con la naturaleza puede quitarnos el mal humor, devolvernos nuestra energía y nuestra vitalidad, refrescarnos y rejuvenecernos.
Eso es algo que llevamos en las entrañas. Es como una intuición o un instinto, una sensación que a veces resulta difícil explicar. En japonés tenemos una palabra para describir esas sensaciones demasiado profundas como para expresarlas con palabras: yugen. Lo yugen nos comunica un profundo sentido de la belleza y del misterio del universo. Es algo de este mundo, pero sugiere algo del más allá. El dramaturgo Zeami Motokiyo lo describe como las "sutiles sombras del bambú sobre el bambú", la sensación que tienes cuando "contemplas la puesta de sol tras una colina cubierta de bosques" o "cuando paseas por un bosque inmenso sin pensar en el regreso".
Pero ¿qué es exactamente esa sensación tan difícil de expresar con palabras? ¿Qué es lo que hay detrás? ¿Qué hace la naturaleza para provocar que nos sintamos así? Yo soy científico, no poeta. Y he pasado muchos años estudiando la base científica de esta sensación. Quiero saber por qué nos sentimos mucho mejor cuando estamos en la naturaleza. ¿Cuál es ese poder secreto de los arboles que nos hace sentir mucho más sanos y felices? ¿Por qué nos sentimos menos estresados y recargamos energía solo con pasear por el bosque? Hay quien estudia los bosques. Hay quien estudia medicina. Yo estudio la medicina de los bosques para descubrir todos los modos posibles en que un simple paseo por el bosque puede mejorar nuestro bienestar.

Shinrin Yoku
Los fines de semana visito los parques verdes de Tokio y paso allí varias horas. Y cada lunes por la tarde me llevo a mis alumnos a dar un paseo. En realidad es más que un paseo. Practicamos lo que en Japón llamamos "baño de bosque" o Shinrin Yoku Shinrin en japonés significa "bosque", y yoku significa "baño". Así pues, "Shinrin- Yoku" significa sumergirse en el ambiente del bosque o absorber el bosque a través de los sentidos. No es una forma de hacer ejercicio, ni de excursionismo, ni una especie de carrera. Se trata simplemente de estar en la naturaleza, conectar con ella a través de los cinco sentidos. Cuando estamos bajo techo, tendemos a usar solo dos sentidos: la vista y el oído. Es fuera donde percibimos el olor de las flores, el sabor del aire fresco. Es fuera donde vemos el color cambiante de los arboles, donde oímos el canto de los pájaros y notamos la brisa sobre la piel. Y abriendo los sentidos podemos empezar a reconectar con el mundo natural.
Formamos parte del mundo natural. Nuestros ritmos son los de la naturaleza. Cuando paseamos lentamente por el bosque, observando, oyendo, oliendo, saboreando y tocando, sincronizamos nuestros ritmos con los de la naturaleza. El "Shinrin-Yoku" es como un puente. Abre nuestros sentidos y crea un puente entre nosotros y el mundo natural. Y cuando estamos en armonía con el mundo natural, podemos empezar a curarnos. Nuestro sistema nervioso puede reiniciarse, nuestro cuerpo y nuestra mente pude volver a su estado ideal, recuperar la sintonía con la naturaleza, renovarse y corregir sus defectos. Quizá nuestro paseo por el bosque no nos lleve muy lejos; sin embargo, al conectarnos con la naturaleza, el Shinrin- Yoku nos traslada y nos pone en contacto con nuestra propia esencia.



Los cinco pasos del Shinrin-yoku
Antes de ir a los cinco pasos, es importante prepararnos mentalmente para disfrutar del shinrin-yoku. Para ello hemos de dejar atrás las preocupaciones cotidianas, los compromisos y obligaciones pendientes, cualquier cosa que nos pueda distraer del aquí y ahora del bosque.


1. Entrégate totalmente a la experiencia, aquí y ahora
  • Para que el baño del bosque sea efectivo, debes renunciar al multitasking. Pon el teléfono móvil en modo avión y guárdalo en un lugar fuera del alcance de la mano.
  • Toma conciencia de cada paso, de la temperatura del aire, de la brisa, de los juegos de la luz. El objetivo del shinrin-yoku es que estés totalmente presente en el bosque.
  • Al igual que no es lo mismo tomar el té en un bar hablando de futbol o de política que sentados sobre un tatami con vistas a un bosque, conversando sobre el sonido de la lluvia, la intención es esencial en nuestro paseo. Caminaremos en silencio o, si vamos acompañados, evitaremos charlar de temas mundanos o que nos resulten estresantes.

2. Ten una ruta en mente, pero deja espacio a la improvisación

  • Es esencial no tener prisa ni agobiarse por alcanzar un determinado punto del itinerario. Toda nuestra atención debe estar puesta en caminar plácidamente, respirar y detenernos donde nos lo dicte la imaginación.
  • Date permiso para sentarte en una roca o sobre un tronco caído cuando te asalte la fatiga. Disfruta del universo de sonidos que llenan el bosque: pájaros, cigarras, el rumor de las hojas mecidas por el viento...Aspira los olores frescos y reparadores del bosque.
  • Toma una ruta alternativa si aparece un sendero que te atrae más. Entrega la brújula a tus pies para que caminen siguiendo la inspiración del momento.
  • Detente a contemplar los paisajes idílicos, especialmente el atardecer o el amanecer.

3. Respira lenta y profundamente

  • Además de caminar sin prisas y dejarte envolver por la naturaleza, vaciando la mente de problemas, la finalidad del shinrin-yoku es respirar. Hazlo de forma reposada y profunda, caminando, detenido de pie, sentado o tendido bajo la copa de un árbol.
  • Al respirar lentamente, movilizando el vientre, los pulmones y las clavículas, que se levantan, visualiza como las fitoncidas benefactoras penetran en tu interior. Con cada inspiración, absorbe los efluvios curativos de la naturaleza.
  • Siente que te inundas de verde, baña tu cuerpo y tu mente en esa sensación.

4. Deja pasar las nubes mentales

  • Acostumbrado a las distracciones constantes que obnubilan la mente, pude que en medio del shinrin-yoku te lleguen pensamientos de preocupación. Que no cunda el pánico, es normal.
  • Respira hondo y visualiza estas preocupaciones como si fueran nubes en el cielo de tu mente. Pasan de un lado a otro hasta que se las lleva el viento. Etiquétalas como "pensamientos" y déjalas pasar, sin rechazarlas ni retenerlas, sin analizarlas ni juzgarlas. Son solo pensamientos que vienen y van como nubecitas que se pierden en la lejanía, dejándote por fin sentir el presente.
  • Si te notas estresado por la tensión de la semana, haz una pausa en tu paseo para realizar unos estiramientos en pleno bosque, posiciones de tai chi o qigong.

5. Siéntete parte del todo

  • Anclada en el aquí y ahora, totalmente presente, empezaras a sentirte integrado en el bosque, la naturaleza, el universo entero.
  • Experimenta el yugen, la magia de ser uno con las plantas y animales que te rodean, con todos los seres humanos, con este bello planeta al calor de una estrella lejana.
  • Asume que eres parte importante del universo, no algo separado de él. Eres universo y el universo eres tú. Deja que tu ego se diluya en el entorno hasta fundirte con la naturaleza. Volviendo a Alan Watts: "Tú eres parte de lo que todo el universo está haciendo, de la misma forma que una ola es parte de lo que todo el océano está haciendo".

Principios curativos
La buena noticia es que solo pasar una pequeña cantidad de tiempo en la naturaleza pude tener un gran efecto en nuestra salud. Un baño de bosque de dos horas te pude ayudar a desconectar de la tecnología y a bajar el ritmo. Te devolverá al presente, te destresara y te relajara. Cuando conectas con la naturaleza a través de los cinco sentidos, empiezas a beneficiarte de los numerosos efectos positivos del mundo natural. Actualmente disponemos de muchísimos datos que demuestran que el Shinrin- Yoku puede:
  • Reducir la tensión arterial.
  • Reducir el estrés.
  • Mejora la salud cardiovascular y metabólica.
  • Reducir el nivel de azúcar en sangre.
  • Mejora la concentración y la memoria.
  • Combatir la depresión.
  • Mejorar el umbral del dolor.
  • Recargar la energía.
  • Potenciar el sistema inmunitario al aumentar el recuento de las células NK
  • Aumenta la producción de proteínas anticancerigenas.
  • Ayuda a perder peso.

Mindfulness al aire libre
El Monje Thich Nhat Hanh presenta una técnica para meditar y estar presente en cualquier lugar. También en medio de la naturaleza.
Meditar caminando por el bosque:
"Dondequiera que caminemos, podemos practicar la meditación. Esto significa que sabemos que estamos caminando. Y caminamos solo por caminar. Lo hacemos con libertad y solidez, ya no tenemos prisa. Estamos presentes con cada paso. Y cuando deseamos hablar, detenemos nuestro movimiento y prestamos toda nuestra atención a la otra persona, a nuestras palabras y a escuchar.
"Caminar de esta manera no debería ser un privilegio. Deberíamos poder hacerlo en todo momento. Mira a tu alrededor y date cuenta de cuán vasta es la vida, los arboles, las nubes blancas, el cielo ilimitado. Escucha a los pájaros. Siente la brisa fresca. La vida está por todas partes y estamos vivos y sanos y somos capaces de caminar en paz.
"Camina como una persona libre y siente que tus pasos se vuelven más livianos. Permítete disfrutar de cada paso que das. Cada paso es nutritivo y curativo. Mientras caminas, imprime tu gratitud y tu amor a la tierra.
Thich Nhat hanh


El shinrin-yoku es una excelente oportunidad de recuperar la percepción háptica, es decir, volver a percibir el mundo con todos nuestros sentidos.

Meditar con los cinco sentidos en la naturaleza
Este ejercicio se puede realizar tanto en el bosque como en un jardín urbano. Lo único importante es que estamos rodeados de verde. Puede hacerse tumbado o sentado, incluso en un banco de un parque. Hay que llevar algo pequeño para comer, como una pasa u otro fruto seco, o incluso un poco de chocolate.
Tras realizar unas cuantas respiraciones largas y profundas, hazte estas preguntas:

¿Que ves?
  • Observa las ramas que se mueven, los pájaros, las hojas caídas, los insectos volando...
  • Fijarte en las luces y sombras, en el Komorebi.
  • Registra con la mirada los troncos viejos, las rocas desgastadas, el wabi-sabi de la naturaleza.
  • Aprecia los distintos colores y el contraste entre ellos.

¿Qué hoyes?
  • Presta atención a la sinfonía de sonidos que te rodean.
  • Trata de separar e identificar cada uno de ellos, como si reconocieras los distintos instrumentos de una orquesta.

¿Qué hueles?
  • Con los ojos ahora entrecerrados, aspira profundamente los aromas del bosque que te rodea.
  • Trata de captar el olor de las flores, el frescor de las hojas, la humedad de la tierra...

¿Qué puedes tocar?
  • Extiende las manos para palpar suavemente alguna planta, una roca o incluso el suelo.
  • Explora la rugosidad de un tronco, la fría suavidad de una piedra, la fragilidad del tallo de una planta...
  • Siente en tu cuerpo la temperatura, la frescura de la brisa, la caricia del aire que entra y sale por tus fosas nasales.
  • Si estas de pie, descálzate y nota la textura del suelo, tu peso sobre la tierra... puedes dar unos cuantos pasos conscientes para sentirlo mejor.

¿Qué sabor tiene?
  • Llévate a la boca el pequeño alimento que has llevado contigo.
  • Mantenlo primero entre los labios, notando su textura.
  • Luego llévalo a la lengua para que la saliva empiece a desgranar su sabor.
  • Finalmente muérdelo y mastícalo para extraer todo su jugo.


BIBLIOGRAFIA:
DR. QUING LI: El poder del bosque, Shinrin Yoku. (2018). ED. Rocaeditorial
GARCIA Héctor y MIRALLES Francesc: Shinrin Yoku, El arte japonés de los baños del bosque. (2018). ED. Planeta