martes, 27 de septiembre de 2011

BIENESTAR SUBJETIVO




Con este articulo me gustaría emprender un recorrido a través de los pensamientos y distintas teorías que muchos autores, han hecho y están llevando a cabo por dar una explicación científica, a la trayectoria del bienestar subjetivo y en concreto el que abarca el periodo “mayores”, el cual se considera difícil ya que está caracterizado, por una serie de adaptaciones a procesos donde se aprecia una perdida en todos los aspectos: físicos, psíquicos y sociales y aun así apreciamos como se van adaptando a estas nuevas situaciones y cambios, replanteándose tanto sus expectativas como sus desafíos, debiéndolo adaptar a su nueva situación dentro del marco social en el que se mueven.


El objetivo de este artículo seria, entender que es lo que dicen los expertos y que conclusiones han sacado de las investigaciones científicas hechas con esta población. También cito por su interés un resumen de las principales teorías que creo que pueden interesar.


Bienestar Subjetivo





Se refiere a lo que las personas piensan y sienten sobre su estado de satisfacción general acerca de sus vidas y de las conclusiones cognitivas (evaluación del sujeto sobre su vida) y afectivas-emocionales, (referido al estado de animo del sujeto), que ellos alcanzan cuando evalúan su existencia, a eso comúnmente se le llama felicidad.


Estaría compuesto por dos factores básicos:

El primero centrado en aspectos Afectivos-emocionales, abarcaría los estados de ánimo de los sujetos, aquí entraría:

• Sentido del humor

• Extraversión

• Neurotisismo

• Optimismo

• Autoeficacia

• Autoestima

• Capacidad de adaptación

• Orientación del logro de las meta

• Estrategias para afrontar el estrés

El segundo centrado en los aspectos cognitivos, donde se vería como el individuo evalúa el desempeño a lo largo de la vida a la luz de las metas y logros personales y de valores sociales determinados “satisfacción vital”.

A lo anterior habría que sumarle unas variables externas relacionadas con la satisfacción personal:

• Satisfacción con el trabajo

• La pareja

• Los ingresos

• El hogar donde se vive

• Edad

• Sexo

• Nivel educativo

• La salud

• La productividad

• La seguridad

• Las relaciones con la comunidad

• La intimidad

A estos dos factores podíamos añadir un tercero que seria la Inter-nalidad, y lo definiríamos como la satisfacción que siente una persona cuando atribuye los resultados de sus logros a si mismo mas que a causas externas.

Se dice que una persona tiene un alto bienestar subjetivo cuando la visión que tiene de su vida es positiva, suele estar contenta y muy pocas veces esta triste. Al contrario, una persona que esta mal humorada, se divierte poco, siempre expresando emociones de tipo negativo como: estar estresado, ansioso y poco satisfecho con los acontecimientos de la vida, podemos decir que su bienestar subjetivo es bajo.




Distintas visiones y teorías sobre el Bienestar Subjetivo

• Es evidente que cuanto más confiada se siente una persona de lograr sus metas y objetivos en la vida, mayor nivel de bienestar subjetivo reportará.

• Se descubrió que los ancianos que poseían un mayor grado de contactos sociales sobrevivieron más tiempo que aquellos que tenían menos recursos sociales, sobre todo a partir de los 60 años.

• Las enfermedades en los mayores aumentan la depresión.

• La edad no afecta directamente, por sí misma el bienestar subjetivo del adulto mayor.

• Las personas casadas informan de un mayor grado de satisfacción con la vida que las personas solteras, viudas o divorciadas y dentro del matrimonio las mujeres presentan más satisfacción que sus compañeros (Acock y Hurlbert, 1993).

• Frecuentemente también el fallecimiento del cónyuge supone una situación de amenaza para la seguridad y el bienestar propios (por ejemplo, económico, afectivo, de realización de actividades, etc.). Este hecho es especialmente relevante en las personas mayores, donde las posibilidades de rehacer sus vidas se ven más limitadas.

• Teorías actuales sostienen que el proceso orientado a la consecución de una meta puede ser más importante para el bienestar subjetivo que el propio objetivo o estado final alcanzado. Es decir, es más importante cuando se escala una montaña el camino recorrido con las gratificaciones y adversidades que van surgiendo, que el alcanzar la cima.

• Las personas más satisfechas con sus vidas son aquellas que tienen unos proyectos o metas más fácilmente alcanzables a corto o medio plazo, y que les permiten obtener unas gratificaciones más inmediatas.

• Existe la idea general de que unas aspiraciones altas conducirán a la infelicidad porque la persona puede desanimarse cuando percibe una gran distancia entre el lugar en el que se encuentra realmente y aquel en el que le gustaría estar. No obstante, unas metas demasiado bajas pueden reducir el bienestar subjetivo en la misma medida que unas aspiraciones excesivamente altas; pues así como las primeras es probable que conduzcan más fácilmente a sentimientos de aburrimiento (Csikszentmihalyi, 1990), las otras desembocan en un incremento de la ansiedad (Emmons, 1992)

• En el fondo, la idea que subyace bajo este mecanismo es que uno debería de ser feliz si cree que los demás están peor, e infeliz si percibe que los otros están mejor. En este sentido, Wills (1981) ofrece apoyos a lo que se conoce como "la teoría de la comparación hacia abajo", que, entre otras cosas, viene a decir que las personas eligen para compararse a los individuos que están relativamente peor que ellas, lo que les permite, a cambio, parecer y sentirse mejor.Así, por ejemplo, se ha comprobado que los pacientes de cáncer, mejoran su satisfacción vital comparándose con otros pacientes y no con personas sanas (Haes, Pennik y Welvaart, 1987). Del mismo modo, las personas con baja autoestima tienden a tener expectativas más bajas de rendimiento, por lo que evitan situaciones competitivas en las que tengan que compararse con otros (Michalos, 1985).

• Dicen que la felicidad es producto de la actividad, por lo que ser una persona activa es importante para el Bienestar Subjetivo, ya que realizar actividades es bueno y favorable para la salud física y mental. Las personas mayores que hacen actividades por los demás, cuidar enfermos, trabajar en ONG, se dice que están mas satisfechas con sus vidas.

• Los mayores aprenden a planearse metas más realistas y más fáciles de lograr, por el contario los jóvenes suelen ponerse metas muy altas, llegando a producir sentimientos de frustración.

Cuando las personas se motivan intrínsicamente son capaces de cumplir sus potencialidades y desarrollar progresivamente desafíos cada vez más grandes.

A nivel particular una de las teorías con la que estoy plenamente de acuerdo es con la Hedonista, pues me parece la más razonable y cargada de un alto sentido común:

“Habitual en nuestra cultura occidental”. Dice que el bienestar subjetivo, no es simplemente la vida feliz , sino los procesos del “VIVIR” con sus mezclas de sabores dulces y amargos; una vida que, no evita el dolor, sino que todo lo contrario, lo enfrenta y le da un significado constructivo para trasformar lo doloroso y conflictivo de la vida en algo hermoso y digno de vivirse.

Reflexión

Pienso que el mejor criterio para evaluar el grado de satisfacción en un “mayor” estaría en ver hasta que punto somos independientes, y para ello debemos reforzar y compaginar nuestro estilo de vida:

1. Prever y prevenir las enfermedades, una dieta sana, ejercicio físico y abandonar los hábitos nocivos para nuestra salud.

2. Fomentar la personalidad del mayor y para ello trabajar la parte familiar, la sociocultural e individual es decir que nuestros mayores, sean participativos, tanto en el ámbito de Amistad, familiar y en su comunidad.

Todo lo que hacemos lo hacemos con la esperanza de aumentar la felicidad

Pienso que el bienestar subjetivo lo podemos alcanzar si nuestros mayores lograran adquirir una buena salud, fueran personas con una buena educación, optimistas con un gran sentido del humor, con una alta autoestima, con un sentido ético-religioso, con unos buenos valores, que sus aspiraciones sean modestas y sobre todo con una gran curiosidad para hacer y descubrir cosas nuevas.

Lo que hace perdurar el estado emocional, no es lo que conseguimos ni poseemos, sino lo que ofrecemos y entregamos a los demás.


 

Bibliografía:

• ZAMARRON CASSINELLE, Maria Dolores (2006). “El bienestar Subjetivo en la vejez”, Madrid, Portal Mayores, informe portal Mayores, nº 52. Lecciones de Gerontóloga, II (fecha de publicación: 09/06/2006

• Psicogente, 10 (18): pp. 163-173. Noviembre, 2007. Universidad Simón Bolívar. Barranquilla, Colombia. ISSN: 0124-0137

• Rev Cubana Med Gen Integr 2000;16(1):6-12

• J.C. Meléndez, E. Navarro, A. Oliver y J.M. Tomás. “la satisfacción vital en los mayores, factores sociodemográficos”.

• Rafael Mella, Luis González, Jorge D'Appolonio, Ivonne Maldonado, Alfredo Fuenzalida y Andrea Díaz (universidad de San Sebastián). “Factores asociados al Bienestar Subjetivo en el adulto mayor”.

• Mailén de la Caridad Benítez Ríos, Aracelis Domínguez Ortega. “El bienestar Subjetivo desde el proceso de longevidad satisfactoria: un reto en la educación del adulto mayor”.

• MUÑOZ UMAÑA, Carolina (Universidad Jorge Tadeo Lozano – Colombia). (2007), “perspectiva psicológica del bienestar subjetivo”.

• GARCIA MARTIN, Miguel Ángel (Universidad de Málaga). 2002, “Desde el concepto de felicidad al abordaje de las variables implicadas en el bienestar subjetivo: un análisis conceptual”.









lunes, 12 de septiembre de 2011

COMO INFLUYE LA PSICOLOGIA POSITIVA EN LA CALIDA DE VIDA


Desde hace años, la psicología moderna ha estado preocupada, por curar a las personas que llegan enfermas a la consulta. En los últimos años, se da un nuevo enfoque, la psicología deja de ser una ciencia victimista que ve a las personas, como seres pasivos. Ahora según Seligman, las enfermedades se pueden prevenir, ya que todos tenemos o podemos adquirir una serie de habilidades o fortalezas, que nos protegerán contra las enfermedades mentales, (Ej.: valentía, optimismo, ética, responsabilidad, creatividad, trabajo). Con esto las personas son capaces de tomar decisiones.

La psicología positiva quiere dejarnos un mensaje y es: que no solo sirve para intentar arreglar lo que falla, sino que también su objetivo es encontrar esas cualidades o fortalezas que tienen las personas para mejorar su calidad de vida.


Por otro lado los seres humanos mejoramos a través del conocimiento, y mediante el desarrollo del aprendizaje también crecemos a lo largo de toda la vida a diferentes ritmos, que nosotros nos ponemos.


 
“Uno crece: cuando no hay vació de esperanza, ni debilitamiento de voluntad, ni perdida de fe. Uno crece, cuando acepta la realidad y tiene aplomo de vivirla. Cuando acepta su destino, pero tiene la voluntad de trabajar para cambiarlo.”


También sabemos que el ser humano es un ser social, nuestro comportamiento y nuestra actitud se centra en la interacción con los demás. Desde mi experiencia, y como reflexión, diría que aquellas personas que quieren mejorar su calidad de vida y no enfermar, deben:

“Mantener viva la curiosidad, aprovechar las oportunidades y saber rodearse de las personas adecuadas.”

Ademas: dedicarle tiempo a una buena lectura, aprender cosas nuevas, movernos, viajar, pensar siempre en positivo, hablar, relacionarnos, reír y dedicarse a una buena obra social.


Cuando pensamos de forma positiva, nos preparamos para afrontar aquello que pensamos o nos llega, darle una respuesta más provechosa más eficaz y que nos haga menos daño, así aumentamos nuestro nivel de bienestar y felicidad.

Nuestra calidad de vida es proporcional a la calidad de nuestros pensamientos. Así pensamos, así somos.

El pensamiento positivo nos dice que lo que nos afecta no son los sucesos en si mismos, sino la interpretación que hacemos de ellos y el significado que le atribuimos, determinado por el aprendizaje que hemos tenido a lo largo de nuestra vida.

Siempre te beneficia hacer lo correcto, a largo, a medio y a corto plazo. Si llenas tu vida de muchos buenos momentos, esa es una buena vida.

Tu felicidad personal no esta separada de la felicidad de las demás personas, si ayudas al entorno que te rodea, al planeta, te ayudas a ti mismo.

“No hay nada tan malo que no esconda aspectos positivos, ni nada tan bueno que no incluya negativos.”

Según el Dalai Lama, debemos empezar “identificando los factores que nos hacen felices y aquellos que nos producen sufrimiento”. El paso siguiente consiste en “suprimir gradualmente los factores que nos conducen al sufrimiento y fomentar los que nos conducen a la felicidad”.


“El optimismo es como una profecía que se cumple por si misma. Las personas optimistas presagian que alcanzaran lo que desean, perseveran, y la gente responde bien a su entusiasmo. Esta actitud les da ventaja en el campo de la salud, del amor, del trabajo y del juego, lo que a su vez revalida su predicción optimista”.
(Susan C. Vaughan)



Como influye el pensamiento positivo en la calidad de vida de nuestros mayores



Tomamos como referencia a Marie Hennezel, psicóloga y terapeuta que trabaja con mayores y en uno de sus libros “La suerte de envejecer” nos dice:

Me puse a trabajar. Recogí testimonios, y más tarde cuando encontré personas mayores llenas de luz, que me ayudaron a cambiar mi percepción acerca de la ancianidad, pude comprobar hasta que punto esta vejez luminosa era fruto de un verdadero trabajo de conciencia y lucidez, que se prepara desde el principio.


A la generación de los baby-boomers, es a quienes corresponde inventar un nuevo arte de envejecer, paradójico, porque se trata justamente de aceptar envejecer sin por ello volverse “viejo”

¿Cómo convertirse en símbolo de felicidad en lugar de en una presencia perjudicial para nuestro entorno? Lo han adivinado, el talismán que guiara nuestra búsqueda es la convicción de que hay algo en nosotros que nunca envejece. Le llamare el corazón. No el órgano, que obviamente si envejece, sino la capacidad de amar y desear. Esa fuerza inexplicable, incomprensible, que mantiene al ser humano vivo, y que Spinoza denomino “conatus”, la intencionalidad de vivir.

No podemos aspirar a tener una vejez serena y luminosa sin haber hecho el duelo por la juventud perdida, así como sin haber meditado sobre la llegada de la muerte.

Para finalizar el artículo os dejo esta bonita reflexión de Bernard Bauch:

“Yo nunca seré viejo, porque para mi ser viejo es siempre tener diez años mas de los que tengo”.


Bibliografía:

DE HENNEZEL, Marie. (2009): la suerte de Envejecer. ED. Orión Ediciones.

ROJAS MARCOS, Luís. La fuerza del Optimismo.

SELIGMAN E. P., Martin. (2005): La autentica felicidad. ED. Ediciones B





lunes, 5 de septiembre de 2011

EL SENTIDO REALIZADOR DE LA JUBILACIÓN (2 parte)


Jubilación, sentido lúdico

El concepto de jubilación se presenta en la actualidad como dos contrasentidos: dos significaciones contrarias y antagónicas. Por un lado el sentido real y social de la jubilación pero alejado del contenido semántico del término. Por otro el sentido lineal, semántico, pero ideal y utópico. Uno con una significación traumática y el otro con una significación liberadora. Y aunque contrarios y antagónicos a la vez uno está contenido dentro del otro.

El concepto social, económico - laboral, de la jubilación es el cese definitivo de la actividad laboral, mediante una imposición social o una ley estatal. Este hecho en sí mismo puede carecer tanto del sentido traumático como del sentido liberador. En las circunstancias actuales debería, quizá, tender más hacia el aspecto liberador. Sin embargo, las condiciones lo inclinan mayoritariamente hacia el sentido traumático. El sentido real por lo tanto, es un trauma. Y el sentido lineal, ideal, es una falacia.

Yo quiero aferrarme al sentido lineal de la palabra. Jubilación como júbilo, sinónimo de alegría, placer, felicidad. Mi deseo es convertir este sentido ideal y utópico en el sentido real. Deshacer el contrasentido acabando con el trauma. Pero hasta llegar a esa meta un largo y arduo camino nos espera. No debemos rehuir el camino por largo y dificultoso. Aún sabiendo que nunca llegaremos al final hemos de ponernos en marcha. Otros lo continuarán y seguro que podrán llegar al final del camino.

¿Cómo una persona que ha estado trabajando toda su vida, sin tiempo libre prácticamente, quizá con un trabajo embrutecedor y nada realizador, no agradece el momento de su retiro?

El trabajo también encierra un contrasentido. Por un lado es un sufrimiento y por otro supone una valorización. Para disfrutar de una hay que pagar con la otra. El camino para conseguir la valorización es el sufrimiento. De tal forma que llega a tener más peso la valorización. Porque es la única que se tiene en la vida y de la cual se derivan otras.

En este mecanismo, el tiempo libre supone únicamente el descanso necesario para poder seguir trabajando. En ningún caso perder el tiempo, no hacer nada. Porque esto se convertiría en una desvalorización.

La dedicación a sí mismo, como desarrollo de sus potencialidades más íntimas se centra exclusivamente en el trabajo y no en otros aprendizajes, aptitudes o aficiones. Ese trabajo único se va a convertir en una tela de araña de donde le va a resultar imposible salir.

Aunque pudiera desligarse del trabajo y acrecentar y cultivar otras actividades, el objetivo está en acaparar trabajo y de ese modo también valorización social además de poder económico del que nunca va a poder disfrutar. Cuando llega el momento de su retiro se queda sin ningún papel que representar. El asiento sobre el que se sentaba y se sentía, se ha roto y ha caído al suelo. No sabe hacer nada, nunca se preocupó por ello, ahora tiene todo el tiempo del mundo y no sabe absolutamente qué hacer con él.

 
Se necesita otra concepción del trabajo, junto con otra concepción del tiempo libre, que no sean antagónicas sino complementarias. Pero ello implicará otra concepción de la riqueza social, -de su distribución-, y otra concepción del ser humano.

La primera supone, en principio una redistribución del trabajo, de modo que se trabajen menos horas, para tener más tiempo libre y además para que puedan trabajar más personas. Es la única forma de acabar con el paro, que la jubilación impuesta no ha conseguido, ya que en el trabajo se ocupa el mayor tiempo posible.

Una redistribución del trabajo y de los beneficios, más igualitaria, que hoy es posible gracias al desarrollo de los medios de producción, pero a lo que no están dispuestos quienes acaparan la mayor parte de esos beneficios. Y esa redistribución puede empezar a llevarse a cabo ya, en cuanto a la jubilación. Una jubilación no obligatoria, sino voluntaria según las necesidades y posibilidades de cada persona. Y gradual para que el jubilado pueda ir adaptándose a la nueva vida y comience a buscar nuevas posibilidades de actividad sin perder la profesional.

El ser humano no puede ser valorado únicamente como agente de producción. Debe ser antes valorado como persona, potenciando el desarrollo de sus potencialidades más esenciales e íntimas. Solo el ser humano autorrealizado en sí mismo puede volcarse en la construcción social de forma solidaria.

En esa concepción, trabajo profesional remunerado y otras actividades vocacionales no profesionales, deben complementarse. El trabajo es la parte dedicada más directamente a contribuir a la construcción social y debe ser lo más grata posible. No alienante. Las otras actividades dirigidas a satisfacer las necesidades más intimas y personales, con las que las cualidades humanas van superándose y enriqueciéndose, y por supuesto también contribuyen a enriquecer la sociedad, quizá de forma más cualitativa y desde luego más libre. No puede ser un tiempo muerto, sino un tiempo de disfrute total, creativo, realizador. Las posibilidades de ello son prácticamente infinitas.

Solo entonces la jubilación adquiriría el sentido lúdico del término, pero ya no sería necesario porque el júbilo formaría parte de toda la vida.

Mientras tanto hemos de dirigir nuestros esfuerzos porque la jubilación sea el momento donde empieza la alegría y desde ahí y para siempre, el tiempo del placer. Una vez liberados del trabajo alienante, dediquemos toda la vida a hacer lo que hasta ahora nos había estado prohibido. A vivir. A los 70 años aun se puede aprender y descubrir la vida. No hay que perder el tiempo.

 
Para un modelo integral de jubilación

Volvamos, para terminar estas páginas, a la unidad dialéctica bio-psico-social, que materializa y encarna el ser humano.

La vida humana se encuentra en la encrucijada entre lo genético y lo adquirido. El cuerpo es el soporte material de la persona.

La tríada bio-psico-social conforma al ser humano. Y todos los aspectos que forman esa personalidad han de verse en una interacción constante y nunca como compartimentos aislados, sin relación entre ellos o con relaciones unidireccionales.

Lo que al humano diferencia de las demás especies es su dimensión psico-social. Esto es lo que le confiere su esencia humana. En el desarrollo de la dimensión psico-social centraré los esfuerzos del modelo programático que pretendo esbozar.

El cuerpo no es algo ajeno a esa dimensión. En el cuerpo se materializa el ser. En el cuerpo y desde el cuerpo la personalidad se forma, se manifiesta y se expande. Lo que la persona es se lo posibilita la sociedad a través del cuerpo. Este es el medio posibilitador. Receptáculo, receptor y transmisor. Los estímulos son recogidos por el cuerpo y enviados a la mente para que los codifique. Lo social es adquirido y aprendido por el cuerpo mediante sus canales sensoriales, -a la vez que estos van desarrollándose, agudizándose y enriqueciéndose-. De este modo se va elaborando el contenido psíquico, se integra y se organiza dando lugar a la representación mental. Ese bagaje, creciendo continuamente va creando y diversificando nuevos contenidos que revierten de nuevo a la sociedad, -utilizando de nuevo el cuerpo como canal expresivo-, de variadas formas. La sociedad se enriquece con ello, crea nuevas formas y lo vuelve a revertir a las personas. El ciclo se repite y retroalimenta continuamente.

La sociedad no es aquí un ente ni una organización superior. Son las personas. En esa relación persona – sociedad hay siempre cuerpos, personas. La relación se da entre cuerpos y entre personas, siendo la base primaria de esa relación corporal el afecto.



Volvamos a subrayar diversos aspectos de la unidad cuerpo – mente.

Aún siendo dos entidades distintas, cuerpo y mente se determinan mutuamente. Y siempre todo planteamiento debe basarse en esa interrelación. Sin embargo se observan y pretenden vivirse como si fueran dos entidades completamente distintas y contradictorias.

Existe una preocupación excesiva, obsesiva, por el componente corporal en cuanto elemento físico, separado de lo mental y poco o nada por este último. Pero cuanto más se desgaje el cuerpo de la mente, más dejamos de ser humanos. Lo que ocurre es que aunque nosotros los separemos intelectualmente, cuerpo y mente siguen funcionando como una unidad indisoluble y esto nos salva. Pero olvidarlo supone encarar los problemas parcial y superficialmente.

Se dedican importantísimos esfuerzos económicos y humanos para alargar la vida y luchar por la salud física, más allá incluso de las fronteras previsibles, pero pocos caminos se abren para engrandecer el contenido psíquico y alejarse de la vida vegetal. Hoy, gran parte de ancianos mantienen una vida meramente vegetal.

El cuerpo debería observarse más como medio por el que la psiquis se forma y se engrandece. Queremos cultivar el cuerpo en este sentido y no en el de la belleza estereotipada, la fuerza muscular y la competitividad.

Hay que agudizar los canales sensoriales, receptivos, para que a la mente llegue la máxima información y posibilitar también los canales de expresión para que el contenido de la comunicación sea completo. De igual forma que el niño necesita cuanto más pequeño y más handicaps padezca, una mayor estimulación, un mayor énfasis por desarrollar los canales sensoriales, según sea su grado de deterioro, necesitará más o menos de ello. La mente es el resultado de las sensaciones, vivencias y experiencias corporales. De la riqueza de éstas depende la psíquis. El cerebro las organiza y estructura, creciendo a partir de ellas, el pensamiento y la representación abstracta, y mediante diversos canales expresivos que -también hay que desarrollar- revierten al exterior. En la elaboración propia, -creación- que la mente realiza partiendo de las informaciones sensoriales y en la expresión posterior, -comunicación- , (que puede llegar a ser ARTE), se encuentra la máxima realización humana. En esa comunicación se vuelca toda la personalidad humana: emociones, sentimientos, vivencias, experiencias, imágenes…


Y para concluir, enumeremos a continuación una serie de puntos dirigidos a establecer un modelo de actuación permanente con las personas de edad avanzada, desde la etapa de la pre-jubilación, incluso mucho antes, como un continuo reciclaje.

Basándonos en la potenciación máxima de todas y cada una de las capacidades y posibilidades del ser humano. Desde el ámbito interno, propio, individual, hasta el ámbito intergrupal e intergeneracional. Atendiendo prioritariamente al grado de estimulación de la actividad y a su calidad y erradicando las actividades cuyo grado y calidad de estimulación se acerquen a lo nulo o negativo. Las formas pasivas de entretenimiento en las que se permanece como espectadores embobados, han de ser eliminadas. Hay que acabar con la inercia y la pasividad como hábito de vida, porque no son formas de vida, sino más bien formas de muerte. La inercia y la pasividad es el camino de la vegetalización. La actividad es vía de vida. El movimiento es vida. Genera vida y humanización desde la filogénesis a la ontogénesis.

 
Mi propuesta, aunque pueda considerarse en muchos casos, ambiciosa, sabiendo conscientemente que los niveles que podamos alcanzar queden muy por debajo de nuestras propuestas, los mantenemos claramente como meta, como camino a seguir y como objetivos por los que tenemos que seguir trabajando permanentemente.



• Programas de estimulación sensorio-psico-motora. (Táctilo, cutáneo, quinéstesico, visual, auditivo) potenciando todo tipo de sensaciones: óseas, musculares, articulares, tónicas, temporales, espaciales, desde prácticas como la psicomotricidad, la eutonía, la relajación, el ritmo, la expresión corporal…

• Programas de estimulación hacia la creatividad, cualesquiera que sean sus formas o manifestaciones (plástica, musical, escénica, visual…)

• Programas de aprendizaje de técnicas y manualidades.

• Programas de alfabetización y culturalización. Establecimiento del hábito de la lectura como forma de acceso al mundo literario, desarrollando su fluidez y comprensión. De igual forma posibilitar el hábito de la escritura como forma de expresión y pensamiento.

• Programas educativos teórico – prácticos. Materias de interés general. Especialidades. Temas de actualidad. Seminarios. Talleres. Deportes. Viajes culturales…

• Programas de participación socio – cultural entroncados en el medio.

• Establecimiento de canales de expresión y comunicación multimodal (verbal, corporal, escrita, dramática, plástica, literaria, deportiva…)



Alfa Institut



Movimiento - Expresión – Danza – Teatro

Un espacio para el arte, la salud, el desarrollo humano y la comunicación.



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