lunes, 30 de octubre de 2017

IKIGAI



Es importante, para tener una vida larga y feliz, encontrar y querer una razón de ser, que nos mantenga siempre ocupados, lo que nos llevara a momentos de felicidad.
El Ikigai, se traduce como aquello que te hace levantarte con una gran ilusión cada día, disfrutando de ello y siendo consciente de que es por lo que vale la pea vivir.
El término Japonés Ikigai, reúne etimológicamente las palabras "ikiru" (vivir) y "Kai" (la materialización de lo que uno espera). Si las juntamos, nos dicen que es "tener un propósito para vivir".
Otra visión: "Iki" por "vida" y "gai" por "motivo, sentido, resultado, valor, merece la pena".
Describe la sensación de saber cuál es el sentido de la propia vida y en consecuencia, la seguridad de que tu existencia merece la pena. El descubrimiento del ikigai aporta sentido y felicidad. Un alto nivel de ikigai no sólo conduce a una experiencia más plena, sino que alarga la vida.
¿Por qué estoy aquí? ¿Cuál es mi misión en la vida? ¿Qué me hace feliz?
Todos nos hacemos estas preguntas, pero el Ikigai es esa fuerza vital interior que es la respuesta a todas las dudas existenciales.
Déjate seducir por la extraña sensación de lo que amas. No te desviará del camino.
RUMI
Quien no encuentra sentido a su existencia tampoco sabe para qué vive, ni entiende por qué debe bregar con cada nuevo día; y, en consecuencia, necesariamente tiene menos energía y ganas de vivir, en comparación con el que sabe reconocer el sentido de su vida y procura hacer cosas que le brinden plenitud y le deparen dicha alegría.
Cada persona siente en el fondo de su corazón el anhelo de una vida llena de sentido. Este anhelo es suficiente para que seamos buscadores y descubridores de sentido durante toda la vida.
ELISABETH LUKAS
El principio japonés del ikigai puede ayudarnos de forma sorprendente a encontrar un sentido a nuestra vida diaria. Sólo hay que descubrirlo, ya que cada uno de nosotros tiene su ikigai.
  Las 10 claves para vivir tu ikigai con éxito, (del libro de Héctor García y Francesc Miralles "IKIGAI" )


Para vivir más seguramente es necesario vivir mejor, ser más felices. Aquí tienes pautas, pasos, consejos inspirados en los centenarios japoneses.
1. Mantente siempre activo, nunca te retires
Quien abandona las cosas que ama y sabe hacer, pierde el sentido de su vida. Por eso, incluso después de haber terminado la vida laboral "oficial" es importante seguir haciendo cosas de valor, avanzando, aportando belleza o utilidad a los demás, ayudando y dando forma a nuestro pequeño mundo.
      1. 2. Tómatelo con calma

Las prisas son inversamente proporcionales a la calidad de vida. Como dice un viejo proverbio: "Caminando despacio se llega lejos". Cuando dejamos atrás las urgencias, el tiempo y la vida adquieren un nuevo significado.
      1. 3. No comas hasta llenarte

También en la alimentación para una vida larga "menos es más". Según la ley del 80%, para preservar la salud mucho tiempo, en lugar de atiborrarse hay que comer un poco menos del hambre que tenemos.
      1. 4. Rodéate de buenos amigos

Son el mejor elixir para disolver las preocupaciones: con una buena charla, contar y escuchar anécdotas que aligeren la existencia, pedir consejo, divertirnos juntos, compartir, soñar… En suma, vivir.
      1. 5. Ponte en forma para tu cumpleaños

El agua que se mueve, fluye fresca y no se estanca. Del mismo modo, tu vehículo para la vida necesita un poco de mantenimiento diario para que pueda durar muchos años. Además, el ejercicio segrega las hormonas de la felicidad.
      1. 6. Sonríe

Una actitud afable hace amigos y relaja a la propia persona. Está bien darse cuenta de las cosas que están mal, pero no hay que olvidar el privilegio de estar aquí y ahora en este mundo lleno de posibilidades.
      1. 7. Reconecta con la Naturaleza

Necesitamos regularmente volver a ella para cargar las pilas del alma. Aunque la mayoría de los seres humanos vivan en ciudades, estamos hechos para fundirnos con la Naturaleza.
      1. 8. Da las gracias

A tus antepasados, a la Naturaleza que te provee de aire y alimento, a tus compañeros de vida, a todo lo que ilumina tu día a día y te hace sentir dichoso de estar vivo. Dedica un momento del día a dar las gracias y aumentarás tu caudal de felicidad.
      1. 9. Vive el momento

Deja de lamentarte por el pasado y de temer el futuro. Todo lo que tienes es el día de hoy. Dale el mejor uso posible para que merezca ser recordado.
      1. 10. Sigue tu ikigai

Dentro de ti hay una pasión, un talento único que da sentido a tus días y te empuja a dar lo mejor de ti mismo hasta el fin. Si no lo has encontrado aún, como decía Viktor Frankl, tu próxima misión será encontrarlo.

El ikigai engloba:
  • El sentido de la vida.
  • Aquello por lo que merece la pena vivir.
  • Aquello por lo que merece la pena levantarse por las mañanas.
  • La felicidad de hacer cosas que nos complacen
  • La realización personal y la motivación.
  • La sensación de estar vivo.
  • La razón de existir.
  • La alegría y el objetivo vital.


Pero el ikigai es un concepto amplio que puede englobar también las actividades concretas, las circunstancias vitales, las relaciones interpersonales, las ideas o intereses profundos, así como los sueños y objetivos. Se puede decir que en el ikigai personal intervienen cuatro grades factores que son:
  • Las cosas que nos gusta hacer.
  • Nuestras fortalezas o lo que hacemos bien.
  • Las cosas por las que nos pagan; nos podrían pagar, o por las que recibiríamos una contraprestación por parte de otros.
  • Las cosas que el mundo necesita.
El ikigai también se halla en las pequeñas cosas, en apariencia insignificantes, que a menudo pasan desapercibidas. Así, cualquier persona puede encuentran su Ikigai en la contemplación del amanecer, en el hecho de reunirse con sus amigos, en dedicar un rato a la lectura, en sumergirse en otros mundos, en ejercitar la atención consciente, en estar presente para su familia, en dar largos paseos con su perro, en aprender otro idioma, en expresar su creatividad en un curso de pintura, etc. La suma de las pequeñas alegrías cotidianas da como resultado una vida más plena.


Lo verdaderamente importante es saber si puedes decir "sí" de corazón a aquello que te propones.
JOSEPH CAMPBELL
La búsqueda de nuestro tesoro no termina nunca y se recomienda sopesar de vez en cuando qué aspectos de nuestro ikigai perduran y cuáles de ellos requieren una actualización para que encajen con una nueva situación vital o un cambio de postura interna.
Hay un lugar en nuestro planeta donde los ancianos son más viejos que en ninguna otra parte. Es decir un sitio pequeño que concentra el mayor número de ancianos centenarios de la población mundial.
A estos mayores la idea de dejar de trabajar o de retirarse es algo que no se les pasa por la cabeza. Saben que sus ocupaciones merecen la pena y ven un sentido en sus quehaceres, tienen el ímpetu necesario para afrontar cada día con renovadas energías, y de buen ánimo, por muchos años que tengan.
Curiosonamente no hay palabra en japonés que signifique jubilarse, con el significado exacto de "retirarse para siempre", como tenemos en Occidente. Para ellos tener un propósito vital es muy importante y lo realizan mientras su salud se lo permita.
Nos dice Héctor García y Francesc Miralles en su libro Ikigai,:
el 3 de Abril de 1993, la federación de Clubes de Ancianos de la Aldea Ogimi, hace una declaración que dice lo siguiente:


A los 80 soy todavía un niño,
Cuando vengas a buscarme a los 90,
Olvídate de mí y espérame hasta que cumpla los 100.
Cuantos más viejos, más fuertes,
Y nada de dejar que nuestros hijos nos mimen.
Si quieres larga vida y salud, eres bienvenido a nuestra aldea,
Donde recibirás las bendiciones de la naturaleza y descubriremos juntos los secretos de la longevidad.

La importancia que tiene la comunidad
El Ikigai también está muy vinculado al sentimiento que tienen estas personas de pertenecer a la comunidad. Las personas forman parte de un grupo durante varias décadas y siempre pueden confiar en él. Todos se preocupan de cultivar los lazos sociales en su vida cotidiana y se apoyan unos a otros. Por eso cada individuo tiene conciencia de su propia responsabilidad ante sí mismo y ante la comunidad. El objetivo es socorrer a quien lo necesite hasta que esté en condiciones, a su, vez de prestar su apoyo a otra persona.
Todo aquel que cultiva unas relaciones sociales estables, y brinda su apoyo a otros cuando necesita ayuda, gana por partida doble. Por un lado, estará mejor pertrechado para hacer frente a cualquier problema de índole personal porque podría confiar en el respaldo de la comunidad; y por el otro, favorecerá que su Ikigai perdure.


Del libro de Bettina Lemke, "Encuentra tu ikigai"
Respuestas que dieron algunas personas cuando se le preguntoó ¿Qué da sentido a tu vida?:

  • Ver con gran esperanza el potencial de cada nuevo día.
  • Mis amigos y mi familia.
  • La compañía de otras personas.
  • Comer bien.
  • Hacer deporte.
  • Ser una buena persona y hacer aquello que me hace feliz.
  • Construir un refugio para un pequeño erizo que he encontrado en mi jardín, y que así pueda resistir el próximo invierno.
  • Las personas, los animales y las plantas, y también el planeta.
  • Tocar música con mis amigos y actuar en salas molonas. Crear algo nuevo para lograr un mundo mejor.
  • Ver crecer a mis hijos día a día.
  • El amor hacia mi compañero o compañera.
  • Dedicarme a lo que me entusiasma.
  • La posibilidad de encontrar ideas nuevas.
  • Reír en compañía.
  • Ayudar a otros a encontrar el sentido de su vida.
  • Mi violonchelo.
  • Hacer un voluntariado en una organización humanitaria. Esto llena de sentido mi vida cada día.
  • Profundizar en la compasión y la gratitud y trasmitir mi experiencia a otras personas.
  • La meditación de la primera hora de la mañana, pues se ha convertido en un pilar firme para todo lo demás.
  • Viajar a otros países y conocer otras culturas.
  • Mi perro Sam es mi compañero más fiel y mi mejor amigo.
  • La sonrisa de los niños que cuido en la guardería.
  • El trabajo en el huerto.
  • Soy profesora en un instituto. El trabajo con mis alumnos me aporta plenitud una y otra vez.
  • Aprender a confiar en mí mismo.
  • Fijar mis propias metas y tratar de conseguirlas.
  • Expresar mi creatividad.
  • En este momento mi ikigai es tomarme un periodo sabático de tres meses para hacer el Camino de Santiago.


BIBLIOGRAFIA:
García ECTOR Y Francesc MIRALLES: ikigai, los secretos de Japón para una vida larga y feliz. (2016). ED. Urano
García ECTOR Y Francesc MIRALLES: el método IKIGAI, despierta tu verdadera pasión y cumple tus propósitos vitales. (2017). ED. Aguilar
Bettina LEMKE: ENCUENTRA TU IKIGAI, el libro practico. (2017). ED. Urano.