lunes, 14 de noviembre de 2016

KAIZEN, en la mejora de la Calidad de Vida DEL MAYOR



"Añoro cumplir una tarea grande y noble, pero mi principal obligación es cumplir pequeñas tareas como si fueran grandes y nobles." HELEN KELLER

¿Cómo aplicar el kaizen a tu vida cotidiana?

Existen diferentes formas de aplicar esta filosofía, pero puedes comenzar planteándote algunas preguntas básicas:
  • ¿Qué resultados deseas alcanzar?
  • ¿Qué hábitos necesitas poner en práctica para alcanzar esos resultados?
  • ¿Cuál es el pequeño paso más grande que puedes dar para empezar a formar esos hábitos?
Esta estrategia alternativa para el cambio se llama Kaizen. El kaizen se resume en este familiar pero poderoso refrán:
"Un viaje de mil millas comienza con un primer paso."
La belleza y el desafío del kaizen es que requiere fe. No necesariamente fe religiosa, o un rígido e irreflexivo compromiso, peros sí la creencia en el poder de tu cuerpo y tu cerebro para llevarte a donde necesitas ir. Dando pasos pequeños, orientas tu brújula mental hacia una nueva dirección, permitiendo que tu mente haga el resto.
Trata de ver el kaizen como un proceso que nunca se acaba. No lo olvides en un cajón una vez que hayas alcanzado tu objetivo. El kaizen nos invita a ver la vida como una oportunidad de mejora continua, para buscar siempre estándares más elevados y ampliar las posibilidades.
Nos dice John Wooden, entrenador de baloncesto universitario:
"Cuando mejoras un poco cada día, al final ocurren grandes cosas. Cuando mejoras tu forma física un poco cada día, al final se produce una gran mejora en tu forma física. No mañana, ni al día siguiente, pero al final has hecho un notable progreso. No hay que buscar mejoras rápidas y espectaculares, sino mejoras pequeñas, día a día. Esa es la única forma en que ocurren, y cuando lo hacen, permanecen."
Considera que el kaizen significa ir a tu propio ritmo, esforzarte cada día un poco más, llegar cada día un poco más lejos, pero sin presionarte demasiado.
Únicamente recuerda: aunque los pasos puedan ser pequeños, aquello que queremos lograr no lo es. Comprometer tu vida en respetar y mantener tu salud física; con la pasión, el riesgo y la excelencia de una carrera profesional exigente; con la búsqueda de una relación satisfactoria con otro ser humano; o la continua revisión cada vez mayor de tus estándares personales, es empeñarse en objetivos poderosos, a menudo elusivos y, en ocasiones, temibles.
Pero, por ahora, todo lo que necesitas hacer es dar un pequeño paso.

Un ejemplo:
Vamos a hacer pequeñas acciones para acercarme a mis objetivos. ¿Y por qué pequeñas acciones? Porque es mas fácil para conseguirlo y así se evita el desánimo. Supongamos que eres desordenado y quieres cambiar. Tienes dos opciones, la primera quieres hacerlo rápido, lo tendrás complicado, seguro que abandonas perdiendo la confianza en ti mismo.
Si utilizas el método kaizen, irás paso a paso.
"Comenzarás con tu bolígrafo, al que nunca pones la capucha después de utilizarlo. Mañana te esforzarás por poner los lápices en su sitio. El día después, clasificarás algunas cuartillas. Luego ordenarás algunas fotocopias, luego algunas más, etc., en un trimestre tendrás tu sitio de trabajo en orden, y seguro que sin mucho esfuerzo."
¿Que quieres ser más productivo en tu trabajo? Entonces intenta ganar "algunos segundos" en tu horario. Sí, solamente algunos segundos, ¡No más! Mañana, intentarás ganar aun una docena de segundos y así poco a poco...paso a paso
A continuación, empieza poco a poco. Al igual con pequeñas cosas:
¿Quieres empezar el hábito de hacer ejercicio? Sólo haz una sola flexión de brazos tan pronto como salgas de la cama por la mañana. A la mañana siguiente, añadir otra. Y así sucesivamente. En dos meses, vas a hacer 60 flexiones en la mañana. En un año obtendrás ejercicios más intensos. ¿Queremos establecer una rutina en la mañana y por la noche? Comienza por la noche y concentrate en los 10 minutos inmediatamente antes de irte a la cama. Planea lo que vas a hacer durante esos 10 minutos -puede ser tan simple como cepillarse los dientes durante 2 minutos, uso de hilo dental en 1, y la lectura de 7 – y convertirlo en un hábito. Cada día, añadir 5 minutos más hasta que toda la noche se convierta en una rutina satisfactoria. A continuación, a trabajar en la mañana. ¿Quieres escribir un diario? En lugar de hacer una rutina de escribir una página cada día, justo empieza la escritura de un minuto. Eso es. Sólo se puede obtener una frase o dos, pero eso está bien. Al día siguiente, añadir un minuto. En un mes, estarás escribiendo en tu diario durante 30 minutos si eso es algo que quieres hacer. ¿Quieres empezar a leer más libros? Comienza con un verso. Añade otro verso cada día, hasta que estés leyendo un capítulo por día. ¿Quieres empezar a meditar? Comienza con un minuto de ejercicios de respiración. Eso es. ¿Quieres bajar de peso? Corta una bebida azucarada al día. O corta tu merienda habitual a media tarde. Se entiende la idea. Piensa en el paso más pequeño que puedas dar y que te moverán en forma ascendente hacia tu objetivo. A continuación, intenta que sea aún más pequeño.
Al abordar grandes metas, por lo general es aconsejable trabajar solamente en una meta a la vez, pero con el enfoque Kaizen, trabajando en varias cosas a la vez será enteramente factible.
Trata de hacer sólo un 1 por ciento algo  mejor que el día anterior. Empieza poco a poco y haz tus incrementos graduales. Evita la tentación a impacientarse y empieza a correr hacia adelante y da saltos más grandes. Tómalo con calma, lento, constante y consistente. Simplemente trata de hacer algo un poco mejor de lo que hiciste el día anterior.
Una vez que hayas alcanzado tu meta, inicia un plan de mantenimiento, y a mantenerlo durante el resto de tu vida. ¿Has perdido bastante peso? Sigue con el plan de dieta / ejercicio manejable en el que estás, por tiempo indefinido. ¿Has llegado al punto en que estás leyendo 30 minutos al día? Sigue así, y disfruta viendo cómo una biblioteca de libros leídos se acumula año tras año.
El mejoramiento de ti mismo no es un destino. Es un proceso. Es como el afeitado; a pesar de que lo hiciste esta mañana, todavía vas a tener que despertar y hacerlo de nuevo mañana. El proceso nunca termina.
Asigna a cada una de esas pequeñas cosas una pequeña acción que suponga una mejora. Que sea muy, muy fácil, tanto que no dudes que puedas fracasar. ¿Puedes correr 1 solo minuto? Corre 1 minuto. Está bien, ya se mejorará.
Hazlo. En cuanto puedas, a la primera oportunidad, en el primer momento libre, hazlo. Son cosas muy sencillas.

¿Cómo saber cuándo necesitas recurrir al kaizen?

Todos los cambios, incluso los positivos, dan miedo. Los intentos de lograr objetivos utilizando medios radicales o revolucionarios, a menudo fracasan porque aumentan el miedo. Pero los pequeños pasos del kaizen desarman la respuesta cerebral al miedo, estimulando el pensamiento racional y el juego creativo.
El kaizen es una excelente herramienta, sobre todo cuando sabemos exactamente hacia dónde deseamos encaminar nuestros pasos pero, aún así, la meta nos parece demasiado distante. Esta filosofía se puede aplicar cuando:
  • No te atreves a dar el primer paso porque te sientes desbordado/a por la inmensidad o complejidad de la tarea que te has propuesto.
  • Te has estancado en el camino porque no logras vislumbrar el próximo paso o este te atemoriza, de forma que comienzas a procrastinar.
  • Estás pensando en abandonar porque te parece que el trayecto que tienes por delante es demasiado largo o difícil.
Recuerda que tu mente siempre te empujará a la zona de confort, que es donde se siente más cómoda y segura. En esas circunstancias, el kaizen es extremadamente útil, ya que te permitirá continuar avanzando sin agobiarte. Te animo a que compruebes los beneficios que esta herramienta te puede ofrecer: elije ahora mismo un área  de mejora y planifica tu hoja de ruta con los pequeños y graduales cambios que puedes ir incorporando hasta alcanzar tu objetivo. Y no te olvides de disfrutar del proceso, mejorar y crecer siempre es un placer.
Técnicas del kaizen (del libro de Robert Maurer, "Un pequeño paso, puede cambiar tu vida"
Practicar las preguntas pequeñas
Tengo las esperanza de que desarrolles el hábito del kaizen de hacerte preguntas pequeñas (¡y positivas!). Cuando comiences a hacerlo, recuerda que estás programando a tu cerebro para la creatividad, de modo que escoge una pregunta y repítela durante el transcurso de varios días o semanas.
Algunas ideas de preguntas:
  • Si estás tratando de alcanzar un objetivo específico, pregúntate todos los días esto: ¿Cuál es el pequeño paso que puedo dar para lograr mi objetivo? El tono que sea amable contigo, el mismo que usarías con un amigo querido.
  • Si te sientes descontento pero no estás seguro de por qué, prueba a preguntarte esto: ¿si tuviera garantizado que no fracasaré, qué es lo que haría de manera diferente? La característica imaginativa de la pregunta asegura que el cerebro la responda con franqueza, y puede producir algunas respuestas sorprendentes, que aporten claridad a tus metas.
  • Esta pregunta es para todos los que tengan un conflicto grave con otra persona, ya sea jefe, un pariente o un vecino, y está tratando de superar ese problema. Pregúntate cada día: ¿Qué cosa positiva tiene esta persona? Posiblemente pronto te encuentres viendo las capacidades de esa persona con la misma claridad que veas sus debilidades.
  • Si tiendes a sentirte pesimista o negativo, prueba a hacerte esta pregunta: ¿qué pequeña cosa es especial en mí?(o en mi pareja, o en mi organización). Si sigues haciéndote esta pregunta durante un tiempo, programarás tu cerebro para buscar qué es lo bueno y lo correcto y actuar.
Realiza acciones pequeñas
Las acciones pequeñas son el corazón del kaizen. Al dar pasos tan pequeños que pueden parecer triviales y hasta irrisorios, navegarás tranquilamente sorteando los obstáculos que antes te habían vencido. Lentamente- pero ¡sin dolor!- cultivarás los deseos de éxito continuo y establecerás una nueva ruta permanente para el cambio.
Estas acciones conforman la mayoría de los programas de cambio del kaizen, por una razón obvia: no importa cuánto prepares o practiques preguntas pequeñas y pensamientos pequeños; eventualmente deberás pasar al terreno de la acción.
Dado que esto es kaizen, tus primeras acciones serán muy pequeñas, tan pequeñas que puedes llegar a encontrarlas raras y hasta ridículas. Eso está bien. Es conveniente tener sentido del humor cuando estás tratando de cambiar tu vida.


Objetivo
Acción kaizen
Dejar de excederte
Quita algo del carrito de la compra antes de dirigirte a la caja
Iniciar un programa de ejercicios
Ponte de pie-, sí, simplemente ponte- en la cinta de correr durante unos minutos por la mañana.
Controlar el estrés
Una vez al día, localiza qué parte de tu cuerpo está tensa, (¿tu cuello?, ¿la parte inferior de tu espalda? ¿Los hombros?...etc. Después respira hondo.
Dormir más
Vete a la cama un minuto antes por la noche, o quédate en la cama un minuto más por la mañana.
Aprender una lengua extranjera
Comprométete a memorizar una nueva palabra cada día. Si eso es demasiado duro, practica la repetición de la misma palabra una o dos veces al día durante una semana, añadiendo cada semana una nueva palabra.
Mantener limpia la casa
Elige una zona de la casa, programa cinco minutos en un cronometro y ordénala. Detente cuando el tiempo acabe.

Las acciones pequeñas llevan muy poco tiempo y son agradables incluso para aquellos de nosotros que no tienen acumulado un gran volumen de voluntad. Las acciones pequeñas engañan al cerebro que piensa: Ah, este cambio es tan pequeño que no es gran cosa. No hay motivo para ponerse nervioso. En esto no hay riesgo de fallar o de ser infeliz. Al sortear la respuesta al miedo, las acciones pequeñas le permiten al cerebro crear nuevos y permanentes hábitos, a un ritmo que puede ser sorprendentemente rápido.
Cómo llegar a una acción pequeña, ¿cuál va a ser tu primer paso?
Suponemos que va a ser la salud. Nos hacemos la pregunta:
¿Qué paso pequeño, insignificante, puedes dar que pueda mejorar la calidad de tu salud?
La mayoría de la gente comenzará diciendo algo en la línea de "perder peso", o "hacer ejercicio con más frecuencia.
Ante esa respuesta, sería, importante tener alguien que razonara conmigo, y seguro que me volvería a preguntar:
¿Qué paso pequeño, insignificante, puedes dar que pueda mejorar la calidad de tu salud?
Una nueva respuesta podría ser "comer menos"
Todavía se puede ver unos objetivos imprecisos, que seguro que podrían ser difíciles de alcanzar.
Y mi compañero me volvería a preguntar:
¿Qué paso pequeño, insignificante, puedes dar que pueda mejorar la calidad de tu salud?
Respondería: "evitar el chocolate."
Este paso es más concreto, pero sigue siendo demasiado grande.
Y lo volvería a intentar:
¿Qué paso pequeño, insignificante, puedes dar que pueda mejorar la calidad de tu salud?
"Comer menos chocolate." creo que me estoy acercando, y volvería a preguntar:
¿Qué paso pequeño, insignificante, puedes dar que pueda mejorar la calidad de tu salud?
¿Qué tal esto?: "Cómete el chocolate, pero quita el primer bocado".
Con esto tus ojos están viendo toda la barrita de chocolate, mientras tu cerebro está aprendiendo a quitar una parte, antes de que te la comas.
Conceder premios pequeños
"Los premios pequeños son el estimulo perfecto. No sólo no son caros y convenientes, sino que también estimulan la motivación interna requerida para el cambio duradero."
Desde la técnica kaizen:
  1. El premio debe ser adecuado al objetivo. No es lo mismo el chocolate como premio para una persona que lo pueda tomar, que para otra que se lo prohibiera el médico.
  2. El premio debe ser apropiado para la persona. Si estás tratando de animar a otra persona a alcanzar un objetivo, recuerda que lo que supone un premio para unos puede ser una molestia para otros.
  3. El premio debe ser gratuito o barato. La gente que dedica toda su vida a la familia, a menudo considera que diez minutos al día con un libro o un periódico es un regalo.
Si tiendes a ser el peor crítico de ti mismo, puedes intentar un honrado autoelogio como premio, para recompensarte. Otras buenas ideas incluyen tomar un baño, dar paseos cortos, escuchar tu pieza favorita de música, hacer una llamada telefónica a un amigo, que tu pareja te haga un masaje en los hombros o en los pies, o reservar unos minutos al día para beberte tu café matutino en la cama.

Y para finalizar el artículo comparto un trozo de un anuncio de United Technologies Corporation
La mayoría de nosotros nunca conseguiremos los grandes premios de la vida. El Pulitzer. El Nobel. El Oscar. Los Tonys. Los Emmys. Pero todos podemos ser elegidos para los pequeños placeres de la vida. Una palmada en la espalda. Un beso detrás de la oreja. Una lubina de dos kilos. Una luna llena. Un espacio libre en el aparcamiento. Un fuego crepitante. Una gran comida. Un crepúsculo glorioso. Una sopa caliente. Una cerveza fría. No te preocupes por ganar los grandes premios de la vida. Disfruta de tus pequeñas delicias. Hay muchísimas para todos nosotros".



BIBLIOGRAFIA:
MAURER Robert: Un pequeño paso puede cambiar tu vida, "METODO KAIZEN". (2015). ED. URANO