martes, 29 de enero de 2019

Algunas ideas que debemos desarrollar para crecer emocionalmente




Me había olvidado de cultivar mis relaciones. Creí que mis amigos seguirían contando siempre conmigo, o que con mandarles de vez en cuando un mensaje ya sería suficiente, Pero no es lo mismo.
¿Recuerdas la cantidad de amigos que tenías de pequeño? Durante la adolescencia las relaciones sociales ocupan el primer puesto en nuestra escala de valores, pero al hacernos adultos cuestiones como la carrera laboral o cuidar los hijos las relegan a un segundo plano.
Eso es exactamente lo que me había pasado. Se me olvidó por completo que lo que más influye sobre nuestra felicidad son las relaciones sociales. Por mucho dinero, trabajo o fama que tengas, si te sientes solo seguirás siendo infeliz (Waldinger, 2002).
Y las redes sociales, en las que yo me había refugiado, no sirven. Miles de años de evolución nos han programado para las relaciones cara a cara, no para interactuar mediante mensajes de texto. Por eso las personas que dedican más de dos horas diarias a las redes sociales tienen el doble de posibilidades de sentirse solas (Primack et al. 2017).
Desde el campo de la salud mental, se han identificado cuatro estrategias de intervención para personas en este tipo de situaciones: la primera es mejorar las habilidades sociales (conjunto de comportamientos que permiten interactuar y relacionarnos con los demás de manera efectiva y satisfactoria), la segunda, mejorar el apoyo social (que la persona sienta que es parte de un grupo que está ahí para brindar ayuda, información, afecto o cubrir otras necesidades), la tercera es aumentar las oportunidades para el contacto social y la última, más desde el punto de vista terapéutico, dar apoyo para que se tenga mayor conciencia de cómo los seres humanos perciben las emociones propias y de los otros, poder entender lo que piensan los demás en determinadas situaciones, evaluar adecuadamente las interacciones personales y sobre todo cómo realizar acciones sociales adecuadas en la vida diaria.
Vale la pena resaltar que algunas experiencias humanas muy profundas tienen poco que ver de manera directa con las relaciones con los demás. Por eso la utilidad ya probada de la meditación y la espiritualidad.

Necesitamos un cambio en nuestra vida, (fuente "El país")

En determinados momentos de nuestra vida, todo lo que nos llevó y acompañó hasta un momento preciso, parece que pierde el significado, y sentimos una necesidad apremiante de salir de donde estamos para emprender nuevos rumbos, aunque no sepamos exactamente a dónde nos van a llevar. Queremos experimentar novedad, hay un impulso que nos lleva a querer cambiar de pareja, de lugar de residencia, de trabajo, de profesión y de ambiente. Aquello por lo que luchamos durante años, a lo que nos dedicamos con esmero, parece desmoronarse. Nos invade una incertidumbre interior, un gran interrogante, ¿quedarnos en este “lugar” en el que nuestra vida parece irse apagando por inanición o soltar lastre y abrirse a lo desconocido.
Ese algo que empuja para salir de donde nos encontramos varía según la situación, la persona, sus relaciones, su edad y su historia. Puede ser la búsqueda de sentido, la insatisfacción, el sufrimiento, el malestar y el aburrimiento o la falta de motivación. También pueden ser preguntas como: ¿voy a seguir así hasta mis últimos días?; ¿es esto lo que quiero?; ¿qué sentido tiene lo que estoy haciendo y cómo estoy viviendo mi vida? Tomar la decisión de cambiar implica a menudo provocar rupturas, confusión y sufrimiento, y entrar en crisis.

Sentirnos más felices
Algunas de las cosas que Jung marca como causas de la felicidad. Probablemente sea recomendable que esta búsqueda se haga de manera tranquila sin tener que hipotecar nada a cambio.
 1. Buena salud física y mental.
2. Buenas relaciones personales y de intimidad, tales como las de la pareja, la familia y las amistades.
3. La facultad para percibir la belleza en el arte y en la naturaleza.
4. Razonables estándares de vida y trabajo satisfactorio.
5. Una visión filosófica o religiosa que permita lidiar de manera satisfactoria con las vicisitudes de la vida.
Como regla, nuestra propia definición de felicidad va a cambiar de etapa a etapa de la mano de nuestra perspectiva. No hay trucos ni —como estos estudios postulan— manuales. Pero sí se puede asegurar que la felicidad va de la mano de la congruencia y que, en lugar de perseguirla como quien persigue a un fantasma, podemos dejar que florezca sabiendo que de alguna manera ya está ahí y siempre lo ha estado.
Como mejorar la autoestima

Es necesario conocer cómo funcionamos, es decir, cuáles son nuestras fortalezas y aspectos positivos y cuáles son nuestras limitaciones. A partir de esta valoración, decidiremos qué aspectos deseamos mejorar y cuáles reforzaremos. El plan de acción para cambiar determinadas características debe ser realista y alcanzable en el tiempo (por ejemplo, la edad que tenemos es inamovible, la altura es otro factor poco variable a determinadas edades, etc.). Es decir, tenemos características que tendremos que aceptar y con las que convivir, intentando sacar partido y ver su aspecto positivo.

 Consejos prácticos para mejorar nuestra autoestima
El hecho de querernos más y mejor está en nuestras manos, no en las de los demás. Acéptate tal y como eres, en tus cualidades y defectos. Todos tenemos defectos, nadie es perfecto ni pretende serlo. Desarrolla el sentido del humor, no des tanta importancia a cosas que no la tienen, ni a los posibles comentarios de los demás. Préstate más atención, dedícate tiempo a hacer aquello que te haga feliz y te satisfaga. No temas a las responsabilidades o a tomar decisiones, si algo sale mal aprende de tus errores y ten coraje para volver a intentarlo.


Usar el cuerpo para cambiar las sensaciones

La mayoría comprendemos que nuestras emociones influyen en nuestro cuerpo; cuando nos sentimos tensos emocionalmente, nuestro cuerpo también se tensa. Cuando nos sentimos felices, nuestra cara se relaja, sonreímos y nuestra respiración es más fluida.
Pero al revés también funciona. Tensar el cuerpo puede hacernos sentir emocionalmente tensos, mientras que relajar el rostro, sonreír y respirar con fluidez puede hacernos sentir más felices. Investigaciones llevadas a cabo en la universidad de Harvard han demostrado que adoptando una postura corporal intencionada durante solo dos minutos puede afectar a la química corporal y a nuestros sentimientos de confianza.
Por lo tanto, si una baja autoestima es lo que refleja tu cuerpo, quizás encorvándote, mirando al suelo o tensando los hombros, puedes cultivar sentimientos más sanos de autoestima por medio de una postura erguida y unos movimientos que reflejen poder. Funciona en el acto.
Desarrollar sabiduría
La sabiduría es algo más que información adquirida. Lo importante es dar una aplicación práctica a lo que has descubierto por medio de la experiencia, utilizar tus conocimientos para aumentar tu bienestar futuro. Ser sabio pasa por prestar atención a los demás, escuchar lo que dicen y ofrecer buenos consejos si es necesario.
Para lograr éxito y bienestar, tienes que aplicar nuevas situaciones lo que has aprendido sobre ti y sobre otras personas.
Jonathan Haidt, psicólogo, dice que puedes volverte más sabio haciendo lo siguiente:
  • Leer a los grandes pensadores y obras clásicas de la literatura.
  • Pensar en la persona más sabia que conozcas y hacer lo posible por vivir y actuar como él o ella.
  • Buscar figuras históricas destacadas y ver lo que piensan sobre los problemas a los que se enfrentan.
  • Colaborar como voluntario en un hogar de ancianos y hablar con ellos sobre sus vidas y lo que han aprendido.
  • Suscríbete a periódicos que tengan ideologías políticas contrarias, para así ver y valorar las dos caras de la moneda.

Se agradecido
El mejor tipo de gratitud es el que se siente con el corazón, no en la mente.
Cada etapa de la vida aporta diferentes motivos para sentir gratitud. El regalo consiste en captar lo que se tiene cuando se tiene.
Una gran cantidad de trabajos recientes han sugerido que las personas que son más agradecidas tienen un mayor nivel de bienestar subjetivo. Las personas agradecidas son más felices, se sienten menos deprimidas, menos estresadas y más satisfechas con sus vidas y sus relaciones sociales. Las personas agradecidas también tienen mayores niveles de control de sus circunstancias, crecimiento personal, propósito en la vida, y aceptación de uno mismo. Las personas agradecidas tienen formas más positivas de lidiar con las dificultades que experimentan en la vida, siendo más propensos a buscar ayuda de otras personas, reinterpretar y aprender de la experiencia, y dedicar más tiempo a la planificación de cómo lidiar con el problema. Las personas agradecidas también tienen menos estrategias negativas de afrontar problemas, siendo menos probable que traten de eludir los problemas, negar que existan, culparse a sí mismos, o hacer frente a ellos a través del uso de sustancias. La gente agradecida duerme mejor, y esto parece ser debido a que tienen menos pensamientos menos negativos justo antes de irse a dormir.
  • Piensa en todas las personas que intervienen en tu día a día, desde el maquinista del tren hasta tus compañeros de trabajo, tu jefe o tus clientes.
  • ¿Cuántas veces les das las gracias sintiéndolo de verdad?
  • ¿Cuándo has ido más allá y les has dicho a tus compañeros de qué forma precisa y concreta están facilitándote el trabajo?.
Perseguir nuestros objetivos

Tienes que seguir aprendiendo que es lo que te gusta más, pero cuando lo encuentres tendrás que dedicarle energía y compromiso.
A todos se nos ofrece la oportunidad de dejar una marca única en el mundo. ¿Cuál será la tuya?
Cada uno de nosotros tiene algo valioso y único que ofrecer a los demás, algo que aprender, cultivar y por lo que esforzarse. Además, aunque podamos (y debamos) alcanzar nuestros sueños más elevados, solo tenemos que empezar descomponiendo los objetivos en objetivos parciales y metas diarias.
En resumen, perseguir nuestros objetivos para el futuro merece la pena si potencialmente son intrínsecos, armónicos, auténticos, flexibles, viables, satisfacen necesidades y buscan estrechar lazos con los demás. Aunque es posible que nuestra juventud haya desaparecido hace mucho, los años venideros pueden ser una época de tremenda maduración, pasión y aventura, y debemos decantarnos por adoptar medidas que se anticipen al futuro. Ya queremos mejorar nuestras relaciones, habilidades vitales o salud, ya deseamos ahorrar dinero para viajar a Sudamérica o reírnos más, tenemos la capacidad para enriquecer estas ambiciones con sentido y finalidad, desviando nuestra atención y energías de los recuerdos optimistas del pasado hacia las expectativas positivas y sostenibles del futuro.

Formas de encontrar más sentido y satisfacción en la vida
  • Ver los infortunios bajo un prisma positivo.
  • Ver un valor positivo en las actividades cotidianas.
  • Perseguir y lograr metas realistas.
  • Sentirse querido y conectado con los demás.
  • Poder liberarse de las obligaciones cotidianas de vez en cuando.
  • Tener una sensación de logro y sentirse bien con uno mismo.
  • Tener esperanza y ser optimista.
  • Tener creencias espirituales o religiosas.
  • Creer que la vida tiene un sentido.
  • Adquirir conocimiento y sabiduría.
  • Ser respetado.

Hazle una visita a tu corazón
El amor es la llave que abre el camino de la felicidad. ¿Cuántas veces discutimos o tratamos de cambiar a los otros por actuar desde la cabeza en vez de hacerlo desde el corazón? Intenta bajar a tu corazón y conectarte con tus verdaderos sentimientos, aprenderás mucho de ellos. ¿Te has parado a pensar que la clave de las relaciones con los demás pueden estar en la comprensión y no en la persuasión? Solo en el corazón se encuentra el motor de nuestras decisiones, es un motor expansivo, cuya energía nos impulsara hasta el infinito si se lo permitimos.
Muchas veces, las decepciones que sufrimos en la vida hacen que el miedo, y no el amor, tome las riendas de nuestra existencia: creamos barreras, para que los demás o incluso para que nosotros mismos no seamos capaces de llegar a nuestro corazón. Sin embargo, estas barreras, lejos de protegernos, nos separan más y más de una vida en plenitud.
Buen consejo: tratar de descubrir la razón de nuestro miedo es un primer paso fundamental para nuestro desarrollo, ya que el temor siempre hay una lección importante que aprender. Una vez la hayamos aprendido, no temeremos escuchar a nuestro corazón, que es nuestro gran maestro, para vivir en consonancia con sus latidos y dejar la eterna lucha que hemos emprendido con él.

Luis Rojas Marcos, nos habla de la esperanza y la espiritualidad

La esperanza:
Es una fuerza que nos impulsa a vivir, y en nuestro ir y venir cotidiano nos ayuda a mantenernos seguros y confiados. Casi todos nos casamos con la ilusión de ser felices, seleccionamos una ocupación porque creemos que nos gratificara y viajamos en avión de aquí para allá porque tenemos fe en el piloto. Casi todos apostamos nuestras vidas por la esperanza que albergamos en el destino humano.
La espiritualidad:
Nos permite sublimar nuestros impulsos o aplicarlos a causas altruistas y creativas, contribuir abnegadamente a la sociedad, tener fe en ideales y encontrar un propósito a nuestra existencia. Estos son, precisamente, los componentes de la prescripción que recomienda Simone de Beauvoir para superar muchos de los retos que nos plantea la vida: “la solución es fijarnos metas que den significado a nuestra existencia, esto es, dedicarnos a personas, grupos o causas. Sumergirnos en el trabajo social, político, intelectual o artístico. Desear pasiones lo suficientemente intensas que nos impidan cerrarnos en nosotros mismos. Apreciar a los demás a través del amor, de la amistad, de la compasión. Y vivir una vida de entrega y de proyectos, de forma que podamos mantenernos activos en un camino con significado, incluso cuando todas las ilusiones hayan desaparecido y nuestro fervor por vivir se haya marchitado”.
En definitiva, la espiritualidad nos ofrece lo que el poeta polaco del siglo XIX Cyprian Norwid resumió de esta forma: “tener algo de que vivir, tener algo por lo que vivir, y tener algo por lo que morir”.

¿Qué puedo conseguir con una buena actitud?
El principal beneficio de tener una buena actitud es sacar lo mejor que llevamos dentro.
La actitud es una poderosa herramienta que surge como consecuencia de identificarnos con lo que hacemos y con lo que somos.
No es lo mismo tener puntualmente una buena actitud que tenerla de manera habitual. Pera ello son fundamentales dos cosas: tener siempre un objetivo en mente y pasar de "quiero hacerlo" a "lo hago". Un ejemplo: no es lo mismo que me guste jugar a los bolos y que diga que quiero ser un buen jugador, a que diseñe e inicie un plan para mejorar mi técnica recibiendo clases, viendo videos de campeones, yendo a campeonatos, practicando con gente que sabe más que yo... es decir, la actitud requiere foco, esfuerzo y constancia, pero de manera especial acción.
El objetivo debería ser lograr la excelencia en aquello que nos propongamos, ya que si nos planteamos ser los mejores en algo, podemos frustrarnos, puesto que esa posibilidad no depende exclusivamente de nosotros, sino también de lo que hagan los demás.
El estar bien con uno mismo y vivir equilibradamente, con la conciencia tranquila, es otro de los beneficios de tener una buena actitud.
Quien tiene una buena actitud no presta la más mínima atención a éxito, porque saben que este es una de las posibles consecuencias y nunca el objetivo final.




El bienestar subjetivo:

Se dice que una persona tiene un alto bienestar subjetivo cuando evalúa globalmente su vida de forma positiva, frecuentemente está contenta y rara vez esta triste. Por el contrario, una persona que tiene bajo bienestar subjetivo es aquella que está insatisfecha con la vida, se divierte poco y, frecuentemente, experimenta emociones negativas como ansiedad o depresión. Comúnmente de denomina (felicidad) al bienestar subjetivo experimentado cuando se sienten muchas emociones agradables y pocas desagradables, cuando se está comprometido en actividades interesantes y cuando se está satisfecho con la propia vida (Diener, 1999).

El bienestar subjetivo está constituido por tres elementos fundamentales:
  1. satisfacción con la vida.
  2. afecto positivo.
  3. niveles bajos de afecto negativo.
Superar sus limitaciones
La fe puede mover montañas.
"La mayor limitación que puede tener una persona Es la impuesta por su propia mente."
El entusiasmo y la perseverancia pueden superar todos los obstáculos. Si usted realmente cree que puede lograr algo, será capaz de lograrlo. No debe dejar de soñar. De hecho, debe soñar, pero de un modo científico, aplicando el método que le estoy re­velando aquí. No hay nada más triste que una persona que ha de­jado de soñar. Cuando uno de sus sueños muere, también muere una parte de usted.
"Soñar -permitirse una visión de grandeza- es verdaderamente mágico."
Por consiguiente, no se limite. Recuerde que los proyectos ambiciosos requieren más tiempo. Y tampoco subestime los be­neficios positivos de las pequeñas victorias. Por el contrario, como dije antes, cada victoria pequeña le otorga más confianza, lo cual a su vez le confiere más entusiasmo y energía. Esto tiene un efecto tangible sobre la gente que le rodea, y con su ayuda us­ted puede avanzar hacia desafíos mayores Y victorias más im­presionantes.


BIBLIOGRAFIA:
CONANGLA, Mercé y SOLER, Jaume: Corazón que siente, ojos que ven (2012). ED. Planeta.
KAPLAN,Janice: El diario de la gratitud. (2017). ED. Zenith
ROJAS MARCOS, Luis, algunos capítulos de sus obras
ROJAS, Enrique: No te rindas (2011). ED. Planeta.




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