Si cuidamos de nuestro organismo y lo alimentamos bien se mantiene
flexible, elástico y fuerte, pero si lo descuidamos se convierte en algo
rígido, anquilosado y débil. Lo bueno respecto a la memoria es que se puede
mejorar cada día. No es como un contenedor que se llena, sino una red de
imágenes y datos interconectados que puede crecer infinitamente al tiempo que
sigues utilizándola. Cuanto más edad tienes, más poderosa y grande puede llegar
a ser la memoria. Nuestro cerebro será Flexible y adaptable y la idea es que se
puede seguir perfeccionando el cerebro conforme envejecemos.
Una mente joven es una mente que crece sin cesar “Las personas no envejecen: se vuelven viejas cuando dejan de crecer.
Es esencial que mantenga su mente
activa y en expansión, pues solo así podrá disfrutar de los beneficios de las
decisiones que ha tomado para reafirmar la vida y de la sabiduría que ha
acumulado.
Durante siglos los científicos han debatido sobre la influencia de la naturaleza
(nuestra herencia genética) frente a la influencia de la educación (los efectos de nuestra crianza, el entorno y la
formación recibida). Aunque nuestros genes juegan un papel a la hora de
determinar nuestras capacidades, en la actualidad los científicos están de
acuerdo en que podemos cambiar nuestros hábitos y desarrollar nuestras mentes a
lo largo de toda la vida.
“Este articulo recoge las fuentes de información en los cuatro autores que
se citan en la biografía.”
Una mente joven es la que posee el principiante. Siente entusiasmo ante
todo: una mariposa, el arco iris, las estrellas, un conejo con cola da algodón,
un libro nuevo, la fragancia de una rosa, una fresa recién cogida. Preste
atención a las escenas maravillosas que ocurren a su alrededor. Sepa valorar la
danza espectacular de la naturaleza, siempre fresca y nueva. El estado de
alerta y vitalidad es la base del entusiasmo, y este revierte el
envejecimiento.
Espontaneidad:
Una mente joven es espontánea. Es
imprevisible y no esta condicionada por nada; esta abierta a todas las
posibilidades y no se sienta cohibida por las normas establecidas. Una mente
joven renuncia a la necesidad de definirse en términos limitados y tolera la
ambigüedad, lo que da lugar a la espontaneidad.
- Bese a su conyugue.
- Póngase a bailar.
- Llame a su madre.
- Comience a cantar.
- Quítese la ropa.
- Lea un poema.
- Haga un dibujo.
Fluidez y adaptabilidad:
Una mente joven es fluida y
adaptable. No se permite quedar atrapada por los límites que ensombrecen la
unidad de todas las cosas. Ve de manera natural que todo en la vida está
relacionado y, por tanto, puede fluir con las
situaciones y las circunstancias cambiantes sin poner resistencia. Una
mente joven no se estanca en los detalles de las distinciones.
Sea adaptable.
No caiga en la trampa de actuar con
unas miras estrechas y limitadas. Ha de saber ver el todo. No consiente que los
limites impongan sombras sobre su unidad y busque la conexión entre todas las
cosas de la vida.
Alimente su
cuerpo/mente a través de los cinco sentidos:
Preste atención a su entorno.
Alimente sus sentidos con impulsos placenteros, interesantes e inspiradores.
Vea su entorno con ojos nuevos. No de por hecho su mundo.
- Escuche música bella, diferente y de distintas
partes del mundo. Preste atención a los sonidos de la naturaleza: el canto
de los pájaros, el ulular del viento entre las hojas, el repicar de la
lluvia sobre el tejado, las olas del mar al romperse en la playa.
- Sienta la textura de las cosas. Hunda las manos en
la tierra. Acaricie a sus seres amados o a su mascota. Palpe una
escultura. Pase las manos por la corteza de un árbol.
- Vea su mundo con ojos nuevos. Tome nota de las cosas
de las que casi nunca se percata. Aprecie las distintas tonalidades de
verde de paleta de la naturaleza. Preste atención al modo en que se forman
y se desvanecen las nubes. Vaya a un museo de arte y deambule sin prisa
por sus galerías. Observe con interés los rostros de los seres que le
rodean.
- Pruebe las cosas como si fuera la primera vez.
Muerda una manzana acida. Saboree un pastel de cereza recién horneado.
Póngase un clavo de olor en la boca. Deléitese mientras besa con pasión a
su pareja. Beba un vaso de zumo de naranja recién exprimido. Deje que
gocen sus pupilas gustativas.
- Tome nota de los aromas de su entorno. Recréese con
las fragancias de su jardín. Sienta el olor de las comidas. Inhale el olor
de su ser amado. Salga después de un aguacero y goce del olor de la tierra
húmeda. Note la estrecha relación entre los aromas y sus recuerdos y
emociones.
Aprender y crecer:
Una mente joven crece sin cesar, se
dedica en todo momento a aprender y a expandirse, y disfruta con las
experiencias nuevas y con los conocimientos adquiridos, los cuales, juntos, dan
lugar a la sabiduría.
Comprométase a
aprender a lo largo de toda la vida. Algunas sugerencias:
- Lea: a los clásicos, novelas, ciencia ficción,
cuentos fantásticos. Iníciese en géneros que nunca antes habían llamado su
atención.
- Disfrute de la poesía de sus poetas preferidos y de
los contemporáneos.
- Intereresese
por las grandes obras de la literatura espiritual.
- Matricúlese en la universidad.
- Aprenda un idioma extranjero.
- Tome clases de piano.
- Inscríbase en un curso de baile.
- Asista a clases de arte.
- Aprenda a cocinar.
- Tome clases de redacción.
- Vincúlese a un coro.
- Participe en un curso de cerámica.
- Interésese por los nuevos programas informáticos.
- Inscríbase en un curso de creación poética.
- Asista a talleres sobre el amor, el potencial
humano, el éxito, la espiritualidad, la salud.
- Tome clases de equitación.
- Matricúlese en un curso de fotografía.
- Visite lugares nuevos. viaje fuera de su país.
- Vaya a los museos y las galerías de arte.
- Vea películas extranjeras.
- Asista a conciertos.
Alegría, despreocupación y risa:
- Pasa tiempo con niños.
- Visita tiendas de juguetes.
- Juega con animales.
- Asiste a una obra de teatro de improvisación.
- Vea películas divertidas, sobre todo las de los
hermanos Marx.
- Entre en una tienda de artículos de broma.
- Vea programas de televisión de cámara oculta.
- Vaya a la playa, al campo o al monte.
- Monte en una bicicleta.
- Juegue a bolos.
- Asista a u partido de su deporte favorito.
- Inicie una guerra de almohadas.
- Cuente chistes.
- Organice con los suyos partidas de juegos de mesa.
- Hágale cosquillas a alguien.
- Organice una fiesta de disfraces.
- Vaya al circo.
- Baile.
- Organice una merienda.
- Vaya a una heladería agradable.
- Hornee galletas.
- Haga pompas de jabón.
- Practique su deporte preferido.
- Observe a la gente e los centros comerciales.
- Vaya a un parque de atracciones.
- Pinte con acuarelas.
- Confecciones listas de cosas divertidas para hacer.
Tu cerebro se pone a punto cuando duermes (Marta Romo)
Higiene del sueño, algunas recomendaciones
- Acuéstate
y levántate siempre a las mismas horas: no pasa
nada por un día que no lo hagas; sin embargo, nuestro cuerpo se organiza
mejor cuando funcionamos por hábitos y estos requieren de rutinas y
comportamientos sostenibles en el tiempo. Veras como, además, así regulas
tu propio reloj y será el cuerpo de manera natural quien te pida dormir y
quien despierte. ¡incluso antes de que suene el despertador! Cundo hacemos
cambios de horario, el cuerpo tiene que ajustarse y eso le cuesta, no lo
hace a la primer ni rápidamente. Así que tener cambios constantes hace que
se lo pongamos muy difícil a nuestro organismo.
- Duerme
la siesta: la tendencia fisiológica general es a retrasar
ligeramente la fase de sueño con respecto al ciclo convencional de 24
horas (realmente son 24,4 horas, como veíamos antes), y dormir una corta
siesta de mediodía nos ayuda.
- Haz
ejercicio: además de ayudarnos a poner en forma nuestro
cuerpo, contribuye a que consumamos energía y tengamos necesidad de
descansar, por lo que su práctica nos puede ayudar a dormir. Eso si, evita
hacerlo una hora antes de acostarse, pues estarás demasiado activado a la
hora de meterte en la cama.
- Revisa
el estado de tu dormitorio: aunque parezca una obviedad,
conviene recordar que la habitación en la que duermes debe estar
totalmente a obscuras, pues así recordamos a nuestro cerebro que es de
noche y hora de dormir. Procura tener el menor ruido o tentaciones
posibles (aleja el móvil, fuera televisor…) y que la cama sea súper
cómoda.
- Evita
los refrescos con cafeína por la tarde y cenar demasiado:
recuerda que necesitamos adenosina para dormir y la cafeína es su enemigo
numero uno. Y la cena, además de ligerita, un buen rato antes de ir a la
cama.
- Refresca
tu cerebro: dormir nos ayuda a enfriar el cerebro, por las
noches necesitamos bajar la temperatura
cerebral. Ventila tu habitación antes de dormir, el mayor tiempo
posible. Evita dormir con la calefacción puesta.
- Duerme
un mínimo de seis horas: con lo que hemos visto anteriormente, habrás
deducido que has dormido como mínimo seis horas. Recuerda que el sueño no
se recupera y que lo que duermas de menos no volverás a dormirlo.
- Realiza
actividades transitorias antes de dormir: tiene
que ver con generar rutinas para ir a la cama. Por ejemplo: vete a la cama
quince minutos antes y aprovecha para leer un libro, con poca luz.
- Evita
la tableta, el móvil o el ordenador antes de dormir:
confundimos a nuestro cerebro, pues es demasiada luminosidad y nuestro
cerebro piensa que todavía no es hora de dormir. Meditar o hacer oración
también puede ayudar a nuestro cerebro a prepararse para dormir. Rituales
de belleza como por ejemplo limpiarse la cara, lavarse los dientes,
ponerse cremas, etc.
- En
la cama solo cosas buenas: evita discusiones o hablar de temas importantes en
la cama. Procura irte a dormir con la imagen placentera de algún lugar o
una situación que te resulte agradable y relajante, imagina que estas en
ese sitio y…zzzz.
- Realiza
actividades transitorias al despertarte: para
ayudar a tu sueño a pasar de una frecuencia de onda a otra. Por ejemplo,
estirar el cuerpo o hacer algún ejercicio. Hacer oración o meditación
antes de levantarte. Tomar notas en un papel sobre lo que has soñado, si
lo recuerdas, o con escritura automática. Escuchar una canción que te
cargue las pilas antes de ponerte en pie. Rituales de belleza…
Alguna estrategia a seguir para aliviar nuestro estrés
- Permítete
descansos breves periódicamente: la capacidad para mantener
la atención durante largos periodos de tiempo se ve modulada por varios factores,
como las características físicas de los estímulos, el ritmo en el que
aparecen y la cantidad. Sabemos desde hace bastante tiempo que la atención
es cíclica y que no podemos mantenernos largos periodos de tiempo así. En
1948, Mackworth investigo el rendimiento continuo y observo que comienza a
disminuir a partir de la primera media hora de atención. Concluyendo que
si se hacen pausas breves cada treinta minutos el nivel de rendimiento
permanece a un nivel superior y casi constante.
- Acuérdate
de respirar: en ocasiones, cuando estamos hablando de algo que
nos emociona o cuando nos ponemos nerviosos, tardamos mucho en coger aire.
¡es como si se nos olvidara respirar! De vez en cuando, tomar conciencia
de cómo estamos respirando nos ayudara a que la introducción de oxigeno en nuestro cuerpo sea la
necesaria, ni más ni menos. Puedes entrenar la conciencia de tu
respiración haciendo series con ella: cierra los ojos y respira
profundamente, después coges el aire en cuatro tiempos y lo sueltas en
cuatro, luego puedes ir aumentando el tiempo de retención de aire.
- Conéctate
por bloques, no constantemente: podemos limitar el uso de
correo electrónico a ciertos momentos del día, puede ayudarnos a mantener
nuestra atención focalizada en la tarea. Esperar al menos dos horas en la
mañana antes de chequear el correo electrónico, de esta forma evitas que
los demás, a través del correo, organicen todo tu día y puedas comenzar la
jornada con lo importante. Tim Ferryss, en su libro la jornada laboral de cuatro horas, señala que no somos tan
imprescindibles como para estar constantemente conectados, incluso nos
anima a dejar de contestar correos durante un tiempo para que nos demos
cuenta de que no somos tan importantes, y que si alguien necesita algo urgente de nosotros nos lo hará
saber.
- Junta
tareas similares: para aprovechar los umbrales de atención y
concentración espera enviar correos en bloques, en lugar de ir mandando o
contestando a demanda. Suscribirte a RSS de tus blogs favoritos y así
podrás leer las actualizaciones también en bloques, ahorrando tiempo en
buscar las noticias que te pueden interesar.
- Haz
menos: el hecho de estar todo el día haciendo mil cosas es
un síntoma de vagancia, porque nos dedicamos a acciones indiscriminadas y
normalmente de poco impacto y no hacemos lo verdaderamente importante que
suelen ser cosas puntuales. Buscar la productividad personal tiene que ver
con dedicar menos recursos para conseguir nuestros objetivos y eso pasa
necesariamente por la planificación y la reducción de tareas. Monos es
más.
- Si
tienes que hacerlo, hazlo ya: huye de la adicción a
procrastinar. El retrasar las cosas aunque siempre exista un motivo de refuerzo o excusa: tarea poco
atractiva, inseguridad. Al final es mejor quitárselo de encima cuanto
antes porque toda tarea se dilata indefinidamente hasta llegar a ocupar la
totalidad del tiempo disponible para su completa realización.
- Desconecta
para descansar: disfruta de la desconexión virtual real. Cuando
estés conectado personalmente con tu familia, amigos… apaga el móvil y
enciéndelo solo en momentos puntuales. La tentación de consultar
actualizaciones cuando el móvil esta encendido es mucho mayor. Ponte un
horario de apertura y cierre, al igual que en las oficinas o los
comercios, que todos sepan cuando te puedan localizar y cuando dejas de
estar disponible. Puedes hacerlo saber a través del contestador del móvil
o incluso indicándolo en la firma de tu correo. Esta demostrado que no podemos descansar si seguimos
conectados mentalmente.
- Dedica
un mínimo de diez minutos al día a la actividad contemplativa:
(meditar, rezar, mindfulness): en el año 2007, Britton demostró que los efectos beneficiosos de
la meditación en el cerebro aparecen muy rápidamente. Hay estudios que
sugieren que es posible apreciar los efectos positivos de la misma incluso
con solo diez minutos de practica regular, así pues, no hace falta ser
ambicioso al principio, con diez minutitos podemos empezar.
- Acompañado
es más fácil: hacer las cosas en grupo puede ser una motivación
añadida a la activad contemplativa. Por ejemplo, apuntarte para hacer este
tipo de actividades algún grupo, o
incluso a clases para aprender, te forzara en un principio y después,
cuando hayas cogido el “gustillo”, podrás seguir solo.
- Utiliza
la tecnología: aunque suene contradictorio, para realizar este
tipo de actividades puedes apoyarte
en los recursos que estas nos ofrecen. Hay multitud de aplicaciones
que de forma guiada, te ayudaran a realizar tus ejercicios de meditación,
de respiración o de mindfulness.
¿Y qué hacemos con las emociones?
Pongamos nuestra inteligencia emocional a trabajar:
- Habla
sobre tus emociones: ante el miedo, por ejemplo, se activa la amígdala
que nos paraliza o nos hace tener respuestas desproporcionadas a la
amenaza. Si ponemos nombre a la emoción y hablamos sobre ella, activamos
la parte derecha ventral de la corteza prefrontal. Disminuye así la
actividad de la amígdala, pues llevamos sangre a otras partes del cerebro
y desactivamos el circuito de amenaza.
- Practica
la dialéctica emocional: aprende a escuchar las emociones y entender la
información que nos proporcionan del exterior. Por ejemplo, si tienes
niños, es muy importante ayudarles a poner nombre a lo que sucede y que
puedan hablar de ello. Es fundamental la detección temprana de emociones
para tomar decisiones más efectivas.
- No
juzgues tus emociones y exprésalas: recuerda
que están mejor fuera que dentro. Compartir lo que nos sucede con los demás, expresarnos a través del lenguaje
con una buena conversación o con la escritura, puede ayudarnos a reducir
la intensidad emocional que a veces nos invade. Necesitamos drenar las
emociones, sacarlas es fundamental, atrévete a reír a carcajadas y a
llorar desconsoladamente, pues cuando “cierras el grifo” te sentirás
mejor.
- Alimenta
tu capital social: somos seres sociales y las interacciones con otras
personas influyen en nuestro funcionamiento cerebral. Busca relaciones de
calidad y profundidad. Rodéate de personas que te aporten, pues recuerda
que todo se contagia. Desconéctate del móvil un rato cada día para
conectarte con personas de carne y hueso, te aportara ese plus de calidad
cada día.
- Entrénate
con neurofeedback: en ocasiones, nuestro cerebro necesita un pequeño
empujón, sobre todo cuando te esfuerzas por regular tus emociones y no lo
consigues. Tanto si estas decaído y con pocas ganas, como si estallas con
las personas que no tocan y en momentos que no son apropiados, te puede
venir bien este entrenamiento. El neurofeedback dinámico puede darte ese
impulso para que, equilibrando tus ondas cerebrales, puedas tomar el timón
y elegir como sentirte en cada momento.
Sintoniza
tu cerebro en positivo
Evita las noticias de primera hora
de la mañana. No te preocupes, no te quedaras desconectado del mundo, ya que
luego lo vuelven a repetir…¡e incluyen información nueva! si no puedes
levantarte sin tu radio-despertador, tienes muchas opciones, como música
clásica o programas culturales. Si quieres saber la temperatura, el pronóstico
del tiempo o el estado del tráfico antes de salir, búscalo en Internet.
- No te intoxiques con los noticiarios de primera hora
de la mañana; son especialistas en dar malas noticias.
- Tu cerebro necesita que sintonices en positivo desde
primera hora y, sobre todo, que sonrías.
La vida está llena de momentos
felices y seguramente tienes muchos ejemplos: un examen por el que te han
felicitado, el día de tu graduación, episodios de tus últimas vacaciones, las
travesuras de los niños…
Genera emociones positivas si
piensas en alguien a quien ames profundamente, como tus hijos, amigos de la
infancia, tu pareja o cualquier otra persona con la que te sientas feliz.
Diviértete,
ríete todo lo que puedas durante el día:
Es muy importante que tu cerebro
reciba un mensaje como este: “Sonrío, me siento bien”. Intenta acompañar estos
sentimientos con tu cuerpo, pues el lenguaje no verbal también crea realidades.
Lo sé, este ejercicio no es fácil,
pues no vivimos en el mundo donde predominen las buenas noticias. Tampoco sería
sensato negar las tensiones que genera la vida en las sociedades modernas. Lo
importante es que puedas realizar un cambio en tu interior, ya que el entorno
siempre estará “ahí” ten presente lo siguiente:
- La risa activa el núcleo accumbens, y provoca una
sensación de bienestar que se mantiene durante horas (salvo que tú u otra
persona hagáis algo para suprimirla).
- La risa levanta el ánimo, estimula el sistema
inmunológico y aumenta la creatividad y la lucidez mental.
- La risa crea buen ambiente, mejora la comunicación
con uno mismo y con los demás y, fundamentalmente, es contagiosa.
- Algunos investigadores afirman que reír cien veces al día equivale a hacer un ejercicio aeróbico durante 15 minutos en bicicleta, por eso la risa ¡también ayuda a quemar calorías!
¿Esto es todo? Pues…no. La risa relaja, reduce el estrés y ayuda a tomar
decisiones acertadas.
Es suficiente con estirar la comisura de los labios y sonreír. Prueba y
veras como este gesto te cambia el humor (algunos experimentos demuestran que
la mueca de la risa libera endorfinas). Te resultara más útil si despiertas la
sensación de alegría en tu mente; por ejemplo, puedes recordar un momento
divertido o una escena de una película con la que te hayas tronchado.
Diez
consejos para tener un cerebro más feliz
Se observo que una estructura con la
forma de un cometa situado en las profundidades del cerebro, el núcleo caudado, era más pequeña de lo
normal en una muestra representativa de personas infelices.
La capacidad para experimentar
placer está profundamente relacionada con la felicidad, y que su ausencia
afecta negativamente al funcionamiento del sistema de recompensa.
Asimismo cuando la ausencia de
placer es crónica puede generarse un cuadro de anhedonía, es decir, perdida de interés por el entorno y repetidos
estados de insatisfacción. En casos extremos, puede haber ausencia de
reacciones ante estímulos placenteros, lo cual provoca que caigan los niveles
de un neurotransmisor muy importante, la dopamina.
La felicidad es un tema realmente
importante, entre otras razones porque las actividades que generan bienestar y
recompensa (física y espiritual) tienden a repetirse cuando se activa este
sistema, creando una especie de círculo virtuoso. Ello explica (en parte) por qué
unas personas son más felices que otras.
Ayuda a tu cerebro para que libere dopamina de forma
natural
La dopamina es el neurotransmisor
esencial del sistema de recompensas. Para generarla, primero debes tomarte muy
en serio la importancia de vivir con optimismo, divertirte y disfrutar del
placer y bienestar que seguramente merece tu vida.
Lo segundo ofrécete gratificaciones
espirituales, como la generosidad y el altruismo (que activan poderosamente
dicho sistema), y lo tercero, dedica parte de tu tiempo diario a las
actividades aeróbicas. No es necesario que escales montañas o te mates en el
gimnasio. Si corres entre 30 y 45 minutos diarios, aumentaras tus niveles de
dopamina.
Algunos alimentos que debes comer:
plátanos maduros y chocolate.
Ten presente
que:
- Las sensaciones de bienestar interior, placer y
optimismo refuerzan y fortalecen los neurocircuitos asociados, y forman
una barrera para el pesimismo.
- La liberación de dopamina tiene un formidable efecto
colateral: cómo influye hacia los lóbulos frontales, mejora las funciones
ejecutivas, necesarias para aprender, memorizar, organizar el tiempo,
crear y tomar decisiones.
Revisa tu teoría sobre la felicidad.
No consumas energía cerebral en lo que no vale la pena.
Disfruta de las pequeñas recompensas.
- La culpa es una de las emociones más negativas para
tu cerebro.
- La privación implica frustración y,
consecuentemente, un derroche de energía cerebral.
- Las pequeñas recompensas, entendidas como estímulos
agradables para los sentidos, son muchas y están al alcance de todos.
Descúbrelas y disfrútalas.
Lo que no puedes controlar es lo que
existe fuera de ti pero influye en tu estado de ánimo, las relaciones que
estableces con los demás y las decisiones que tomas. Tu cerebro necesita que
identifiques esas fuerzas (en el trabajo, la familia, la sociedad) y aprendas a
controlarlas para que su intensidad no te afecte, o te afecte lo menos posible.
No te alegres con las injusticias, y
mucho menos que reprimas la ira que te producen. Te propongo que desarrolles la
inteligencia emocional para dominar estos procesos.
Mantén una vida social activa.
Diversas investigaciones han demostrado que las
relaciones sociales no solo inmunizan más a las personas, sino que también
posibilitan el desarrollo de sus capacidades cerebrales gracias a la variedad y
riqueza de información que se incorpora a las redes neuronales.
Busca las relaciones personales que te beneficien.
También se ha observado que un
sistema de fibras nerviosas de la piel responde a las caricias reduciendo la
actividad de los nervios que transportan la sensación de dolor y provocan
alivio, y que los sentimientos importantes, como el amor, son más efectivos que
un analgésico.
Por ejemplo, cuando una persona
piensa en alguien que ama, se activa intensamente el sistema de recompensa, y
ya sabes cuales son los benéficos de esta activación, pero lo que no sabes es
que la analgesia inducida por emociones como el amor se asocia más a este
sistema de lo que se ha creído hasta ahora.
Incluye actividades solidarias en tu vida.
- Realiza una actividad placentera.
- Realiza una actividad solidaria.
- Presentar un escrito sobre ambas.
La felicidad: uno de tus objetivos prioritarios.
Te propongo que anotes todas las
barreras u obstáculos a tu felicidad y que los organices según su importancia.
Hay cosas fáciles de resolver, como un cambio de actividades, y otras que
tienen un grado de complejidad importante, como divorciarse o irse a vivir a
otro país. En ambos casos, la terapia psicoanalítica puede ser muy efectiva y,
en menor o mayor medida (según el individuo y sus circunstancias), la
incorporación a grupos de mediación o de autoayuda.
BIBLIOGRAFIA:
CHOPRA DEEPAK Y DAVID SIMON: Rejuvenecer y vivir más. (2009). ED. ZETA.
BRAIDOT.
Nestor: cómo funciona tu cerebro. (2013). ED. Dummies.
J.
GELB Michael y HOWELL Kelly: El poder
del cerebro. (2014). ED. Equipo difusión del libro.
ROMO.
Marta: Entrena tu cerebro “Neurociencia para la vida cotidiana”. (2014). ED. Alienta.
Inexorablemente si bien nos va, llegaremos a la fase de la vejez, por lo que disfrutemos el aquí y el ahora ya que cada nuevo mañana traera su propio mal
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